Batidas para acabar con los aparcamientos encima de las aceras del casco antiguo

El continuo tránsito de bicicletas, ciclomotores, motocicletas, coches y camiones por calles peatonales como la Corredera tiene los días contados, como también el aparcar encima de las aceras, en zonas de carga y descarga, en las paradas del autobús urbano o en plazas destinadas a los minusválidos. La Policía Local está realizando batidas para acabar con este tipo de acciones ante las numerosas quejas de los ciudadanos.

Entre las aceras más concurridas están las de la calle Álamo, donde toda clase de vehículos ocupan los espacios destinados a los peatones, viéndose obligados éstos a transitar por la calzada. Igual ocurre con la calle Alfonso X el Sabio. En algunos momentos del día, como las primeras horas de la tarde, los coches abarcan todas las aceras de uno y otro lado. En esta vía se pueden contemplar numerosas pegatinas dejadas por la grúa tras retirar los vehículos. El mal estacionamiento provoca retenciones de tráfico ante la imposibilidad de transitar con normalidad. Entre los que padecen estas situaciones están los vecinos. «Aparcan mal y no dejan espacio para que entren los vehículos en los garajes, por lo que los automovilistas hacen uso del claxon hasta que aparece el conductor y retira su coche o viene la grúa», afirma Luis Martínez, vecino de la calle Alfonso X el Sabio.

En las calles Zorrilla, Pío XII, Colmenaricos y Alporchones, todas ellas peatonales, no es extraño ver coches circulando e incluso estacionados. Los más preocupados son los padres de pequeños, que aseguran, ya no pueden pasear ni siquiera por las zonas destinadas a los peatones. «Tengo una niña de seis años que fue arrollada por un ciclomotor en Alporchones mientras jugaba con el carrito de su muñeca. Aquí es habitual ver coches, motos, bicicletas y hasta alguna furgoneta», contó indignado Lázaro Pérez.

Los ciudadanos también denuncian que es «prácticamente imposible» cruzar por los pasos de peatones. «Están siempre ocupados por coches o furgonetas de reparto», se queja María Teresa López. Entre los más solicitados están los de la calle Nogalte, la antigua báscula en San José o los del residencial Miguel Ángel. Algunos automovilistas dicen que «a la mayoría les falta pintura y prácticamente no se ven», señaló el conductor Juan Antonio García.

La Concejalía de Seguridad Ciudadana, según su responsable la edil Belén Pérez, ha destinado más patrullas peatonales de la Policía Local para evitar estas acciones. «Ya no es que esté prohibido adentrarse en una calle peatonal, sino que es de sentido común el daño que podemos provocar. Vamos a perseguir este tipo de acciones sin contemplaciones», admitió.

La edil también recordó que se pueden pedir permisos especiales para situaciones concretas. «Cada día se establecen reservas de espacio por obras, mudanzas... que están controlados por agentes de la Policía Local. Estos son los únicos motivos para acceder a zonas peatonales».