Cine en Los Alcázares

A lo largo de las siguientes décadas se consolida esta nueva forma de ocio. Encontramos espacios públicos propios de la burguesía, como La Encarnación, Café Fontes y Club Náutico, convertidos en intermitentes salas de proyección.

En 1934, probablemente condicionado por el crecimiento urbano y la instalación del aeródromo (1915), abría sus puertas nuestro templo cinematográfico por excelencia: el Carthago. Un cine de invierno y verano (en 1935 instala ventiladores). La familia Conesa, la propietaria, será la gran promotora cinematográfica de Los Alcázares. El Carthago seguirá en pie hasta la década de los 70, convirtiéndose en la Casa de la Cultura alcazareña a todos los efectos durante décadas. Además de proyectar cine, vivirá todo tipo de galas y representaciones teatrales. Resulta paradójico pensar que en 2021 seguimos sin un lugar al que llamar Casa de la Cultura.

En 1936 encontramos una petición al Ayuntamiento de San Javier, al cual pertenecía esa parte de Los Alcázares, de Gabriel Izquierdo para proyectar en la terraza del Aeropopular, en La Feria.

Tras la Guerra prolifera una cantidad importante de salas de verano, en un proceso común a todo el país. En 1944 Joaquín Conesa solicita a San Javier permiso para Cine de Verano en la Explanada de la Feria (o Terraza Carthago), el primer cine de verano estable. Su ubicación actual sería la oficina de Bankia-Caixabank. Pocos años después se levantará, a escasos metros, otro de los iconos cinematográficos de Los Alcázares: el cine Rex, también de la familia Conesa. Este cine –levantado donde está el Hotel de Roca– será referencia vital y veraniega para miles de alcazareños y visitantes. Muy cerca de La Asunción se levantará la Terraza de Verano del Rex, cuyas películas se intercambiaban en el descanso con la sala matriz. Como curiosidad, cuando la película era de temática histórica –Espartaco o similar– la publicitaban sacando a gente caracterizada de género peplum a la calle a pregonar el programa. A veces usaban niños anuncio, con carteles en pecho y espalda, que salían a dar vueltas por la localidad. ¿El salario? Entrar gratis al cine.

Gregorio Pérez Garre, allá por 1950, construyó el Cine Grej. Se encontraba en la parte correspondiente a Torre Pacheco. Este cine no tuvo una larga vida y en los años 70 ya había dejado de estar activo. La proliferación también llegará a Los Narejos. Aquí se instalará, en los años 70, el Cine Ideal, de la mano de Juana, alias 'La Polla', una verdadera emprendedora originaria de Dolores de Pacheco. El cine funcionará hasta 2001.

Ya en el siglo XX, en 2003, la moda de los multicines en centros comerciales llegará a Los Alcázares de la mano de Las Velas. Este magnífico cine cerró sus puertas en 2020. Hoy nos queda una historia centenaria y el anhelo de que esta maldita pandemia sea un acicate para que los cines de verano recuperen parte de su vitalidad en las orillas del Mar Menor.