Trece años y nueve meses de cárcel por violar a una menor con discapacidad en la Región de Murcia
La Audiencia Provincial considera que el condenado, exnovio de la tía de la víctima, se aprovechó de su especial vulnerabilidad
La Audiencia Provincial ha condenado al boliviano Alejandro R. R. a trece años, nueve meses y un día de prisión por violar durante años a ... una menor de 14 años, sobrina de su exnovia. Aunque el procesado defendió su inocencia ante el tribunal, este otorga plena credibilidad al testimonio de la víctima, que tenía 11 años cuando se iniciaron los supuestos ataques y que sufre una discapacidad de un 40%. «Me amenazaba con que le haría daño a mis padres y a mi abuela si lo contaba», recalcó la afectada ante los jueces. «Él me hacía daño y yo me quería morir».
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El procesado, que se encuentra en prisión provisional desde que fue detenido en mayo de 2023, deberá hacer frente, además de la pena de cárcel, a una medida de libertad vigilada durante ocho años y a una pena que le impida acercarse o comunicarse con la víctima durante un tiempo que exceda en cinco años la pena de cárcel impuesta. La Audiencia le inhabilita, asimismo, para cualquier actividad u oficio que implique un contacto con menores de edad durante un tiempo superior en tres años a la pena de cárcel y le impone el pago de 20.000 euros como indemnización por el daño causado.
El acusado y la víctima se conocieron cuando él comenzó a trabajar en el restaurante que su abuela regenta en Murcia, iniciando poco después una relación con una tía de la menor. La víctima relató ante los jueces varios episodios, entre finales de 2020 y febrero de 2023, en los que el acusado la agredió, según se considera probado en la sentencia. Esos ataques se iniciaron una noche, cuando ella tenía 11 años, en que compartía cama, en la casa de su abuela, con su tía y el procesado (en ese momento novio de su tía). «Me empezó a tocar por debajo de la ropa y yo me fui al baño», relató. «Después le dije que se lo diría a mi padre si volvía a hacer eso», relató.
«Él me hacía daño y yo me quería morir», relató la adolescente durante el juicio
Tras esa primera agresión, Alejandro R. R. la sometió a reiteradas violaciones hasta febrero de 2023. «Cuando estábamos en cenas familiares me enseñaba el móvil por debajo de la mesa con fotografías de sus partes íntimas y me escribía que si me iba con él al baño», sostuvo la afectada.
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Un testimonio creíble
La Sección Segunda, en su resolución, remarca que «produce convicción a la Sala el relato de la menor de edad, persistente y reiterado en la causa, con multitud de detalles y rico en las circunstancias concurrentes». Además, los magistrados asientan su condena en el informe pericial forense psicológico de credibilidad del testimonio que concluyó que la declaración de la menor presentaba suficientes criterios de credibilidad y validez. Estos especialistas explicaron que la víctima, por el retraso mental ligero que padece, difícilmente podría haber inventado el relato.
La Audiencia considera, además, que en este caso debe aplicarse una atenuante ante una situación de especial vulnerabiluidad por razón de la discapacidad de la menor. Una realidad, inciden los jueces, que era conocida por el condenado y que aprovechó para «obtener una mayor facilidad comisiva por ausencia de recursos de la menor colocándola en una situación de debilidad frente a la actitud intimidatoria por parte del acusado». Esta resolución aún puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo.
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