El tejido empresarial se reduce tras la pandemia en la Región pero las micropymes aportan más valor productivo y empleo

El tejido empresarial ha adelgazado en conjunto en la Comunidad a partir de la pandemia, un -6,7%, fundamentalmente debido al descenso del número de micropymes (-9%), mientras que crecen las de tamaño medio y grande. Sin embargo, eso no ha supuesto una evolución negativa en cuanto a su peso y contribución. Sobre todo, debido a la generación de valor y empleo por parte de las empresas familiares, «que siguen mostrando una mayor resiliencia y apuesta por el largo plazo», tal como ha destacado el director de la Cátedra Familiar Mare Nostrum (UMU-UPCT), Ángel Meroño, en la presentación este martes del informe sobre 'La Empresa Familiar en la Región de Murcia, evolución 2021-2023'.

El trabajo revela que en el periodo analizado la caída de microempresas familiares es también menor (-6,4% frente -28,1% del global de empresas), así como también es mayor el aumento de pymes y grandes (10,1% frente a 1,6%). Incluso, a pesar del descenso, el comportamiento de esas microempresas registra una clara mejora tanto en empleo (10,2% frente a 5,3%) como en la generación de valor añadido bruto (VAB), con un 34,5% frente a 3,7% . Y es que el análisis de los datos de estos años confirma que en un contexto de reducción general del número de empresas, las familiares muestran una mayor capacidad de resistencia (-4,4%) que las no familiares (-21,5%).

Porque en los dos últimos ejercicios las empresas familiares muestran un comportamiento más favorable en términos de supervivencia y creación empresarial. La tasa de extinción y liquidación en empresas no familiares duplica a la de las familiares (4,2% frente a 2%). Además, la proporción de nuevas empresas familiares (17,3%) supera a la de no familiares (16,9%), con 9 de cada 10 nuevas firmas siendo de carácter familiar. En cuanto a la distribución sectorial se aprecia una mayor presencia de las empresas familiares en los sectores de construcción y servicios. Aunque, en concreto, las empresas comerciales reúnen la mayor participación de empresas familiares, ya que supone un 30,9% del total, siendo hasta un 88,2% familiares.

Este informe analiza desde 2011 la evolución de la empresa familiar de la Región en términos de generación de riqueza, demografía empresarial y comportamiento económico financiero y forma parte de las actividades del propio Observatorio de la Empresa Familiar. En su presentación, que se ha realizado en el Centro Cultural de las Claras, han participado también el director CaixaBank en la Región de Murcia, Juan Jesús Lozano; el director de la Fundación Cajamurcia, Pascual Martínez; y el presidente de la Asociación de la Empresa Familiar de la Región de Murcia (Amefmur), José María Tortosa.

Por lo que se refiere a la aportación de riqueza, las empresas familiares en general han experimentado «un crecimiento extraordinario» del valor añadido bruto del 20,8% respecto a 2021, casi cuadruplicando el incremento registrado por las no familiares (5,5%). Un diferencial que es particularmente acusado en el segmento de microempresas. De esa forma, la contribución de las empresas familiares al VAB regional ha incrementado en tres puntos porcentuales hasta situarse en el 74,7%, evidenciando una mejora sustancial en su productividad y eficiencia operativa.

La investigación realizada, entre cuyos autores están también los profesores Antonio Duréndez y Antonia Madrid, ha analizado información proveniente de 14.175 sociedades mercantiles, 9.565 microempresas (menos de 10 empleados y 2 millones de euros de facturación) y 4.610 pymes y grandes empresas, extrapolando los resultados al total de 30.568 sociedades activas en la Región en 2023 para medir la presencia y contribución de las empresas familiares, que suponen el 89,1% del total y emplean a 205.643 personas (78,2%). Además, generan el 74,7% del VAB privado (10.098 millones de euros).

Con respecto al tamaño societario, el análisis de las microempresas revela una gran similitud entre las familiares y las que no lo son. Y su importancia para la economía es vital por el empleo generado (90,7% de las microempresas) y por ser la base para las empresas familiares de mayor tamaño. El menor tamaño lo presentan las pymes y grandes empresas familiares frente a las no familiares, pero al ser el 79,3% representan el 67,2% del empleo y el 64% del VAB. Aunque frente a las pymes y grandes, las microempresas muestran una menor rentabilidad.

Asimismo, las empresas familiares muestran una reducción considerable del endeudamiento a largo plazo y una mejora de su rentabilidad económica. Presentan un equilibrio financiero superior respecto a las no familiares, especialmente en las microempresas. Sin olvidar una mejor rentabilidad económica. En cualquier caso, a pesar del aumento de productividad (+14%) todavía presenta una situación inferior a la no familiar. Con todo, las nuevas empresas en general se caracterizan por un mayor endeudamiento a largo plazo, una menor rentabilidad y peor capacidad de devolución de la deuda.

Lozano ha destacado que «los datos facilitados por este informe son esenciales para conocer en profundidad las necesidades del tejido empresarial». Por su parte, Tortosa ha resaltado la aportación que hacen las empresas familiares, «ya que son pieza fundamental del desarrollo socioeconómico murciano y garantía de estabilidad».

Por otro lado, es relevante que la mayor proporción de empresas consolidadas (+25 años) tiene lugar en las pymes medianas y grandes familiares (43,5%). Mientras que las micro familiares son las que tienen un mayor porcentaje de empresas emprendedoras. Finalmente, en cuanto a la mayor presencia de empresa familiar por municipios, en términos relativos, destacan las tasas de Beniel (96,7%), Cehegín (96,1%), Archena (94,6%), Caravaca de la Cruz (93,7%), Calasparra (91,3%), Lorca (90,5%), La Unión (90,4%) y Bullas (90%).

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