«El proyecto de la clase S-80 acumula ya mucho retraso»

Confiesa que echa de menos su profesión de soldador, la cual no ejerce desde hace cuatro años. Es el mismo tiempo que lleva de presidente del Comité de Empresa de Navantia. Ignacio Briones, casado, con dos hijos, cartagenero nacido en 1966, fue reelegido hace unos días máximo representante de los trabajadores del astillero público de Cartagena. Obtuvo la mayoría absoluta en las elecciones sindicales. Comisiones Obreras logró doce de los veintitrés miembros que conforman el comité.

- Hace cuatro años dijo que su principal reto era mejorar las condiciones laborales. ¿Cuál es el de los próximos cuatro?

- Ésa será mi lucha, aunque la completaremos. Sobre todo para asegurar la carga de trabajo, porque sin ella el astillero no se concibe. También para salga adelante el submarino S-80. Pero no debemos encasillarnos en él. Hay que potenciar el área de los astilleros, motores y carenas. Y propondremos una jubilación anticipada pero a una edad razonable.

- ¿Hay suficiente carga de trabajo como dicen los dirigentes de Navantia?

- Es un poco ficticio. Hay que tener en cuenta que ahora mismo el S-80 es aún un prototipo que si no da los buenos resultado que se esperan de él no se podrá vender a otros países. De momento, el proyecto va muy lento y con muchos retrasos. Todas las expectativas están puestas en él.

- Pero la sección de reparaciones últimamente está teniendo mucho trabajo.

- Se están recuperando contratos. Sí que es cierto que vienen barcos continuamente. El departamento se está moviendo mucho, algo que antes no pasaba. El impulsor de esto fue el anterior presidente, Aurelio Martínez, y el sindicato tuvo mucho que ver.

- ¿Se ha notado la incorporación del nuevo consejero delegado, Luis Cacho?

- No ha habido cambio alguno. Ni para lo bueno ni para lo malo. No tiene mucha idea, porque no conoce bien el sector. Está haciendo una política continuista. A final de año, cuando se haga una comparativa en la sección de reparación se verá que se han aumentado los contratos, pero no por él, sino por el anterior presidente.

- ¿Cómo están los trabajadores?

- En comparación con otros de su mismo sector, están bien. Tienen sus problemas laborales, pero en general bien. Somos una plantilla muy reducida y por eso alguno de ellos lleva una carga de trabajo muy superior a la que puede aguantar, y cuando está de vacaciones o de bajo se nota.

- Y, ¿por qué no contratan a más personal?

- No se nos permite. Por decreto. Aunque es curioso. Hay más gente de empresas subcontratadas que de la plantilla del propio astillero público, y eso que el material con el que trabajamos es confidencial. Se necesitan más técnicos y gente bien formada.