Izado de bandera roja en Lo Pagán. Vicente Vicéns / AGM

«Esto es una vergüenza, una pena, una lástima»

La pérdida de fauna marina es «incalculable», según Javier Gilabert, del comité científico de recuperación del Mar Menor

Sábado, 12 de octubre 2019, 17:43

Decenas de curiosos se acercaron este sábado a las zonas donde aparecieron miles de peces muertos. Allí pudieron presenciar cómo todavía había algunos de ellos agonizando en la orilla. «Esto es una vergüenza, una pena, una lástima», decía un vecino de Lo Pagán indignado al salir de la playa de los lodos, junto al Molino de Quintín. Una zona acordonada al público en la que había entrado momentos antes y donde, sobre aguas de color negro, se acumulaba «un manto de miles» de peces y crustáceos muertos en la orilla y que, sobre las cuatro de la tarde, se afanaban en limpiar decenas de agentes medioambientales de la Dirección General del Medio Natural.

Publicidad

Doradas, lubinas, quisquillas, cangrejo azul... La pérdida de fauna marina es «incalculable», dijo Javier Gilabert, del comité científico de recuperación del Mar Menor, quien se desplazó a la zona ante la situación de alerta. Alerta medioambiental y sanitaria, pues no eran pocos los vecinos que, en su paseo matinal por la playa, cogieron algún ejemplar para llevárselo a casa.

Según el experto, este último episodio de muerte en masa de la fauna del Mar Menor continúa siendo consecuencia de la DANA que arrasó la Región el mes pasado. «El arrastre de agua dulce y lodo se acumuló sobre la laguna, elevando el fitoplacton y las bacterias en esa primera capa y produciendo unos niveles muy bajos de oxígeno en las capas inferiores», explicó. El problema ha llegado con los vientos de levante de los últimos días, que «han mezclado ambas capas de agua», generando así una situación de «inestabilidad» en la que las especies que habitan el Mar Menor no pueden sobrevivir. Esos vientos, continuó, «han arrastrado los peces hacia la orilla», y dijo que algunos ya habían muerto y otros salían por sí solos en búsqueda de oxígeno.

De momento, Gilabert no se atreve a decir si esta pérdida de fauna será irreparable, lo que sí asegura es que «proliferarán algunas especies que no deberían estar» y que la laguna «todavía tardará unos meses» en oxigenarse y recuperar el estado que tenía antes de la DANA.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis

Publicidad