Sabic ralentiza su producción y el reparto de botellas desde Repsol butano queda paralizado

El bloqueo de entrada y salida de camiones del Valle de Escombreras, provocado por los piquetes de la Plataforma para la Defensa del Sector de Transporte de Mercancías por Carretera Nacional, comienza a pasar factura a grandes empresas, como Sabic, y a pequeñas y medianas relacionadas, sobre todo, con los sectores de la construcción y la ganadería. También se ve afectado el reparto de botellas de butano por parte de Repsol, que ayer vio cómo tenía que paralizar la distribución en grandes camiones en sus instalaciones cartageneras.

Desde la madrugada de ayer, una treintena de piquetes impiden el paso a todo vehículo pesado cargado o que vaya a cargar gas, combustible o cereales al puerto y a las empresas que están ubicadas en este polo energético.

Los piquetes estuvieron ubicados en la rotonda de Alumbres, a un kilómetro aproximadamente de la entrada a los muelles de Escombreras y a medio kilómetro de los accesos a las instalaciones de Repsol. Es, además, la entrada para las cisternas que van a cargar combustible a Exolum, la antigua CLH, que después reparten en la mayoría de las gasolineras de la Región.

Según fuentes de la Federación Regional de Organizaciones y Empresas de Transporte de Murcia (Froet), al día pasan por esas instalaciones 300 vehículos, que surten de combustibles a la Región y a parte de Alicante y Albacete.

El director general de la Autoridad Portuaria, Fermín Rol, solicitó ayuda a la Delegación del Gobierno para que los vehículos no tengan problemas en su ruta de salida y entrada de los muelles. En la zona hubo cuatro patrullas de la Guardia Civil, que vigilaron que no hubiera altercados.

Sabic fue una de las más perjudicadas. A esta empresa, ubicada en La Aljorra, llegan cada día 55 camiones que cargan materias primas en el puerto. El cierre de la carretera les obligó a ralentizar su producción ante la falta de fenol y acetona para fabricar sus plásticos de última generación, según fuentes de la compañía saudí.

También las empresas de importación de cereales se están viendo afectadas al no llegar a su destino la mayor parte de las 14.000 toneladas diarias de cereal que llegan a los muelles. Este problema agrava la crisis en la importación de este producto.

Durante la huelga, aunque no hubo altercados, sí hubo momentos de cierta tensión, como los ocurridos sobre la una de la tarde. A esa hora llegaron a la rotonda dos convoyes, uno compuesto por ocho camiones cargados con bombonas de butano vacías y otro de seis vehículos para cargar grano en el puerto. Todos los conductores, tras escuchar a los piquetes, tuvieron que volver por donde habían llegado.

«Vamos a estar aquí de manera indefinida. Esto lo hacemos no solo por nosotros, sino por todos. El aumento de los costes, sobre todo del combustible, para nosotros es inasumible», explicó a LA VERDAD uno de los piquetes, un camionero que prefirió mantenerse en el anonimato.

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