«No soy dura ni mujer fatal»

Aunque en esta entrevista responde mucho que no, el último álbum de Malú se titula 'Sí' y ya es doble disco de platino. La cantante presentó el jueves pasado su nueva gira. La patrocina la firma de joyas Swarovski y arranca el 9 de mayo en Bilbao. María Lucía Sánchez, Malú, a sus 32 años está en racha. Se la ve pletórica. Y tan de rompe y rasga como siempre.

-¿Nació con estrella?

-No tengo la sensación de haber nacido con estrella, tampoco estrellada. Mi carrera ha tenido un poco de todo y gracias a eso he aprendido muchísimo.

-¿Qué, concretamente?

-A relativizar las cosas. Antes todo me afectaba y alteraba, pero he aprendido que todo al final tiene solución. Ya no me centro solo en los fallos. Vivo con más filosofía.

-¿Llevar más de media vida subida a un escenario da vértigo?

-Al revés. Siento que he madurado deprisa.

-¿La aprendiz se ha convertido en maestra?

-Maestra, todavía no. Me queda mucho por aprender.

-Tiene fama de dura. ¿Le fastidia?

-Ni me fastidia ni me identifico. Soy una persona con las ideas muy claras y lucho por aquello en lo que creo, como tantas mujeres. Pero no soy dura, ni mujer fatal.

-Posa desnuda en su último disco. ¿Le costó?

-No me costó nada porque fue todo muy natural. Empezamos una sesión de fotos donde queríamos blancos, queríamos agua... Y, como anécdota, se nos rompió la piscina, se nos inundó el plató y quedó un reflejo maravilloso. En ese momento, con Rubén Martín, un fotógrafo con el que llevo trabajando muchos años, decidimos que todo era tan bonito que íbamos a dejar que fluyera el arte. Nos quedamos solos él y yo, y me desnudé.

-Así, por las buenas...

-Claro, cuando el arte aparece hay que dejarlo fluir. Tengo plena confianza en Rubén y la verdad es que no sentí ningún apuro. Y eso que yo no me desnudo con facilidad, je, je...

-Canta mucho a las rupturas. ¿Es de dar portazos?

-No soy de ir dando portazos por la vida, pero cuando tengo que hacerlo no me tiembla el pulso.

-¿Borrón y cuenta nueva?

-Claro, si algo te está haciendo daño lo mejor es cerrar esa puerta y abrir otra. Porque siempre se abre otra.

-¿Sigue llevando ese ritmo frenético al que suele aludir?

-Sí, me divierte muchísimo y no sé vivir de otra forma. Este año tenemos unas cincuenta fechas de conciertos, una gira de ensueño. Así que... ¡Que siga el rock and roll!

-¿Ve a una estrella cuando se mira en el espejo?

-Cuando me miro al espejo sigo viendo a la misma que he visto siempre, a una persona con la que me siento feliz y con la que quiero continuar el resto de mi vida.

-Se enternecía mucho con los niños en 'La Voz Kids'...

-El instinto maternal siempre lo tengo, pero no me encuentro ahora mismo en el momento de ser madre.

-Murió su tío Paco de Lucía, luego la pequeña Iraila...

-Han sido pérdidas horribles. En cuanto a mi tío, es muy pronto para extenderme sobre él. Es demasiado doloroso.

-¿Le molesta que digan que 'por fin' tiene novio?

-Ese por fin... Yo tengo 32 años y una vida. Pero no me siento cómoda hablando de estos asuntos.

-¿No lo confirma?

-No, porque no tiene sentido hablar de mi novio. Es como si me pongo a hablar de dónde se compra mi madre las bragas.

-¿Por qué muchas mujeres de carácter fuerte suelen estar acompañadas de hombres más jóvenes?

-¿Qué hombre joven me está acompañando? Mira, cariño...

-¿Qué le hace ser mala, Malú?

-La injusticia. Eso me revuelve.

-¿Es fácil convivir con una estrella del pop?

-Malú termina en el momento en que me bajo del tacón y me quito la pestaña. Yo creo que muy difícil no debe de ser... Me gusta mucho la tranquilidad, la naturaleza, mi familia, mis animales (tengo tres perros y un gato)... El estrés que tiene Malú se acaba cuando me bajo del coche.