Santiago Conesa: «Algo hacemos mal si el gato montés está menos protegido que el doméstico»

–¿Qué tiene el gato montés para que le llame tanto la atención?

–Entre los pequeños y medianos carnívoros es de los más escasos y más difíciles de ver. Se sabe muy poco de su biología y comportamiento, así que cuando lo detectas en una cámara sientes una enorme emoción. A mí siempre me sale una sonrisa cuando lo veo. Su actitud es tranquila e inmutable, sabedor de que entre los más pequeños es el más grande y en el monte semiárido apenas tiene competencia. Es un animal único.

–¿Cuál es la salud de la especie con tanto gato doméstico suelto?

–La hibridación del gato es un problema que está ahí, pero por el momento tenemos muy poca información para saber cómo se encuentran nuestras poblaciones de gato montés. Es un tema preocupante que se debería estudiar más. Hoy en día el gato doméstico parece que tiene más protección y derechos que el gato montés. Si lo vemos desde el punto de vista ecológico, algo estamos haciendo mal.

–¿Qué se puede hacer para tratar de conservar la especie en nuestros montes?

–Conocer más a la especie es muy importante. En el censo nacional del gato montés que se está desarrollando en la actualidad he podido colaborar en dos zonas de estudio en la Región de Murcia, con resultados muy distintos entre ellas, y también respecto al panorama nacional. Aparte de la hibridación con el gato doméstico, uno de los mayores problemas es la fragmentación del hábitat, por carreteras u otras infraestructuras. Un nuevo problema al que nos enfrentamos es el descontrol en la instalación de parques solares, que se proyectan en zonas de alto valor ecológico, en lugar de aprovechar la gran superficie industrial que ya está construida. En este sentido, se necesita que el proceso de evaluación del impacto ambiental sea más riguroso, ya que algunas zonas de estudio del gato montés han sido ocupadas en su totalidad por placas solares, con consecuencias aún desconocidas para varias especies, como el gato montés y el búho real.

–¿Qué le ha llevado a ocupar buena parte de su tiempo libre en el seguimiento de carnívoros y este tipo de actividades?

–La naturaleza siempre me ha apasionado, desde muy pequeño. Hace más de diez años conocí la Asociación Meles y empecé a saber un poco más de nuestra fauna, sus problemas, soluciones... Decidí implicarme más y he seguido ese camino. También colaboro con otras asociaciones, como Ulula y ANSE. Hacemos trabajos con aves, como seguimiento de poblaciones, instalación de cajas nido para rapaces nocturnas –lechuzas, autillos...–, que son especies sobre las que estamos intentando mejorar sus poblaciones, muy mermadas en la actualidad.

–Si deja su mente libre, ¿qué aparece antes, maquinaria industrial o carnívoros campando libres por nuestros montes?

–Los animales libres [ríe], pero sin olvidarme nunca de las máquinas. Konexapack es nuestra empresa familiar, y con ella en alguna ocasión hemos podido financiar algún proyecto.

–¿Cómo compagina ambos mundos?

–La verdad es que lo llevo bien. Mi trabajo me permite algo de flexibilidad. Mi familia es un gran apoyo, y también contribuye a que nunca pierda las ganas tener amigos con los que comparto afición. Al final hago lo que me gusta y los que están a mi lado saben y entienden las horas que necesito dedicar al campo.

–¿Cómo estamos en Murcia de sensibilizados en la conservación de especies?

–Se nota que la tendencia está cambiando. Cada vez las personas están más concienciadas de que proteger el medio ambiente es una prioridad, pero aún queda muchísimo trabajo. Recientemente, la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia aprobó la normativa para el control de predadores. Es una estrategia que no ayuda en nada a la conservación de estas especies. Mucha gente se dio cuenta de lo que supone el control de depredadores para el equilibrio ecológico, y se presentaron alegaciones para que no saliera adelante. Quizás hace 20 o 30 años casi todo el mundo lo habría apoyado. Antes eran consideradas alimañas, y ahora somos sabedores de su papel crucial en el mantenimiento del equilibrio ecológico.

–Elija un rincón natural de la Región.

–En Murcia existen muchos parajes únicos. Hoy me voy a quedar con el Mar Menor, que está sufriendo un deterioro y un maltrato continuos, sin que se haga prácticamente nada. Es un claro ejemplo de cómo se tratan los problemas medioambientales en la Región.