El vino de Jumilla sufre el golpe del cierre hostelero, pero se aferra al consumo privado
Algunas bodegas registran aumentos de hasta el 100% en la venta 'online', pero admiten que no compensa la caída por el cierre de restaurantes y hoteles
GUSTAVO LÓPEZ
JUMILLA.
Miércoles, 6 de mayo 2020, 03:03
Aunque las bodegas de Jumilla han mantenido la actividad en sus instalaciones y en el campo, la situación de crisis derivada de la Covid-19 ... está lejos de serles ajena y el cierre total del canal Horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías) ha supuesto un duro mazazo para sus intereses comerciales. Sin embargo, y casi de forma espontánea, el consumo en casa y la venta 'online' han registrado un fuerte impulso que, aunque no compensa la caída en el negocio hostelero, sí ha servido para frenar el desplome total de las ventas.
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Los gerentes de varias bodegas de Jumilla, con quienes LA VERDAD ha contactado, confirman estas circunstancias de manera unánime y coinciden en lamentar la suspensión de todas las ferias del sector, «que tan importantes son para la conquista y asentamiento de nuevos mercados sobre todo internacionales», como recuerda Silvano García, presidente del Consejo Regulador.
Un 20% de descenso este año
García cifra el porcentaje de la bajada de ventas en un 40%, «teniendo en cuenta que hay bodegas que han bajado más y otras incluso han subido, ya que su principal mercado es la alimentación». No obstante, el presidente del ente vinatero adelanta que «las previsiones apuntan a que, una vez que se inicie la actividad hostelera, esta bajada se va a ir recuperando y se puede cerrar el año con un 20% menos de ventas que el pasado ejercicio».
Desde Esencia Wines Cellars explican que «esta situación la llevamos viviendo ya cinco meses, porque muchos países, como China, cerraron hace tiempo sus fronteras a las importaciones»
En cuanto a las pérdidas económicas del sector, no se atreve a cuantificarlas, «ya que de momento tenemos pocos datos al respecto y desde el Consejo Regulador no manejamos esas cifras, aunque más adelante se sabrá lo que ha supuesto la crisis y la bajada en las ventas de vino en España y en el mundo». Silvano García puntualiza que, «aunque las cifras de venta 'online' hayan podido subir, hasta un cien por cien en algunos casos, lo cierto es que no partíamos de unos grandes números. Pero será algo en lo que tendremos que trabajar y fomentar».
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Andrés Bastida, gerente de Bodegas Alceño, explica que «la venta en España se ha visto reducida a cero de forma drástica, lo que nos genera bastante frustración, y los aumentos en otras líneas de venta no son significativos».
«No es una catástrofe»
Ángel Gil, de Bodegas Juan Gil, señala respecto a las ventas que «nosotros lo hemos trabajado mucho; hemos estado muy activos, y a pesar de todo nos han bajado. Pero no es ni mucho menos una catástrofe; veremos en los siguientes meses. Evidentemente nuestras ventas a nivel nacional por el canal Horeca se han paralizado, pero los canales 'online' están creciendo, tanto el propio como el de nuestros clientes. Y a nivel global, lo mismo», hasta el extremo de cuantificar esta subida en torno al 50%.
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En cuanto a las perspectivas de futuro, Ángel Gil sostiene que «en estos casos nunca son buenas, pero por el momento no es una situación catastrófica. Esperemos que esta situación no se alargue más». Antonio Bleda, gerente de Bodegas Bleda, indica que, «evidentemente, las ventas ahora son casi inexistentes, ya que han caído mucho porcentualmente», y añade que «todo ha sido algo sobrevenido, no solo para nosotros, sino para la hostelería y restauración, que tuvo que cerrar de un día para otro. Para las bodegas que están más presentes en estos locales ha supuesto una ausencia de pedidos, que lleva aparejada que los propios clientes distribuidores, que no están recibiendo sus cobros, soliciten aplazamiento a las bodegas. Y al final esto es una cadena que repercute a todos».
En este sentido confirma que el sector nacional de la hostelería está «cien por cien parado». Y aunque parezca que los supermercados están sufriendo un repunte, no todas las bodegas trabajan en ese canal. A nivel internacional, hay «una ausencia de pedidos en los canales Horeca, y en cuanto a los supermercados, podría ser equiparable a lo que está ocurriendo a nivel nacional, pues sí hay un pequeño repunte en los pedidos».
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La plantilla sigue al completo
Elena Pacheco, gerente de Bodegas Viña Elena, señala que en su caso hay distribuidores que se dedican a la alimentación y «en estos momentos están consumiendo más de lo habitual», frente a la paralización de la restauración. Y resalta el gran esfuerzo que han hecho para que todos los trabajadores de la empresa sigan activos.
En la firma Esencia Wines Cellars, propietaria de Hacienda del Carche y Casa de la Ermita, el director general, Juan Vicente García, explica que «nosotros esta situación no la estamos sufriendo solo unas semanas, sino desde hace cinco meses, ya que mercados internacionales importantes, como el de China, están sufriendo el coronavirus hace tiempo». Y recuerda que «cerraron completamente sus fronteras a las importaciones y, aunque no las hubieran cerrado, nadie consumía, ya que estaban confinados». A la vez confirma la suspensión de todas las actividades de enoturismo y de su museo del vino.
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Por último, según el director general de Bodegas BSI, Joaquín Hernández, existe un parón generalizado en hostelería y restauración, «pero la alimentación sí funciona, aunque no compensa ni de lejos la caída en el Horeca. También va a bajar el consumo turístico, que realiza compras importantes y visitas a la bodega. Seguimos trabajando tanto el mercado nacional como la exportación, que es donde tenemos un nicho». Sobre la venta 'online', Hernández aclara que «en el caso de los vinos, ese tipo de comercio en España no tiene todavía una importancia realmente significativa. Pero sí es cierto que como trabajamos mucho el enoturismo, teníamos muchos visitantes que siguen preguntando y les llevamos el vino y el aceite a sus casas».
