'La chica de Ipanema' y nuestros estudiantes de 15 años

Una palabra tuya ·

Domingo, 23 de junio 2024, 07:51

Fotografía: Pepe H. Tipografía: Nacho Rodríguez

Nos espera un verano de pocos dulces sueños de un tirón; preparémonos como lo que menos somos, espartanos, para batallar contra un calor que cada ... vez más se está viniendo arriba, y sepamos que los expertos nos anuncian más noches tropicales por aquí, Murcia Región, que suenan muy bien al oído pero se sobrellevan mal o muy mal. Puede combatirse el mal dormir no abusando del buen cenar y escuchando bossa nova para amenizar sin desesperarse el nerviosismo y el cabreo, dejándose llevar, por ejemplo, por esa 'Aguas de marzo' que en las voces de Tom Jobimn y Elis Regina puede que tenga el efecto de, incluso, ponernos de buen humor; pero en cambio no nos quitará el sofoco, lo incrementará, gozar desvelados de 'La chica de Ipanema', esa obra de arte que de nuevo Tom Jobim, junto a un Vinicius de Moraes en estado de gracia, le dedicaron a una joven que les deslumbró, y adiós muy buenas, en una playa de Río.

Publicidad

No todo lo que se desea está a nuestro alcance, no siempre la belleza nos mira y nos llama, no siempre conseguimos retener a nuestro lado a la persona amada, a los hijos que vuelan demasiado lejos, y ni siquiera tenemos garantía de no volvernos fríos, incluso a más de 40 grados, o intolerantes, interesados, empalagosos, impertinentes, desabridos, puro incordio.

Ojalá no lo sean nunca, ni siquiera una de las siete cosas recién enumeradas, y mucho menos todavía algunas de ellas, y no digamos ya todo el conjunto, los alumnos de esta tierra que han obtenido 32,9 puntos, de un total de 60, en ese apartado de pensamiento creativo que ha sido incluido en el informe PISA 2022 y que valora no cualquier cosa, sino algo fundamental no ya para el mundo que viene, sino para este presente que gira sin medida: la capacidad de los alumnos para generar nuevas ideas, que necesitamos tanto, y mejorar las ya existentes, que tampoco es que sean gran cosa si hablamos de poner remedio a nuestros grandes males colectivos, todo ese cúmulo de injusticias y de vertederos políticos y violentos.

Vale, nuestros estudiantes de esta Región, ya tan cerca de sus estudios superiores, están por encima de la media nacional en pensamiento creativo. Por tanto, que se den prisa en llegar todo lo antes posible a puestos de responsabilidad donde haya que tomar decisiones, en todos los órdenes, que pongan buen juicio en la reconducción de una sociedad cada vez más desinformada, manipulable, desorientada y dispuesta a ver burros volando. Míralos, míralos.

Publicidad

¿Qué pensarían, qué harían, qué decisión habrían tomado nuestros jóvenes de encontrarse en el pellejo de la persona a la que, un día de 2019, Daniel Sancho agredió en una cola para pillar taxi? Entonces el agredido lo denunció, claro, pero entonces Daniel Sancho no se encontraba esperando sentencia en una cárcel de Tailandia por el asesinato y descuartizamiento del cirujano Edwin Arrieta, qué broma macabra del destino. Un joven que lo tenía –aparentemente– todo a favor en la vida. Un comportamiento que provoca nauseas, una pesadilla muchísimo peor que las que nos esperan con tanto calor. Hace unos días prestó declaración a través de videoconferencia sobre este asunto: el puñetazo que le propinó en la cabeza a un desconocido. Mejor así, cada uno por su camino.

Empezar de cero

Y ha aceptado la condena, a la que se ha llegado tras un acuerdo entre las partes: una multa de 450 euros. Sí, le rompió un diente, pero... ¿quizá alguien habría decidido en caso de ser el violentado pasar página desde que se conoció el espanto en el que se había adentrado su agresor? La dimensión de su locura, el final que le espera... Pensar que tu caso es una gota de agua comparado con el diluvio que se ha provocado a sí mismo, dejarlo en guerra con sus demonios, sin que haya reservadas ya para él 'Aguas de marzo' milagrosas que hiciesen posible que pudiese volver atrás, empezar de cero, y, así, un domingo por la mañana, muy muy por la mañana, como escribió Jim Thompson, escuchar el canto del gallo procedente de los campos, aunque todavía faltase una hora para el amanecer. Qué importa. Tienes la conciencia tranquila, tus padres te esperan para comer, te apoyarán en todo lo que necesites. Y tú, además, lo que quieres es colaborar, ser útil, echar una mano, 'generar nuevas ideas, mejorar las existentes'.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis

Publicidad