Un cuento de Navidad

Como todo cuento de Navidad, la historia se sitúa en un ambiente mágico. Hablamos de la quinta planta de un hospital público de la Región. Un lugar donde se concentran seres extraordinarios. En especial contaremos la historia de un joven que se encontraba luchando contra el cáncer.

Una mañana de diciembre, ante una inocente cuestión, su médico le preguntó qué le pediría ese año a los Reyes Magos, la respuesta de este fue sencilla a la par que contundente: «Yo solo quiero salud». Esta frase, tan sencilla y tan corriente, se repite con normalidad durante estas fechas, especialmente tras el sorteo del Gordo y, puede que por eso, a veces pierda valor. Sin embargo, esta anécdota me hizo reflexionar sobre nuestro sistema sanitario y en concreto, sobre la situación en la que nos encontramos los residentes.

En estas fechas navideñas, y más específicamente en los días especiales de Nochebuena, Nochevieja o Reyes, un alto porcentaje de la plantilla que conforma el personal de guardia de los hospitales públicos serán residentes. Los residentes forman parte del personal laboral de un Servicio Murciano de Salud, donde muchos pacientes y usuarios, como el protagonista de este pequeño cuento, solicitarán y pedirán la mejor asistencia sanitaria para disfrutar también de estas fechas tan especiales.

Nuestro colectivo es un pequeño eslabón de una gran cadena y, por el compromiso que tenemos con la sanidad pública, trabajaremos para garantizar el mejor resultado posible. No obstante, en muchas ocasiones nos encontramos como unos Reyes Magos cargados de buena formación, ilusión y vocación, pero a los que les falta una estrella que nos guíe y nos permita ir en una buena dirección.

Este liderazgo tan necesario en nuestro colectivo debe ser ejercido por los responsables del Servicio Murciano de Salud. El nexo de unión entre unos y otros es el Comité de Empresa, órgano de representación legítimo que aporta propuestas que deben ser tenidas en consideración por dichos responsables, para así conseguir que la estrella muestre el camino idóneo a esos Magos de Oriente. Las peticiones de mejora no se centran en términos económicos, sino en condiciones laborales óptimas para mantener la motivación y la vocación que nos caracteriza.

Por ello, es esencial que se trabaje para garantizar los descansos compensatorios tras las jornadas de guardia o la adecuada remuneración de los sábados, en los que trabajamos como 24 horas y, sin embargo, cobramos 17; aun cuando sumando todas las horas semanales de trabajo superemos las 37,5 establecidas por la Ley.

Todas estas propuestas tienen un único objetivo y es el de encender la estrella del mejor camino, un camino que va hacia un sistema sanitario de calidad. Y aunándome a ese joven que la solicitaba, paso yo ahora el testigo a nuestros gestores, pidiendo para ellos que encuentren esa iluminación tan necesaria en estas fechas y que necesitamos para mejorar nuestro excelente sistema sanitario.