La necesidad de consensuar el futuro de la Región

Pasan los años y continúan las barreras que impiden el pleno desarrollo de la Comunidad. Para derribarlas es preciso el consenso entre todos

Martes, 15 de julio 2025, 01:35

El Debate del estado de la Región era una excelente oportunidad para consensuar la Comunidad que queremos, con compromisos ciertos, con objetivos a medio y ... largo plazo, aunque finalmente, como recogía Víctor Rodríguez, director de este diario, en su artículo de 'Tempus Fugit', fueron «solo iniciativas menudas», cuando lo que se precisa es de un proyecto consensuado de futuro.

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Llevamos demasiados años ocupándonos solo del «momento presente en el corto plazo», cuando debería conformarse un proyecto de región acordado, porque solo con mirada larga se puede ganar el futuro.

Pasan los años y continúan las barreras que impiden el pleno desarrollo de la Región de Murcia. Para derribarlas es preciso el consenso entre los partidos políticos y el Gobierno, acordando un pacto por la Región, con objetivos, plazos y medios, para hacer realidad su mayor capacidad de desarrollo de todo el arco mediterráneo y su estratégica situación, poniendo la Comunidad y su futuro como el principal compromiso. Seguir atrasándolo es seguir perdiendo oportunidades.

Un plan que conlleve la adecuación de la Región a su realidad territorial, desde la creación del municipio de La Manga y su entorno, a la recuperación de la provincia de Cartagena; un plan para los municipios de menos de 10.000 habitantes, el compromiso de conseguir del Gobierno nacional la programación para la realización de las infraestructuras recogidas en el acuerdo del 6 de marzo de 2020, incluido El Gorguel como factor vital para el desarrollo regional.

La Región no ha conseguido mejorar su situación en el contexto nacional de su realidad en el año 2007 y, aunque su fortaleza reside en el sector industrial, conformado principalmente por la energía y industria alimentaria, al que se suman la química, metalmecánica y el mueble, es el sector de los servicios a la venta el motor para su transformación socioeconómica, pero no solo no hemos crecido sino que incluso hemos retrocedido, evidenciando la necesidad y la urgencia de actuaciones.

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Es absolutamente necesario que los partidos pongan como primer y principal compromiso la Región, para su plena puesta en valor, y situarla en el entorno de la media nacional en el horizonte de 2030. Este es el reto al que nos enfrentamos sin conseguirlo en los últimos veinte años, y no lo hemos conseguido por la falta de infraestructuras y de un proyecto de Región consensuado. La pregunta es cuánto tenemos que seguir esperando.

El pasado 6 de junio, Víctor Rodríguez nos recordaba que «la Región de Murcia es tierra de excelentes médicos, científicos, artistas, empresarios... Posee un sector agroalimentario de referencia mundial y potencial para convertirse en baluarte de la industria de defensa y santuario del turismo. Pero requiere de gobernantes que pasen de las palabras a los hechos».

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La Región de Murcia cuenta con la mayor potencialidad de desarrollo de todo el arco mediterráneo español, pero la falta de un pacto por la Región le ha restado fortaleza en las negociaciones para resolver los problemas que nos mantienen en una situación de desventaja frente a otros territorios: agua, infraestructuras de comunicaciones, El Gorguel, redes eléctricas, financiación.., retrasando su desarrollo, singularmente de los servicios.

Una situación que es preciso cambiar a través del diálogo, la negociación y el acuerdo entre partidos políticos y Gobierno, e implementar las medidas necesarias para incentivar la atracción de emprendedores, talento e inversores, y poder poner en valor todas las ventajas y oportunidades con las que cuenta.

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Este compromiso precisa además contar con una posición más activa de las universidades en la búsqueda del consenso y del acuerdo, así como de las organizaciones empresariales y sindicales, y de los colegios profesionales y asociaciones sociales.

Solo juntos en un mismo proyecto, el del futuro consensuado de la Región, conseguiremos derribar los muros que han condicionado y siguen condicionando su desarrollo y en consecuencia perdiendo oportunidades, como sí lo han conseguido aquellas que se incorporaban a los grandes ejes de comunicaciones, mientras la Región seguía esperando. Cambiar esta situación es nuestra responsabilidad, pero hacerlo realidad solo será posible con un pacto por la Región.

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Un pacto que nos sume todas las fortalezas para negociar y conseguir la programación y realización de las infraestructuras recogidas en el acuerdo del 6 de marzo de 2020, incluyendo El Gorguel. Han pasado cinco años desde que los presidentes de la Región y del Gobierno tienen el acuerdo, y, nos preguntamos, cuántas reuniones se han mantenido para negociar su realización, porque su realización era y es fundamental.

A la vez que consensuar un plan de actuaciones con objetivos y plazos, para poder aprovechar todas sus ventajas y alcanzar la media nacional en el entorno de 2030, retrasarlo es seguir retrasando su desarrollo y separándonos aún más de la media nacional.

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