Borrar
El consejero Antonio Luengo compareció ayer tras el Consejo de Gobierno para explicar los cambios en la ley de Protección Ambiental. CARM
El Gobierno regional modifica también la ley ambiental en plena pandemia

El Gobierno regional modifica también la ley ambiental en plena pandemia

Permite que las empresas que se amplíen puedan verter residuos y emitira la atmósfera un 30% más, el doble que ahora, sin hacer otra evaluación

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Jueves, 7 de mayo 2020

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Urbanismo, vivienda, puertos, y ahora el medio ambiental. En plena pandemia del coronavirus y con el mismo argumento de «acelerar la reactivación económica de la Región y responder con urgencia al nuevo escenario», el Gobierno regional dio ayer luz verde al decreto ley de mitigación del impacto socioeconómico de la Covid-19 en el área de medio ambiente, informó el consejero de Agricultura y Agua, Antonio Luengo. Se trata de otra reforma de calado y de alta sensibilidad social, que se hace por la vía rápida y que sigue los pasos de otro decreto anterior que modificó la normativa urbanística asociada a la ley del Suelo y la gestión de los puertos deportivos, lo cual ha suscitado las críticas de Ecologistas en Acción y de Huermur. Denuncian que se eluden controles urbanísticos.

Con el anterior decreto todavía caliente tras su convalidación en la Asamblea Regional -en vigor y a expensas de que se modifique en el trámite parlamentario-, el Ejecutivo regional aprobó ayer la reforma de la ley de Protección Ambiental Integrada con el objetivo de «reducir los plazos, simplificando trámites innecesarios, establecer unidad de criterios y reforzar la colaboración entre las administraciones». Como ocurrió con la ley del Suelo, la nueva reforma no va acompañada de informes jurídicos previos.

Una de las principales novedades es que todas las instalaciones y empresas que dispongan previamente de autorización ambiental y que quieran llevar a cabo ampliaciones no sustanciales, recibirán la autorización para poder proceder a dicha ampliación en un plazo máximo de 30 días.

Luengo precisó al término del Consejo de Gobierno que tales ampliaciones o modificaciones de proyectos ya evaluados «no requerirán de nueva evaluación ambiental si esa modificación no implica una superación del 30% de insumos, el 30% de residuos, el 30% de emisiones a la atmósfera, el 30% de vertidos, y que no afecte al patrimonio o a la Red Natura 2000».

La Dirección General de Medio Ambiente señaló que se mantienen los límites y parámetros de emisiones y vertidos aprobados inicialmente en la evaluación ambiental de cada proyecto. Lo que cambia es que, si se amplían o modifican las instalaciones, hay un margen en el que se puede emitir o verter más sin una nueva evaluación. Dicho margen es actualmente de un máximo del 15%, y pasará a ser del 30%. Cuantitativamente, se contaminaría más si crece la producción, aunque la Consejería no lo ve de esa forma porque dice que no se suprimen los límites previamente autorizados.

Se acortan los plazos

También se modifica la distribución de funciones en los procesos de evaluación ambiental entre las administraciones locales y autonómica. Los municipios pasan a ser «órganos ambientales» en materia de planeamiento urbanístico, asumiendo la evaluación de los nuevos planes de desarrollo y sus correspondientes proyectos de urbanización. Los de menos de 20.000 habitantes podrán suscribir convenios con la Comunidad si carecen de medios adecuados.

La Dirección General de Medio Ambiente apostilló que «no se pasan competencias nuevas a los ayuntamientos», y que la evaluación que realicen será «sobre proyectos de urbanización que se derivan de los planes parciales».

Además se crea una plataforma 'online' para conocer en qué fase se encuentra cada expediente. También se reducen los plazos e igualan trámites para los procesos de evaluación ambiental, autorización sustantiva y autorización ambiental integrada, y se unifica la documentación exigida para los planes o programas y proyectos sometidos a evaluación o autorización ambiental.

Asimismo se acota el plazo de consulta. Luengo insistió en que queda garantizada la protección y el cuidado del medio ambiente. Señaló que decreto ley «reducirá el tiempo de tramitación, lo que redundará en un beneficio económico por el impulso de los proyectos».

PSOE: «Es vergonzoso»

El viceportavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Francisco Lucas, dijo que su partido «no va a permitir que el Gobierno regional de PP y Ciudadanos hipoteque el futuro de la Región con un decreto vergonzoso, que pone en riesgo la protección del medio ambiente y la salud de las personas». Dijo que «nos pone a la cola de Europa. El consejero es un irresponsable, y López Miras, su cómplice por permitirlo. Pero los socialistas vamos a llegar hasta el final para que no se aplique este decreto.

Para Óscar Urralburu, de Más Región, es «una barra libre para saltarse controles y dañar nuestro patrimonio natural. El Gobierno de López Miras es un depredador del medio ambiente». Equo tachó el decreto de «perjudicial», y de hacer dejación de funciones.

La Consejería sostiene que no se superan los límites contaminantes

El director general de Medio Ambiente de la Comunidad, Francisco Marín, negó ayer que las empresas que se amplíen o acometan modificaciones puedan contaminar un 30 % más sin una nueva evaluación ambiental. Indicó que se trata de proyectos e instalaciones que ya han sido sometidos a un proceso de evaluación y autorización ambiental, y recalcó que no se permiten superar los valores límite de emisión permitidos (concentración máxima), ni tampoco introducir nuevos contaminantes.

Según Medio Ambiente, el aumento del 30% «se refiere al uso de materias primas, que no tiene nada que ver con la contaminación; a los residuos, que tampoco son sinónimo de contaminación y que se deben tratar de forma adecuada, y a los vertidos, que cuentan con autorización y tienen unos valores límite que no pueden superar, ni antes ni ahora». Puso como ejemplo que se puede verter más agua, «pero sin superar los valores límite de concentración de contaminante». En cuanto a las emisiones a las atmósfera, se aplica lo mismo que a los vertidos, apuntó.

Sobre la modificación de proyectos, la Consejería se remitió a la legislación del Estado, que dice que aquella no es sustancial, y por lo tanto no necesita nueva autorización, si no se supera el 50% de materias primas, el 25% de emisiones a la atmósfera, un 25% para vertidos, un 50% en el caso de residuos. «El Estado no exige nueva evaluación si esos aspectos no implican efectos adversos significativos sobre el medio ambiente. No fija en cuanto». Apunta que cada autonomía «usa criterios subjetivos para decidir sobre cada evaluación. Castilla y León lo eleva al 50%. La Región ha pasado del 15 al 30% con un criterio objetivo, tomando como referencia los valores aplicados por el Estado», concluyó.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios