Sánchez, en una comparecencia ante los medios en Eslovenia, tras la cumbre del Med9 junto al resto de países mediterráneos de la Unión Europea EFE

Sánchez insiste en computar la lucha contra el cambio climático como gasto en defensa frente a Trump y Bruselas

El jefe del Ejecutivo defiende que su planteamiento está «en consonancia» con la OTAN y la UE pese al avisó de la Comisión de que ese tipo de partidas no podrán acceder a préstamos SAFE ni acogerse a la flexibilidad fiscal del plan ReArm Europe

Lunes, 20 de octubre 2025, 18:21

Pedro Sánchez no está dispuesto a dar su brazo a torcer en su empeño de que la lucha contra el cambio climático compute también como ... inversión en defensa, pese a las reticencias de algunos socios de la OTAN y de la Comisión Europea. En plena tensión con Donald Trump, abiertamente negacionista de la emergencia climática, por la negativa de España a elevar hasta el 5% el 5% del PIB el gasto militar, el jefe del Ejecutivo insistió este lunes en que él seguirá adelante con sus planes.

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España ha alcanzado ya el 2% del gasto en defensa este año, según las propias estimaciones de la OTAN, gracias a una inyección de 10.471 millones de euros aprobada por el Ejecutivo en abril a través de una fórmula que le permitió sortear la autorización del Parlamento. Ahora, su compromiso con la Alianza es, conforme a lo comprometido en la cumbre de La Haya, en junio, subir como mucho al 2,1%, frente al 5% aceptado por el resto de aliados en consonancia con las exigencias de Trump. El Gobierno siempre alega que llegar a ese 5% es inviable y que muchos de quienes lo firmaron no llegarán a cumplirlo nunca, mientras que España sí se ajustará a la cifra dada. Pero esa cifra también es polémica.

Sánchez lleva meses defendiendo que la consideración de lo que es gasto en defensa debe ser, en pleno siglo XXI, amplia y debería incluir cuestiones como la ciberseguridad, el control de fronteras o la gestión de emergencias y desastres naturales, ya incluidos en el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa de 2025. Pero, hace apenas diez días, en respuesta a una pregunta planteada por el eurodiputados del PP, la Comisión Europea apuntó que España no podrá contabilizar ese tipo de inversiones ‘verdes’ como gasto militar para acogerse a los préstamos del programa SAFE ni la flexibilidad fiscal del Plan ReArmar Europa.

Presupuestos nacionales

El proyecto comunitario busca dotar a la UE, a cinco años vista, de una fuerza de disuasión que le permita garantizar su propia defensa frente la amenaza de Rusia. Entre sus objetivos, está reducir la dependencia de la Administración estadounidense ante el permanente temor a que Donald Trump decida retirar su apoyo militar a Ucrania, avivado de nuevo por la tensa reunión que el presidente norteamericano mantuvo con Volodímir Zelenski en la Casa Blanca el pasado viernes.

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La mayor parte de la inversión descansará sobre los presupuestos nacionales, pero para facilitar su desembolso, la UE contempla que los Estados puedan endeudarse sin ser sancionados por incumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y 150.000 millones de préstamos reembolsables.

En Eslovenia, Sánchez eludió la pregunta de si ha sido capaz de recabar algún apoyo a su postura, pero reiteró que el plan de España para 2025 prevé ya que un «13%» de los 10.471 millones aprobados en abril (en realidad un 17%) se destine a reforzar el papel de las Fuerzas Armadas en catástrofes como inundaciones o incendios y avisó: «El Gobierno de España lo tiene claro. Efectivamente, se pueden contabilizar algunas de estas políticas como políticas vinculadas con la seguridad y la defensa y eso es lo que está haciendo en consonancia con la UE y también con la OTAN».

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