Sol, lluvia y siemprevivas para llevar a San Blas a la pinada de Santiago de la Ribera
Las romeras portaron al santo en la llegada al paraje, donde las peñas prepararon migas, arroces y barbacoas
El sol y la lluvia se alternaron este lunes para celebrar la romería de San Blas, una de las fiestas más tradicionales del año en la costa del Mar Menor. Los vecinos sacan al santo protector de la garganta de la iglesia de Santiago de la Ribera para llevarlo hasta la pinada de San Blas, acompañado por decenas de romeros con sus trajes huertanos. Algunos caballistas se unieron a la procesión, que para a lo largo del recorrido para que se alternen los portapasos. A dos toques de campana, el mayordomo del trono, Antonio Romero, ordenaba parar la comitiva. A otros dos, el antiguo trono se ponía en marcha con un suave balanceo, que se convertía en giros en cada cruce de las avenidas al ritmo de la banda musical.
La Hermandad de Santiago y San Blas decoró este año el trono con rosas rojas, moradas siemprevivas, agujas de pino y ramas de eucalipto. Entre los faroles dorados, bajo los pies del santo se pueden ver, grabados en el trono, el corazón de Jesús, la mitra del santo que fue médico y mártir cristiano, la paloma blanca y la cruz de Santiago con dos conchas.
Al llegar al camino de la casa Benimar (1910), las mujeres sostuvieron al santo ya en dirección a la ermita, donde se celebró una misa y se entregó el título de Romero del Año, este año a María del Carmen Teruel Muñoz y José Luis Vera Gómez.
A lo largo del fin de semana, la fiesta de San Blas congregó en la pinada a las peñas elaborando migas y barbacoas. El espectáculo ecuestre y el concurso de lanzamiento de caramelos de San Blas con la boca completaron el programa de este año.
