El mes de enero es universitario, se canta el 'Gaudeamus' en Santo Tomás de Aquino. En este año olímpico de París, también hay elecciones a ... rector/ora en la Politécnica. Así ha venido ocurriendo cada cuatro años... Londres 2012, Río 2016, Tokio 2020... aunque pronto se romperá esa curiosa coincidencia a causa de la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), ya que una de sus novedades es la prolongación de los mandatos a seis años. Esta controvertida ley, en vigor desde marzo de 2023, promete, en su preámbulo de ocho páginas, una transformación profunda del sistema universitario que no se ve reflejada después en su articulado. Así, la reducción de los contratos temporales del profesorado del 40% hasta el 8%, se consigue fundamentalmente porque se convierten los de profesor asociado en indefinidos. La objetividad en el acceso a las plazas de profesorado se fundamenta en la elección de los miembros del tribunal por sorteo, eso sí, previa preselección realizada por la propia universidad, configurando esta el diseño de las pruebas. Interesantes demandas de la conferencia de rectores, como la eliminación de trabas normativas o el impulso de los espacios colaborativos en los que se relacionen con mayor fluidez las universidades con los distintos agentes del sistema nacional de ciencia y tecnología, no se han visto recogidas. El título dedicado a Investigación y Transferencia se limita a tres artículos, uno de los cuales está relacionado con la Ciencia Abierta y la Ciencia Ciudadana.
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La simplificación administrativa, tan necesaria para el éxito de las políticas universitarias, tampoco va a encontrar un aliado en la LOSU, que exige nuevas unidades básicas y establece, en nombre de las universidades, nuevos compromisos con la sociedad sin aportar medios adicionales. Y es que la capacidad para obtener financiación propia, de muy diversas fuentes, empresas y organismos, nacionales o internacionales, pasa por disponer de la máxima agilidad en los trámites y de unos sistemas de control del servicio que no lleguen a paralizarlo.
La LOSU además ha pulsado el cronómetro para una elaboración exprés de estatutos, que deberán estar redactados en julio de 2025. Pero, en ese plazo, y para que estos sean aprobados, la ley regional de 2005 debe adaptarse a la nueva ley orgánica. Y eso no es todo, se anuncia el 'más difícil todavía', puesto que está por definir la concentración de las áreas de conocimiento en los ámbitos de conocimiento a los que los profesores finalmente quedarán adscritos. La tormenta normativa está servida.
La simplificación administrativa tampoco va a encontrar un aliado en la LOSU
El talento, esa mezcla de inteligencia natural, sentido común y perseverancia, puede con todo. Y ese, junto con el uso de la inteligencia artificial, sí que es un punto crítico en el presente de las universidades, porque la actual renovación de las plantillas está provocando el 'fichaje' de algunos de los jóvenes doctores por universidades que les ofrecen algo más, y esa posible herida hay que cerrarla, lo que solamente será posible trazando una estrategia regional de mayor calado que la de la LOSU. El sistema universitario regional, a través de la nueva ley, debe garantizar el impacto de la investigación en el sistema productivo, fomentando una oferta formativa que propugne el equilibrio entre la demanda social y las necesidades profesionales de las empresas y facilitando la colaboración de las UUPP de la Región en las tareas de docencia, investigación y gestión.
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La Politécnica debe mantenerse en la vanguardia, con la misma osadía y mentalidad creativa con la que desarrollamos esa red de cátedras premiada con el premio nacional universidad empresa en 2015, mejorando en la incorporación de estudiantes y de talento investigador, fortaleciendo con criterio las alianzas y colaborando con la Universidad de Murcia en ese Mare Nostrum que tanto nos enseña. Ganar la confianza social a través del buen gobierno, el compromiso y la generosidad debe ser el camino de las UUPP para impulsar con decisión a esta Región hacia el 2030.
Las nuevas olimpiadas, sea cual sea el elegido, deberían traernos en la Politécnica un ambicioso plan de acción para comenzar el curso 2024/25 en la mejor de las posiciones.
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