Juan Antonio Calvo, un trabajador incansable
JESÚS YELO
Martes, 9 de junio 2020, 02:24
El periodismo murciano está otra vez de luto. Apenas tres meses después de la muerte de García Cruz, LA VERDAD pierde a otro periodista de raza, Juan Antonio Calvo Carazo, profesional íntegro y que fue redactor jefe de Deportes durante muchos años. Ya jubilado, aunque seguía colaborando con sus crónicas, especialmente las relativas a la Federación de Fútbol de la Región de Murcia, su corazón dejó de latir hace escasos días tras haber superado años atrás varios infartos de los que se fue recuperando.
Con más de cuarenta años de trayectoria en el periodismo deportivo, Calvo deja una huella imborrable en la Redacción de este periódico ya más que centenario. Curtido en mil y una batallas entre Juegos Olímpicos, Mundiales de Fútbol y Eurocopas, así como Vueltas Ciclistas a Murcia con su compañero de fatigas, José María Falgas, amén de haber desfilado por varias redacciones deportivas de Barcelona, Alicante y Murcia, Juan Antonio ha sido un trabajador incansable, devorador de periódicos y una fuente de riqueza deportiva.
Le conocí hace un par de décadas y desde entonces hemos mantenido una sana relación de amistad personal y profesional. Algunas veces quedaba con él en el Bar Sanidad, en Ronda de Levante, muy cerca de su casa en la plaza Juan XXIII, para entregarle alguna documentación relativa al periódico, y era frecuente saludarle por la calle con un montón de periódicos bajo el brazo o metidos en una bolsa.
Además de LA VERDAD, también fuimos compañeros en la Asociación de la Prensa Deportiva de la Región de Murcia, de la que llegó a ser su presidente varios años con Benjamín Abellán como secretario general, hasta que fue sustituido por Juan de Dios Martínez.
También, en los últimos años, era muy asiduo de acompañar, en la sombra, a su hijo Juan Antonio, entrenador, por los campos de futbol de la Región, entre ellos Las Colonias, de Abarán, donde le sorprendí en esta faceta. Y a su mujer, Mercedes, igualmente la conocí hace muchos años, pues en algunas ocasiones acompañaba a su marido a la asesoría fiscal y laboral en la que trabajo para cumplir con sus deberes con Hacienda. Mi más sincero pésame a ella y a sus tres hijos. Descansa en paz.