La transición verde avanza en 1.200 hectáreas de la cuenca del Mar Menor
Fundación Biodiversidad constata los logros de entidades públicas y privadas en fertirrigación, agricultura ecológica y restauración ambiental
La incorporación de buenas prácticas agrarias, la disminución del aporte de nitratos, el uso de «biosoluciones» en la fertilización de cultivos y la renaturalización ... de espacios afectados por la erosión y las inundaciones son algunos objetivos prioritarios del Gobierno central, en su estrategia de impulso a la «transición agroecológica» en la cuenca vertiente del Mar Menor. Lo hizo a través de la Fundación Biodiversidad, una entidad adscrita al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), que ha constatado ya los primeros avances en una superficie de 1.200 hectáreas. Ello, dentro de la ejecución de once proyectos públicos, privados y mixtos que ha financiado con 16,2 millones de euros.
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En los últimos meses, «se han adherido fincas agrícolas a las iniciativas que se están poniendo en marcha. En las explotaciones, se están realizando visitas de diagnóstico para caracterizar en profundidad los tipos de cultivos, prácticas agrarias y percepciones de los gestores y para planificar las acciones a implementar», indicaron a LA VERDAD fuentes de la Fundación Biodiversidad.
Y se refirieron a una fertirrigación más respetuosa con la conservación del suelo; el manejo sostenible de los abonos; los huertos agroecológicos; la plantación de setos y cubiertas verdes; la renaturalización de pequeñas lagunas; la plantación de setos y de cubiertas vegetales; y la elaboración de censos y los seguimientos de la tórtola europea y otras aves, de murciélagos y de invertebrados como «indicadores de biodiversidad» y claves en «el control de plagas».
Impulsa las 'fincas faro', la formación en técnicas sostenibles y la protección de aves; y prepara ayudas para el sector ganadero
Las actuaciones abarcan también la activación de redes de 'fincas faro' para el asesoramiento a otras en la conversión a agricultura ecológica; las acciones de formación, como cursos sobre sistemas agroalimentarios agroecológicos (horticultura y cultivos leñosos); la promoción de redes de voluntarios y grupos de trabajo; y las sinergias entre los proyectos.
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Los beneficiarios, con entre 520.000 euros y dos millones, son Ailimpo, Cebas-CSIC, UMU, Fundación Estrella de Levante, Coag-IR Murcia, Imida, Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos, Sociedad Española de Agricultura Ecológica y Agroecología (Seae), UPCT, Fundación para la Investigación del Clima (FIC), Asaja, Proexport, Fecoam, Coag, Anse, Fundación Sierra Minera, Inia-CSIC, Ayuntamiento de Cartagena y Comunidad de Regantes del Campo Cartagena.
En ocho municipios
Los programas se desarrollan en ocho de los diez municipios de la cuenca: San Pedro del Pinatar, San Javier, Los Alcázares, Torre Pacheco, Fuente Álamo, Cartagena, Murcia y Mazarrón. Mientras, Fundación Biodiversidad sigue «trabajando» en una convocatoria similar de ayudas (de hasta 20 millones de euros) para el sector de la ganadería, que afronta retos como la gestión de los purines de las granjas porcinas para evitar la contaminación por nitratos. La Fundación, que se reunió con representantes del sector en junio de 2023, prevé «consultar y dar participación al sector para poder definir» la convocatoria «próximamente».
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Ribera defiende que sus medidas favorecen al sector agrario
La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, dijo el miércoles en el Congreso de los Diputados que «una muy buena parte del campo español se siente protegida y satisfecha» con el Gobierno. El PP acusó al Ejecutivo de destruir 250.000 empleos en la agricultura y reprochó a Ribera no haberse reunido con ninguna organización agraria y haber apoyado la Ley de Restauración de la Naturaleza de la UE, que ve perjudicial para el campo. Ribera respondió que el Gobierno «está atacando directamente» los problemas del sector, «como el cambio climático, la sequía y la restauración de los ecosistemas». Y señaló: «Menos soflamas y más restauración de la naturaleza, para que en el Mar Menor y en Doñana pueda seguir plantándose y puedan seguir desarrollándose actividades de todo tipo».
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