«Hacemos crítica, pero no es destructiva sino para regenerar»

María García es murciana y Martín Stutz procede de Argentina, aunque ya desde bien pequeño se afincó en tierras murcianas. A ambos les une su formación universitaria en Filosofía, área en la que se están doctorando; también les une una gran energía personal y unas fuerzas inmensas por trabajar por los demás para lograr «un mundo más humano». Junto a un grupo de vecinos y de profesores de la Universidad de Murcia han puesto en marcha el Centro de Estudios 15M. En la Región, con tan solo seis meses de experiencia, vienen desarrollado un amplio y variado programa de actividades.

-¿Por qué la dinamización cultural 15M?

-El objetivo es la transformación social, nunca el prestigio individual; tratamos de evitar la individualización. Nuestro movimiento es horizontal y abierto. Creemos en un cambio de conciencia de todas y todos como motor que puede hacer cambiar la sociedad.

-¿Qué objetivos concretos pretende el centro de estudios?

-Acercar una visión independiente a nivel cultural en todos los ámbitos a la ciudadanía. Surgió a partir del movimiento 15M. Hemos llegado a varias conclusiones, entre ellas, queremos generar debates y dar respuesta a lo que planteen las propias asambleas ciudadanas, además de las investigaciones que desarrolla la propia coordinadora del centro de estudios.

-¿Qué demanda la ciudadanía?

-En primer lugar, información sobre temas políticos, económicos, etcétera, desde una perspectiva crítica, alejada del discurso tradicional; también les interesa la filosofía, en el sentido de que esta disciplina va a la raíz de los problemas. La filosofía abarca muchos ámbitos de la realidad y trata de encontrar la respuesta a los problemas.

-¿Acaso en situaciones de crisis el hombre se plantea su existencia?

-En situaciones de crisis, la persona quiere ante todo resolución a sus problemas. Hay que cambiar de mentalidad, de ahí que surja la autoformación y autogestión, por ello es en este momento en el que más surgen las movilizaciones sociales. Tratamos temas teóricos y también prácticos.

-¿Cómo se transforma el pensamiento filosófico a lo práctico?

-Trabajando y esforzándose, no hay fórmulas mágicas. Hay que hacer esfuerzos en el trabajo, con voluntariado, de forma altruista. Haciendo planificación de la gestión, trabajando en redes sociales, uniendo esfuerzos entre colectivos. Es muy importante la información y la formación.

-¿Cómo afecta al ciudadano este movimiento cultural?

-Todos pueden ver que hay espacios alternativos más allá del que ofrece el sistema, que está en crisis y del que no va a salir. Creando plataformas de apoyo mutuo. Todos tenemos nuestros trabajos y estamos estudiando, pero los problemas debemos resolverlos entre todos. Hacemos crítica, pero no destructiva sino para regenerar, y, principalmente, el sistema educativo. Entre los principales problemas de los que nos hemos ocupado hasta ahora está la democracia, la crisis económica, el periodismo de guerra, nuevas formas institucionales, el procomún, etcétera.

-¿Qué quiere decir 'procomún'?

-En palabras de Antonio Lafuente, investigador del CSIC, procomún describe los bienes que son de todos y no son de nadie y que deben ser gestionados colectivamente, por ejemplo, la biodiversidad, el genoma, internet...