:: JESÚS FERRERO
ARTÍCULOS

La agenda oculta de Zapatero

VICENTE MARTÍNEZ-PUJALTE LÓPEZ

Sábado, 16 de abril 2011, 04:28

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Esta semana hemos sabido fehacientemente por ZP -la rumorología existía- que en mayo de 2010 España estuvo a punto de quebrar. Ha contado el Presidente del Gobierno, y lo están repitiendo como si de un argumentario se tratara todos los responsables socialistas, que en mayo de 2010 le obligaron a España a aprobar el plan de recortes sociales más brutal de la historia de la democracia para intentar frenar la quiebra del Estado.

El Gobierno hubiera querido que después de hacer «las mil y una tropelías» en política económica, el PP hubiera apoyado los recortes sociales. Como no lo hizo, desde el PSOE se está intentando transmitir que España estuvo a punto de ser rescatada porque el Partido Popular no apoyó al Gobierno en ese Decreto-Ley.

Nada más lejos de la verdad. Se puede mentir, pero intentar echar la culpa al PP de la situación a la que ZP llevó la economía española es de un cinismo que raya en lo esperpéntico.

En 2004 España estaba entre los países cabeza de Europa. Se hablaba del milagro español y, efectivamente, se había producido un vuelco de la situación económica española en los 8 años de gobierno popular que habían hecho que España abandonara el furgón de cola europeo y se convirtiera en una de las locomotoras de la Europa del euro.

Los datos eran incuestionables. La tasa de paro había pasado del 24% a menos del 10%, la deuda se había reducido drásticamente, el déficit público estaba controlado y España se había convertido en un país de empresas inversoras en el extranjero. Eso no fue resultado de la casualidad ni de un buen ciclo económico. Se hizo una política económica radicalmente diferenciada de la que se venía haciendo en España con los gobiernos socialistas. Se cortó el gasto público porque se tenía el firme convencimiento que no era el dinero público el que hacía crecer la economía sino las pymes y los autónomos. Para que el tejido productivo funcionara se liberalizó la economía, se privatizaron empresas públicas, se aumentó la competencia, se bajaron impuestos…

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Con los gobiernos socialistas se cambió el planteamiento y fueron las políticas económicas de ellos, y no la actitud del PP las que llevaron a España al colapso económico de mayo de 2010. En esos años se aumentó el gasto público, se desbocó el déficit -tanto el público como el exterior-… y al final España se encontraba entre los países con riesgos de ser intervenidos. Por eso en mayo de 2010 Zapatero se vio obligado a hacer recortes sociales, que no hubieran sido necesarios de haberse hecho una política económica coherente.

El PSOE en mayo de 2010 tuvo que cambiar sus principios, sus promesas y su programa y lo hizo castigando a los más débiles: suprimió la ayuda a la maternidad, congeló pensiones, rebajó el sueldo de los empleados de las administraciones, eliminó ayudas a los desempleados de larga duración... y todo esto porque él nos había metido en el lío y ya teníamos unas cuentas públicas insostenibles y un paro inasumible.

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No se le puede pedir al PP compañía para tomar decisiones antisociales cuando se quiso -así lo dijo Zapatero- hacer de la economía una cuestión ideológica. El Partido Popular tiene un sentido del Estado que le lleva a aplicar los principios de la libertad económica, de las políticas de apoyo al tejido productivo y a la creación de un marco estable de reglas de juego donde fluyan las iniciativas privadas como fundamento del crecimiento, de la creación de empleo y del incremento del bienestar de los ciudadanos. No pienso que con viajes a China y titulares de periódico, que luego son desmentidos, se genera confianza. La confianza se genera con el trabajo bien hecho, con la seriedad, con el rigor y con el acierto en las políticas a aplicar.

Desde luego, lo que no resulta creíble es que después de ocho años de gobierno diga el PSOE que la culpa de los cinco millones de parados la tiene el PP. La radiografía de la economía española en 2004 era positiva y optimista y en 2011 estamos con los peores de la clase y otra vez con tasas de paro que superan el 20%.

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Tanta política de laboratorio al final ha hecho que el Presidente se olvidase de gobernar y hoy los españoles están peor que en 2004. Su testamento no son las primarias, su testamento es la losa del paro, menos atención social y menos renta per cápita. Esa ha sido la agenda oculta de Zapatero.

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