Grupos ultras devuelven la tensión a Torre Pacheco con una protesta a medio gas y con fuerte presencia policial

El discurso del odio regresó ayer a Torre Pacheco tras varios días ya de permanente conflicto promovido por grupos racistas y xenófobos a raíz de la agresión, el pasado miércoles, a Domingo, un vecino del pueblo que fue atacado por un joven marroquí de 19 años, ya detenido y que no era de la localidad. Ayer estaba marcado en el calendario de las administraciones y los cuerpos de seguridad del Estado por la concentración organizada por el colectivo ultra Desokupa y la organización Deport Them Now Spain, cuyo líder fue detenido el lunes en Mataró por promover la «caza al moro» en Torre Pacheco.

En torno a la siete de la tarde, una especie de 'toque de queda' empezó a pesar sobre los comercios de la localidad para evitar posibles ataques. La propia Policía Local fue informando a los dueños de los locales para que no se arriesgaran a tener desperfectos por posibles altercados. «No nos vamos a arriesgar, vamos a recoger mesas y sillas, todo lo que puedan coger y tirarlo», señalaba a este periódico la propietaria de un bar.

Un fuerte despliegue policial cercaba las entradas al pueblo desde primera hora de la tarde y, en uno de esos, fue interceptado el responsable de Desokupa, Dani Esteve, que tras hablar con la Guardia Civil y la Policía Local, pudo acceder al centro del pueblo para más tarde justificar su marcha señalando «motivos de seguridad». Esteve dijo en sus redes sociales que sus intenciones en Torre Pacheco eran formar patrullas ciudadanas y enseñar a los vecinos a defenderse de posibles ataques que pudieran sufrir. Sin embargo, su visita a la localidad fue fugaz.

En un vídeo publicado en redes sociales, Esteve señaló a Marlaska, a quien acusó de «terrorismo», como responsable de haber «movido cielo y tierra» para que la comitiva, formada por unas 40 personas, dejara Torre Pacheco «por motivos de seguridad». «La Guardia Civil nos saca del pueblo a escasos 45 minutos de empezar la manifestación», aseguró en el vídeo. «Nosotros no nos vamos, nos van a acompañar hasta la salida y la orden viene del señor Marlaska», insistió, pese a que la protesta no estaba autorizada por la Delegación del Gobierno.

Tras la marcha del grupo Desokupa, que había anunciado la suspensión de la protesta promovida por ellos, tomaron protagonismo un grupo de simpatizantes del partido extremista Frente Obrero y colectivos neonazis, ataviados de negro y algunos con bragas y pañuelos para taparse la cara. En torno a un centenar de personas, la mayoría llegadas de fuera, pero a quienes se sumó un grupo reducido de vecinos, comenzaron a perseguir, amenazar y agredir a un equipo de reporteros de Televisión Española. La tensión se pudo controlar con el despliegue de los antidisturbios de la Guardia Civil, que tuvieron que desalojar de la movilización en una calle aledaña al Consistorio a dos magrebíes que quisieron tensionar aún más el ambiente.

«Pedro Sánchez, hijo de puta», «Marlaska, muérete» y «prensa española, manipuladora» fueron los gritos que más se escucharon entre la multitud congregada, mientras una portavoz del Frente Obrero justificaba la presencia de estos simpatizantes por el descontento debido a «la inmigración descontrolada» que, a su juicio, promueve el Estado. Varios de los presentes señalaron «la inseguridad» que se vive en Torre Pacheco, en una referencia a las segundas y terceras generaciones de jóvenes de origen marroquí pero nacidos en España, desarraigados y que acaban entrando «en una espiral de delincuencia que no para nadie», incidió Josefa López, vecina de la localidad.

Algunos de los vecinos que también se asomaron para comprobar cómo marchaba la protesta se sorprendieron de ver a gente que no era del pueblo. «Estos han venido de fuera, no los he visto nunca», decía Álvaro a su amigo en la periferia de la protesta. Los integrantes de los grupos ultras llegaron a reproducir con un altavoz el himno nacional con letra de José María Pemán, popularizado durante la dictadura franquista. A la par, los agentes policiales iban a la carrera por varias calles del centro para comprobar que no se generaran disturbios.

El operativo policial se mantuvo toda la noche por el temor a que los grupos ultras llegados de fuera pudieran acercarse hasta el barrio de San Antonio, donde reside la mayoría de la población magrebí en Torre Pacheco y el lugar que ha sido foco de conflictos entre estos colectivos extremistas y jóvenes magrebíes. Tanto la Guardia Civil como la Policía Local fueron negociando la marcha de algunos grupos ultra que habían asistido a la manifestación, algo que lograron. Otros, sin embargo, optaron por quedarse en el pueblo a la espera de que cayera la noche. Ellos mismos reconocieron portar «material» para posibles conflictos en San Antonio.

Cerca de la medianoche, el despliegue de la Guardia Civil se incrementó en el barrio. La rotonda Antonio Martínez, entrada principal a San Antonio, estuvo completamente blindada por operativos especialistas del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil. Al cierre de esta edición, no se registraron conflictos graves en esta zona de la localidad.

La llamada a la calma de la Guardia Civil, la Policía Local y las autoridades políticas surtió efecto, ya que la mayor parte de la población de Torre Pacheco permaneció ajena a la manifestación convocada pese a no estar autorizada. El temor a que se reproduzcan nuevos enfrentamientos sigue en el aire. Hay protestas convocadas para hoy y mañana jueves, aunque los vecinos esperan y desean que el conflicto empiece a apaciguarse lentamente.

Temas

• Guardia Civil
• Torre Pacheco