Articulistas en su columna
LA RAMPA ·
El buen artículo periodístico ayuda a comprender el mundoUn reto. Esto de enfrentarse a un papel en blanco en el que garabatear palabras, que contengan mínima aptitud para ser leídas, es un desafío. ... Al menos para mí y, por eso, así me lo parece.
En mi primera juventud crecí como lector de periódicos disfrutando de las columnas de Jaime Campmany ('La pajarita de papel') Emilio Romero ('El gallo') así como las greguerías de Gómez de la Serna. Por ellos supe también de los míticos Larra, Mesoneros, González Ruano, Eugenio d'Ors, Foxá, Sender y tantos otros que alteraron la rígida prensa de entonces para darle impronta literaria. Los que amamos este oficio debemos agradecerles que el periodístico fuera elevado a la categoría de género literario, una cualidad que se encargaron de reforzar García Márquez y el prolífico Manuel Alcántara ('Corazón del mundo', 'Glosa') quien murió joven, a sus 91 años, porque mantuvo su inquietud por las cosas que pasan, puesto que, como le dijo un día Azorín, «la vejez no es sino falta de curiosidad».
Ya que he citado a algunos articulistas de época, no quiero olvidar a Francisco Umbral, Vázquez Montalbán y Javier Marías, para desembocar en los aún ejercientes Manuel Vicent, Álex Grijelmo y Rosa Montero, quienes nos siguen alimentando el gusto por las palabras. Soy consciente de que me dejo a muchos otros (y otras, claro) en esta compilación memorística de articulistas a los que aún saboreo y que merecen un titular en modo presente, aunque hayan fallecido, porque su legado sigue vivo.
El buen artículo periodístico ayuda a comprender el mundo, que es la aspiración aún no alcanzada por el ser humano desde su aparición en la Tierra. Y en este punto ya es hora de converger en quienes verdaderamente han inspirado este artículo: nuestros García Martínez y Rosa Palo, por ejemplo y sin ir más lejos. De Pepe García Martínez, cuya ausencia aún lloro, quiero iterar su facilidad para escribir, su imaginación y humor plasmados en su 'Zarabanda', sus paseos en 'Isocarro' por la Gran Vía de Madrid entrevistando artistas, sus 'Chirigotas' con las que regateaba a la censura. Un ejemplo. De Rosa Palo envidio su vivacidad y espontaneidad que convierten lo cotidiano en un relato entretenido.
Lo que yo daría por tener la frescura escribidora de esos columnistas que, bajo apariencia de ligereza, hilan frases como si plasmarlas fuera tan sencillo y divertido como lo percibimos los lectores. Gracias.
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