Días de vino y...
LA RAMPA ·
Reflexiones ante la inminente NavidadSu deseo de estar mínimamente instruido rayaba en la deformación profesional. De ahí que, a veces, resultaran baldíos sus esfuerzos por huir del escenario de ... los informativos –que llegan a resultar tediosos y repetitivos– para centrarse en su propia realidad. Pero esta vez no. Esta vez intuyó que lo sucedido y sucede en los altos poderes del Estado era y es tan grave que despide un tufo a país remendón.
(Le recordaron entonces que mañana es Nochebuena y comenzó a conjugar en primera persona del presente de indicativo.)
Si no fuera porque estamos en las fechas que estamos me sentiría obligado a comentar la desfachatez con la que actúan algunos interpretadores de la Constitución española, al negarse a abstenerse en una votación que les afecta directamente.
Si no fuera porque mañana es el día que es, mi conciencia me interpelaría a comentar el descaro con el que nuestro Gobierno, con su presidente a la cabeza, pisa el acelerador para aprobar nuevas leyes en materias tan sensibles como la sedición y la malversación.
Si no fuera porque estamos en las fechas que estamos, le diría al presidente de Castilla-La Mancha, y a su portavoz, que dejen de joder con la pelota del Trasvase 'franquista' que, paradójicamente, fue ideado por un socialista de primera hora como Indalecio Prieto. Les diría también que, si el Trasvase muriera, con él desaparecería el 'arma' electoral que tan manidamente utilizan.
Si no estuviéramos en las vísperas que estamos, reprobaría abiertamente la inanidad intelectual de la presidenta madrileña, por más que quiera taparla colándose por la ventana de nuestros televisores en distintos programas.
Y porque estamos en las fechas que estamos me siento obligado a recomendarnos que reduzcamos la cantidad de alimentos que se desperdician por Navidad (se calcula que en España son más de 7 toneladas) y que no caigamos en el egoísta mensaje de que donando alimentos estamos perpetuando la pobreza: débil excusa para no hacer lo que uno debe escudándose en lo que no hacen quienes pueden minorar las desigualdades.
A lo último, y porque estamos en las fechas que estamos, confirmaré que lo bueno vive. En la vida del común ciudadano, la bondad no ha pasado de moda, como demuestran multitud de personas de toda edad. Hay muchísimas más, millones más, pero hoy me inspira una mujer joven cuyo desapego a lo material y su bondad sin postureo conquistan e imbuyen una inyección de positivismo hacia la humanidad.
No se corten. Sean felices.
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