Una ruta de peregrinos conecta Mérida y el santuario de La Santa en Totana

Desde hace al menos 5 años se venía fraguando la creación de una nueva ruta para peregrinos, el Camino Eulaliense, que une las ciudades de Totana y Mérida. Ayer se convertía esa idea en realidad con la llegada a la ciudad extremeña de unos 1.500 totaneros, según fuentes municipales, que acompañaron a su Patrona.

Santa Eulalia de Mérida, su santuario serrano y sus romerías son más que conocidas. Ahora y desde ayer, el nuevo camino es otro elemento que recuerda a La Santa. «La veneración y el fervor a santa Eulalia envuelve, una vez más, la atmósfera de Totana, pues la grandeza del acontecimiento que activa estos días el vibrar de sus vecinos fluye al ritmo de la fraternidad», indica el cronista oficial de la ciudad, Juan Cánovas Mulero.

«A la fragancia de esas brisas culmina el Camino Eulaliense, pero no concluye el proyecto, porque no finaliza la esperanza, ni se desvanece la ilusión, cuando, además, se ha forjado con las huellas de hombres y mujeres», matiza Cánovas, recordando que a través de las treinta etapas que componen el trazado nacido en Totana recorren algo más de 720 kilómetros.

Al impulso del Patronato de la Fundación La Santa, se iniciaba en junio de 2019 este ambicioso objetivo, reforzado por la colaboración de las instituciones locales, de un equipo de logística fraguado al calor de la hermandad nazarena de Jesús en el Calvario y Santa Cena e, indudablemente, con la animosa participación de un amplio número de peregrinos. «Mérida abraza con esmerada ternura esta propuesta, fomentando la cooperación», afirma el cronista.

Junto al Guadiana, sostenida por las sólidas arcadas de su puente romano, cruzaba ayer la talla de la mártir -llegada desde su santuario en Sierra Espuña- hasta encontrarse con las reliquias y la basílica martirial.

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