Un tercio de los adolescentes saben cómo saltarse el control parental en el móvil

La encuesta pone de manifiesto que el interés de los menores por su privacidad está más relacionado con «ganar libertad e intimidad respecto a sus padres» que en su seguridad. El 58% de los adolescentes, destaca el estudio, utilizan internet de manera habitual desde los 11 años, y casi 1 de cada 3 lo hace desde antes de cumplir los 10 años.

Entrar en las redes sociales es el principal uso que los adolescentes (79,8%) dan a internet, seguido del consumo de contenidos (78%) y de la comunicación (75%). Las chicas tiran más de la red para escuchar música, ver series y películas y comprar, mientras que ellos ven más contenido de otros creadores. La brecha de género más acusada referida al uso de internet se encuentra en los juegos 'online': casi el 75% de los chicos los utilizan, frente al 15% de las chicas.

Las normas de uso en casa para controlar las actividades de los adolescentes en internet son, concluye el estudio, muy limitadas: solo 3 de cada 10 aseguran tener acotadas las horas de conexión, mientras que un 38% dicen que sus familiares les han explicado los posibles riesgos a los que se enfrentan en la red. Uno de los más recurrentes es el acceso a contenido erótico y pornográfico: casi 6 de cada 10 adolescentes han encontrado este tipo de contenido sin buscarlo.

«La exposición a estos contenidos puede tener consecuencias muy negativas para su desarrollo, ya que genera en ellos una percepción de las relaciones sexuales basadas en un modelo patriarcal que incluso erotiza la violencia contra las mujeres. Estas consecuencias se agravan cuando llevan estas conductas sexuales a sus propios encuentros, tal y como ya vimos en nuestro informe (Des)información Sexual», asegura Andrés Conde, director de Save the Children.

Otro peligro al que se enfrentan en la red es el contacto con personas desconocidas. Uno de cada 3 adolescentes contacta con desconocidos a través de internet, y el 23% afirman que sí se encontrarían con ellos en persona.

Respecto a la violencia digital, uno de cada 3 adolescentes no cree que enviar fotos de carácter sexual sin permiso es o deba ser un delito, o no está seguro de que deba serlo (en el caso de los chicos, este porcentaje asciende hasta un 40%, mientras que para las chicas es de un 26%). De igual manera, un 43% no creen o no están seguros de que mandar mensajes de odio sea delito. Uno de cada cuatro adolescentes no sabría dónde denunciar un caso de violencia online. «La entrada en la red debe ser progresiva y adaptada a cada edad, siguiendo las recomendaciones pediátricas, de ciberseguridad y de salud mental», concluye el estudio.