La DO Yecla busca cómo dar salida a la producción acumulada y a la que llega
Preocupa lo que pasa ahora mismo, pero preocupa mucho lo que va a pasar en los próximos meses con la vendimia. El sector del vino en Yecla mira a las viñas y se pregunta qué podrá hacer con las uvas de la próxima campaña. La realidad es que no hay mercado para el vino que está almacenado y el que llegará.
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Después de varios meses de paralización de los principales canales de venta de vino, hostelería y exportaciones, las bodegas de Yecla miran al futuro con muchas interrogantes. «Las administraciones nos plantean volver a acciones de hace décadas, como el inmovilizado de vino, para remediar el exceso de producción que va a haber en el mercado. O la destilación del vino para otros sectores», explica el bodeguero y secretario de la Denominación de Origen Yecla, Antonio Candela, que cuantifica entre el 35% y el 40% las pérdidas de estos últimos meses.
El problema es que no va haber espacio de almacenamiento ni mercado que lo absorba. Por eso, otra de las alternativas es la 'poda en verde', para quitar producción a las cepas cuando llegue la vendimia. Esta medida bajaría la producción de forma sustancial, pero perjudicaría al agricultor, al que se le paga por kilo de uva. «Hay una gran incertidumbre porque estamos además ante una cosecha que puede ser muy abundante después de una primavera muy lluviosa», explica Candela, que diariamente visita los campos de cultivo de viñedos.
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La buena noticia vienede la mano de los pedidos por internet, que crecen exponencialmente
El sector aguarda la reapertura de bares, restaurantes y hoteles para poder volver a comercializar los productos en España y el mundo entero. Yecla exporta a los cinco continentes más del 90% de los vinos que elabora. «Esto es como la tormenta perfecta. Primero el 'Brexit', luego los aranceles de Estados Unidos, Asia dejó de importar vino a principio de año y ahora el coronavirus», lamenta el secretario de la DO.
La buena noticia es que han crecido estas semanas las ventas de vino en sus plataformas de internet. Como ejemplo de esta demanda, el de la tienda 'online' de Bodegas la Purísima. Su gerente, José Luis Quílez, explica que «los pedidos en internet han tenido un incremento de un 700%», tanto en las ventas directas como de otros clientes.
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Otra buena noticia es que Asia de nuevo está pidiendo vino de esta tierra, aunque «muy lentamente». Y mientras tanto, los encargos y los pagos se van aplazando a la espera de que la crisis sanitaria pase y se pueda ver con algo más de optimismo el futuro.
Por Ángel Alonso
Las bodegas de Bullas temen una caída de precios por el exceso de oferta
El presidente del Consejo de la Denominación de Origen Protegida de los Vinos de Bullas, Francisco Carreño Sandoval, duda a la hora de realizar una fotografía de los efectos que la crisis generada por la Covid-19 está causando en este sector porque, remarca, la situación «es muy diversa, incluso en una denominación de origen reducida como esta».
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El perfil de clientes, incide, difiere mucho entre unas bodegas y otras. «Podemos señalar, sin embargo, como uno de los problemas el frenazo en seco del canal Horeca -que surte a hoteles, restaurantes y cafeterías-, donde las ventas desaparecen». Los números, según explica Carreño, aumentan levemente en los canales de venta para alimentación y grandes superficies. Los clientes cada vez adquieren más vinos de esta DO para disfrutarlos en casa. «Esperamos que esta costumbre venga para quedarse», recalca.
Carreño lamenta la«falta de flexibilidad» que lastra el mundo rural en estos tiempos de crisis
Carreño explica que la valoración de la situación actual depende también de la salida al exterior y del patrón de mercados. «No todos los países responden igual. En algunos se mantienen las operaciones y en otros se frenan por la pandemia o por otras razones, como el precio del petróleo que 'castiga' la moneda y disminuye la capacidad adquisitiva para importar vinos».
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Por otro lado, según argumenta Carreño, están los graneles. «Algunos pueden alcanzar precios interesantes en los mercados especializados en uvas de calidad, como la monastrell, con uva ecológica». Y, por último, el recurso a las ventas 'online'. Están en alza, pero todavía suponen un porcentaje testimonial, de en torno al 1% de las ventas.
Otra variable que hay que tener en cuenta es la acumulación de vino, dadas las existencias actuales de las bodegas y la nueva cosecha que se acerca. «El exceso de vinos puede alimentar un aumento de la oferta y una caída de precios, lo que perjudicaría gravemente toda la estrategia que estamos llevando a cabo para mantener la viticultura de nuestra variedad estrella, la monastrell, y responder a los numerosos reconocimientos hacia nuestros vinos», incide el presidente de la DO. «Deberíamos tomar conciencia de las ventajas de defender los productos autóctonos de calidad. En otras regiones lo tienen claro, consumir lo propio, mimarlo, darlo a conocer... fija actividad y población y redunda de manera positiva en la mitigación de la huella energética, que será la próxima gran batalla que libraremos si no aprendemos de la actual».
El presidente de la denominación de origen de Bullas lamenta, además, la «falta de flexibilidad» en estos tiempos de crisis, algo que, a su entender, «reduce la resiliencia frente a los acontecimientos que puedan suceder». Esta falta de respuesta, asegura, «tiene mucho que ver con el arsenal de regulaciones, burocracia y trabas administrativas en el mundo rural».
Por José Luis Piñero
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