La industria del 'fitness' sube de intensidad
Cada uno practica el deporte que mejor se adecua a sus motivaciones y preferencias para disfrutarlo en todo momento
BENITO MAESTRE
Jueves, 2 de febrero 2017, 01:16
Cada uno practica el deporte que mejor se adecua a sus motivaciones y preferencias para disfrutarlo en todo momento. Tanto en el gimnasio como al aire libre se puede desarrollar multitud de modalidades con el fin de mejorar la salud, perder peso y tonificar el cuerpo, entre otros objetivos. Los expertos recomiendan que cualquier disciplina aborde tres aspectos: cardiovascular, fuerza y flexibilidad, para que los resultados sean los esperados. De un tiempo a esta parte, han surgido numerosos deportes dirigidos a perfiles que demandan nuevos aires para sentir la emoción de la actividad física.
Una de ellas es el 'crossfit', que consiste en una serie de ejercicios variados, ejecutados a alta intensidad y con movimientos funcionales. El objetivo es alcanzar una buena tonificación para estar lo más en forma posible, siendo el cuerpo la única máquina. Esta modalidad surgió en California en 1995 para poner en forma a policías y bomberos, y ahora causa furor en todo el mundo, incluido en España. Centenares de 'boxes' (como se conocen a los centros de la marca CrossFit) pueblan, mayoritariamente, los polígonos industriales donde los deportistas acuden cada semana a realizar sus tablas, con las que consiguen incrementar diez capacidades físicas (entre ellas, la fuerza, la coordinación y la agilidad) y quemar alrededor de las 260 calorías durante una clase de unos 20 minutos. Eso sí, las sesiones están supervisadas en todo momento por los coaches para que los ejercicios se hagan de manera correcta.
Por estas y otras diferencias, los centros de 'crossfit' no tienen nada que ver con los gimnasios convencionales, repletos de máquinas y con una decoración elegante. Un 'box' se caracteriza por ser austero, amplio, abierto y sin espejos. El espacio se completa con cuerdas, sacos, anillas, cintas de TRX y barras de dominadas que cuelgan del techo, así como todos los complementos y accesorios imprescindibles: pesas, discos, cajones, etcétera. Por la intensidad de los entrenamientos, se recomienda que los suelos sean de hormigón y recubiertos de goma para aguantar los golpes con los que se trabaja en cada ejercicio, que suelen ser fuertes porque se practican a intensidades muy elevadas.
En Cartagena, Kumuka CrossFit lleva funcionando desde finales de 2012 y hasta la fecha la respuesta de los usuarios ha sido buena. Tanto, que para hacer frente a la alta afluencia ha tenido que trasladarse a otro espacio porque el anterior se había quedado pequeño. El proyecto arrancó en una nave de 300 metros en Cabezo Beaza y ahora se ubica en una que supera los 1.000, concretamente detrás de Media Markt. «El centro comercial Espacio Mediterráneo nos facilitó la decisión de optar por la zona, ya que gran parte del núcleo comercial se ha trasladado allí», asegura Carlos Toledo, socio fundador del negocio.
Los centros especializados 'sacan músculo' en una industria tomada por las cadenas 'low cost', que se presentan con precios asequibles y horarios muy amplios. El desembarco de los macrocentros lo notaron, sobre todo, los pequeños gimnasios: unos aguantan el tipo, otros optaron por cerrar y algunos se reinventaron. Antes, Carlos dirigía un centro deportivo convencional (hasta el verano de 2012) y allí conoció a sus dos socios, que eran clientes. Los tres apostaron por esta modalidad que ya practican con regularidad entre 35.000 y 40.000 españoles, una cifra similar a la europea.
«Cuando estás dentro del sector privado del deporte, te informas, vas a ferias, te interesas por las tendencias... el 'crossfit' apareció por casualidad. Primero fui a un seminario en Madrid y a partir de ahí empecé a practicarlo por mi cuenta. Luego, en Alicante hubo una concentración de practicantes a nivel nacional, y vimos que podía funcionar».
El entrenamiento consta de cuatro etapas: el calentamiento, la ronda de práctica de técnica, el 'wod' ('work of the day', traducido al español es trabajo del día) y el trabajo de elongación, con una duración de hasta 60 minutos. Las sesiones varían con respecto a las de días anteriores para no caer en el aburrimiento ni en la monotonía, se recomienda acudir tres veces por semana y los grupos son, como máximo, de 20 personas.
El 'crossfit' exige constancia, esfuerzo y continuidad con el objetivo de notar los resultados y evitar molestias. «Tiene su periodo de aprendizaje y quien empieza suele permanecer toda la temporada, porque uno no puede incorporarse en cualquier momento», explica Toledo. Y advierte: «Cuesta reengancharse si abandonas el entrenamiento durante dos semanas».
Por su propia idiosincrasia, el 'crossfit' aboga por el concepto de comunidad. «Lo que más valoran los 'kumukeros' (como se conocen a los usuarios del centro) es el trato cercano, porque el deporte se puede practicar en cualquier sitio. Nosotros conocemos a nuestros clientes, preguntamos por ellos cuando no les vemos, adaptamos los ejercicios a la dificultad del instante y damos una atención casi personalizada (ya que los grupos son de entre ocho y doce personas)», defiende Toledo.
Así, todos se sienten partícipes de una actividad que reporta unos beneficios proporcionales al nivel de entrega. Quien prueba, repite. De hecho, durante el verano hubo un repunte de nuevos 'kumukeros' para tonificar la musculatura, pero en diciembre se inclinó la tendencia. Ellos acuden al centro, sobre todo, por las buenas opiniones de amigos y familiares, por las campañas de captación y porque Kumuka paga un canon para utilizar la marca registrada CrossFit. «Te da visibilidad de cara al público, aunque otros centros ofrecen sistema de acondicionamiento algo parecidos con otro nombre».
La mayoría de los 'crossfiteros' da con esta modalidad tras haber dado anteriormente bandazos en otras disciplinas, y en ésta encuentran los objetivos que buscan. Al ser un deporte con ejercicios específicos, sesiones grupales y en un ambiente distendido, despierta pasiones entre quienes lo practican, sobre todo por la sensación de superarse física y mentalmente.
En auge
El 'running' es un deporte que fue, es y, a tenor de la gran marea de seguidores, continuará siendo un fenómeno universal. Es habitual la estampa de corredores pasando a gran velocidad por calles, parques, carreteras y senderos desde primeras horas de la mañana hasta bien entrada la madrugada. Ataviados con ropa fluorescente, recorren varios kilómetros para liberar adrenalina, disfrutar del entorno y prepararse para participar en competiciones.
Para la organización de una carrera popular, debe sucederse una serie de requisito que garantice su éxito, al margen del lugar, la fecha y su valor diferencial. La empresa murciana Dorsal 21 presta sus servicios en multitud de evento celebrados en la Región y la provincia de Alicante; de hecho, el próximo 12 de febrero estará presente en la V edición de la 'San Jorge Dragon Trail` de Molina de Segura. En todas las convocatorias, se encarga del cronometraje mediante chip desechable, de las clasificaciones (tanto en línea de meta como en su web o en la del organizador), las inscripciones 'online, el diseño y producción de dorsales (en papel pretex, resistente a la humedad), la instalación de relojes digitales y el tradicional arco hinchable en el punto de salida y meta. El objetivo es que todo salga perfecto, que los participantes superen sus marcas y los ganadores regresen a casa con sus merecidas medallas.