Desde los 90 hay evidencias científicas de los efectos y las consecuencias del cambio climático en la tierra, que producirán paulatinamente una mayor propagación de ... enfermedades, una desaparición de especies, un cambio de ecosistemas y de diferentes zonas de producción de alimentos, lo que afectará a la economía y los mercados. Como respuesta se definió en 1997 el protocolo de Kioto, en 2015 el Acuerdo de París y más recientemente el Pacto Verde (Green Deal), que eleva el objetivo de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, incluidas las emisiones y absorciones, hasta al menos el 55% con respecto a 1990, tendiendo a un balance o huella de carbono neutra.
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La búsqueda de la huella de carbono cero creará un elemento diferenciador y primará a las empresas y organizaciones con una responsabilidad social corporativa sostenible. Una huella de carbono neutra se obtiene reduciendo las emisiones de CO2 al máximo y compensando las no evitables. Para ello, desde la Unión Europea se han propuesto actuaciones y mercados virtuales en dos vertientes, mediante la compra/venta de derechos de emisión de CO2 de empresas obligadas a mitigar sus emisiones, principalmente de sectores energéticos de petróleo, carbón y aviación, que suponen el 60% de las emisiones y de toneladas de CO2 secuestrado o evitado, que compran o promueven empresas con actitud voluntaria de compensación de sus emisiones, incluidas en los habitualmente denominados sectores difusos.
Estas compensaciones se circunscriben a diferentes actividades de mitigación y secuestro de CO2.
En concepto de secuestro debemos considerar que solo los ecosistemas forestales, agrarios y marinos fijan CO2 de la atmósfera, pero, a efectos de contabilidad del Ministerio para la Transición Ecológica solo la captación forestal y de gestión agraria está incluida en los registros. Por tanto, estamos perdiendo unos importantes sumideros, como son la biomasa de los cultivos leñosos que, en algunos casos, como el olivo, almendro, melocotonero o algarrobo, constituyen sumideros de carbono muy eficientes, ya que en la mayoría de las explotaciones las nuevas prácticas de cultivo sostenibles hacen que el balance sea positivo y que fijen más CO2 que el emitido en su producción y transporte. Se hace por tanto necesaria una actualización de la legislación, que está permitiendo que estos créditos de carbono agrario se vendan en mercados internacionales y no españoles.
Evidentemente, esto no es solo un problema empresarial, nuestro día a día también cuenta. Las emisiones de nuestro coche, anualmente, pueden ser compensadas con las absorciones de 0,2 hectáreas de árboles, la quinta parte de un campo de fútbol o las de la furgoneta que reparte a domicilio por las ciudades con una hectárea, unos 400 árboles. Además, estas medidas de fomento de árboles como sumideros de CO2 favorecen la biodiversidad, la generación de oxígeno y el trabajo rural y forestal.
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En definitiva, tanto a nivel empresarial, de organización, como ciudadano, hay que adoptar medidas de reducción de emisiones y considerar como opción compensar las no evitables mediante sumideros, de bosques, suelos, agricultura o selvicultura, ya que todo suma para el objetivo 2030.
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