Bertrán Alcaraz, en la vaguada. ANTONIO GIL / AGM

Bertrán Alcaraz: «Por el Ejército siento vocación, pero por la reforestación tengo pasión»

«Los militares estamos muy ligados al campo, ya que trabajamos rodeados de árboles y plantas; y creo que deberíamos tener más concienciación y conocimiento», afirma el militar, campeón de España júnior de 400 m y reforestador

G. S. FORTE

CARTAGENA.

Martes, 12 de enero 2021, 21:19

Con 15 años Bertrán Alcaraz (Cartagena, 1992) interrumpió su pertenencia a los Boy Scouts para marcharse a Estados Unidos, dentro de un programa de ... intercambio que dio mucho de sí. El año que cursó allí llegó a ser campeón del Estado de Idaho, donde residió, de 100, 200, 400 y 4x400 metros lisos. Al volver logró el campeonato de España júnior de 400 metros lisos. Ahora termina su grado de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte mientras cursa su segundo año en el Ejército, donde es Caballero Alumno de la Academia General Básica de Suboficiales. Buena parte de los huecos que le deja su agitada vida los entretiene reforestando montes, en lo que dicen que es «un máquina».

Publicidad

–¿Tiene que ver su vocación militar con la defensa de la naturaleza que profesa?

–Lo que siento por el Ejército es pura vocación, pero la reforestación en cambio es pasión. En ambos lo das todo sin esperar nada a cambio. Para mí hay una línea muy fina entre la una y la otra en la actualidad. Puede que en un futuro no lo sea tanto y oriente mi vida militar al deporte, que es lo que he hecho toda mi vida, al competir en atletismo.

«Viendo fotos de hace un siglo, los montes de Cartagena han recuperado mucha vegetación»

–¿Percibe entre sus compañeros de la Academia una especial sensibilidad con estos temas?

–A mi parecer esto es una cuestión más social que otra cosa, pero es verdad que nosotros los militares estamos muy ligados al campo, ya que trabajamos rodeados de vegetación durante nuestras actividades y creo que deberíamos de tener una mayor concienciación y conocimiento.

–Sobre usted me han dicho que, además de un gran atleta, «es un máquina reforestando». ¿De dónde le viene esta pulsión?

–El que lo ha dicho me debe de querer demasiado. Aunque supongo que de los once años que llevo plantando he aprendido a identificar los buenos lugares y dejarles los complicados al que venga detrás. La salud es lo primero.

Publicidad

–¿Cómo desarrolla su actividad reforestadora?

–Pertenezco a la Asociación de Recuperación del Bosque Autóctono (Arba) desde sus comienzos, y además formo parte de la directiva. Cuando reforestamos primero estudiamos el lugar, ya sea terreno privado como público, y a continuación solicitamos los permisos requeridos a la Administración. Una vez aprobados, definimos el proyecto. Dependiendo de la zona plantamos un tipo u otro de plantas, más arbóreas, de matorral o de floración. Normalmente nuestros proyectos duran unos tres o cuatro años. Desde hace unos años siempre reforestamos con sistema de riego por goteo a cada planta, además en verano protegemos las plantas con piedra hasta casi cubrirlas por completo. Hemos aprendido que estos dos métodos son súper efectivos, ya que evitan que el sol abrase a la planta en verano y le damos un buen riego durante los meses de sequía. Además recolectamos semillas para sacar las plantas en bandejas forestales. En Anse [Asociación Naturalista del Sureste] fueron muy amables en cedernos un pequeño espacio y cuidar nuestras reforestaciones.

–¿Cuál es la salud de nuestros bosques?

–Me gustaría decir que genial pero ésta no es la respuesta más acertada, hay que ser muy crítico y realista. Yo del resto de España no podría decir nada porque no sé su evolución, pero de Cartagena en concreto sí, y lo digo porque comparando las fotos de principio del siglo XX con la actualidad los montes han recuperado mucha vegetación. El motivo es que hay menos ganadería, la leña ya no es tan necesaria para forjas, estufas, cocina y Cartagena tiene un artillero desde hace muchos siglos. El éxodo rural ha ayudado mucho a su recuperación. Por otra parte, hay muchos animales que son bioindicadores, esto significa que su presencia en medios naturales muestra un espacio saludable. Un ejemplo es la abeja, aunque hay muchos más.

Publicidad

«La extinción de una especie es tan sumamente fácil que a veces no lo asimilamos»

–¿De qué sirve un bosque y un árbol?

–Principalmente para crear vida y biodiversidad. Sin ellos simplemente habría una masa de vegetación sin ningún valor ecológico. Además, son grandes preservadores del suelo y evitan riadas y erosión. Por eso es importante preservar nuestras especies autóctonas y no introducir plantas exóticas que lo único que crean son plagas y además no sirven de alimento para la fauna autóctona. Los árboles tienen muchas finalidades, como producción de madera, alimento, floración, asentar el suelo, anidación tanto para aves como mamíferos e insectos, etc. También citaría arbustos y plantas aromáticas, ya que cada uno realiza su papel.

–¿Le prestamos más atención ahora a nuestros árboles?

–Como sociedad sí estamos más concienciados o por lo menos lo aparentamos, gracias a generaciones pasadas, y sobre todo a personas que han sido amantes de la naturaleza, como Félix de Azahara [1742-1821] Ingeniero militar y naturalista, entre muchos otros que han pasado a la historia, pero que hoy día no son recordados o reconocidos como deberían. De hecho, los españoles poseemos la mayor diversidad vegetal de Europa y eso es algo por lo que tenemos que estar orgullosos y convertirnos en herederos activos de este maravilloso legado. Todavía conservamos una gran multitud de especies que seguramente podrían estar extintas o simplemente se han visto obligadas a vivir en lugares recónditos de nuestros montes, como ocurre en un enclave del monte Roldán. La extinción de una especie es tan sumamente fácil que muchas veces no somos capaces de asimilar.

Publicidad

–¿Cuál es su bosque preferido de la Región de Murcia?

–Diría que el de Calblanque es un increíble mar de esparto y palmitos donde la vista se pierde en el sin fin del mar. Es el único parque regional virgen que tenemos en Cartagena, donde es fácil de disfrutar de su fauna salvaje, sus espectaculares playas y enamoradizos atardeceres. De hecho, estamos realizando allí un proyecto de reforestación muy apasionante.

–¿Y de España?

–La Sierra de los Alcornocales de Cádiz, sin ninguna duda. Es el enclave de España donde más llueve y es increíble la masa de alcornoques, madroños, encinas y lentiscos abrazándose unos con otros. Fue verlo y enamorarme.

Publicidad

–¿Cree que estamos en la Región bien concienciados sobre el medio ambiente?

–Hay solo que ver el estado del Mar Menor. Y lo que no vemos, que esto viene de muchos años atrás. La generación de nuestros padres sí pudo disfrutar de la Manga como espacio virgen y del Mar Menor como algo único y especial, donde se podían perder en las dunas e incluso encontrar tortugas en nuestra pequeña laguna salada. Pero es lo de siempre, lo queremos todo pero somos incapaces de ceder en nada. El ser humano es tan ciego que solamente nos damos cuenta de lo que amamos hasta que lo perdemos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis

Publicidad