Los políticos progresistas, los intelectuales concienciados y los tertulianos recalcitrantes están que arden. Que el partido innombrable acceda a parcelas de podes en Castilla y ... León –una región por la que pocos de ellos se han interesado– ha desatado la gran consigna: cordón sanitario ante un peligro para la democracia. En otras palabras, 'cauterizar' el voto de cientos de miles de votantes que simplemente están cabreados por la deriva política y el saqueo de sus bolsillos.
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Nuestros izquierdistas murcianos insisten mucho en esa táctica de aislamiento. Ven que el partido al que detestan sigue captando simpatizantes de forma discreta. Olvidan la paradoja de que no se apliquen cordones sanitarios a organizaciones que tratan de romper nuestro país, quebrar el 'Régimen del 78' o simplemente acabar con nuestro modo de vida.
Debo recordarles que el Partido Comunista Italiano sufrió un cordón sanitario durante cuarenta años, que Alemania lo ejerce actualmente sobre el partido izquierdista Die Linke, que Francia hace lo mismo con las formaciones nacionalistas corsas, bretonas, vascas y catalanas o que el Partido Demócrata de EE UU corta de raíz cualquier veleidad socialista, como bien sabe Bernie Sanders.
Mejor no exigir para otros lo que no se desea para uno mismo.
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