Al rescate del barco fenicio de Mazarrón

El operativo detallado por Carlos de Juan, el experto de la Universidad de Valencia a cargo de la misión, señala que el 'Mazarrón II', como se conoce esta embarcación antigua, se dividirá en veintidós secciones aprovechando «las miles de fisuras, visibles e invisibles», grietas y separaciones completas que presenta su casco. La toma de más de 2.000 fotografías, durante una campaña el pasado verano, permitió realizar un 'mapa' que recoge las principales fracturas. Esa información se ha utilizado ahora para calcular el número de secciones. No se descarta que también haya que aplicar una «división quirúrgica» de algunas de las partes de la embarcación siguiendo su juntas arquitectónicas. De Juan ilustro de la siguiente manera el estado que presenta el pecio: «Está totalmente fragmentado, es un conjunto de muchas tablas sustentadas por el sustrato arenoso».

Las labores para reflotar el pecio, con más de 2.500 años de antigüedad, se completarán en dos meses. En concreto, los arqueólogos calculan 44 días hábiles, ya que creen que necesitarán 48 horas para extraer cada una de las piezas. Tienen en cuenta, además, que habrá momentos en que no podrán trabajar bajo el agua por las corrientes y las condiciones meteorológicas.

De Juan, con una amplia experiencia como arqueólogo subacuático, dedicó buena parte de sus explicaciones a justificar la alternativa elegida. En su comparecencia en el Museo Arqueológico de Murcia (MAM), el experto señaló que la operación nada tiene que ver con «la imagen bucólica» de un barco «emergiendo del mar como si fuera la película de 'Piratas del Caribe'». Y marcó las diferencias respecto a otros rescates de pecios, en referencia a naves del siglo XVIII, fabricadas en roble, recuperadas de una pieza. En el caso del 'Mazarrón II', el principal problema radica en su antigüedad y en la materia prima empleada. «Principalmente se trata de pino e higuera; esa madera lleva más de 2.500 años bajo el agua, está empapada, sin estructura interna, porque ha perdido toda su celulosa. La extracción en posición horizontal provocaría que la embarcación se quebraría al cruzar la frontera mar-agua. No soportaría la presión», detalló.

El rescate en porciones también facilitará el tratamiento posterior en los laboratorios del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua), en Cartagena. En sus cámaras de criodesecación (liofilización) no cabe el barco fenicio entero, que mide 8,15 metros de eslora y 2,25 de manga. Los arqueólogos esperan trabajar con piezas de 1,5 por 1,5 metros.

Con el fin de evitar que los trozos de madera se descompongan debido a su fragilidad en su camino a la superficie terrestre, los técnicos ha diseñado unas estructuras especiales, en resina y con moldes en 3D, que se acoplarán dentro del agua antes de la extracción. Estas 'cunas' se adaptarán a cada una de las piezas para evitar que la madera pierda su curvatura longitudinal y transversal.

En principio, el rescate del pecio estaba previsto en junio. El retraso respecto a esa fecha inicial se debe a la fabricación de estas estructuras, ya que ha habido que buscar una resina más resistente. También se ha tenido en cuenta la presencia de bañistas en la playa de La Isla en plena campaña de verano. No obstante, los trabajos previos a la extracción ya han comenzado. Una empresa especializada realiza ya las 'cunas' (está previsto fabricar 40), y en agosto comenzará el montaje de un laboratorio de campaña a pie de excavación.

Descubierto en 1994, debido a un cambio en las corrientes marinas, el pecio se conserva en un sarcófago metálico a poco mas de dos metros de profundidad. El operativo diseñado prevé abrir la caja de protección y desenterrar por sectores (de popa a proa) la zona a trabajar, para después etiquetar cada una de las porciones de madera. Estás serán ancladas a los soportes y trasladadas a un laboratorio de campaña a pie de la excavación. Tras su limpieza, registro para inventario y documentación mediante escáner láser, la madera será embalada de nuevo con film plástico, para evitar pérdidas de humedad, y trasladada por carretera a Arquatec, las instalaciones del museo donde el 'Mazarrón II' será tratado con el fin de garantizar su conservación futura.

Dicho proceso se alargará durante al menos cuatro años. De momento, continúa en el aire dónde quedará expuesta esta joya de la arqueología subacuática, si en el Arqua de Cartagena o en un centro de nueva planta en Mazarrón.

La comunidad científica tiene puestos los ojos en esta intervención debido a que el 'Mazarrón II' «es un ejemplo único de la navegación y arquitectura naval fenicia», indica De Juan. Su importancia de alcance internacional reside en el hecho de ser uno de los barcos antiguos más completos descubiertos en el mundo hasta la fecha, pues se conserva casi entero desde la proa hasta la popa.

En su interior conserva todas las cuadernas de higuera cosidas con fibra vegetal, mientras que las tracas de pino que forman el casco están unidas por un sistema de espigas, y se empleó una fibra vegetal para calafatear las juntas.

La presentación del plan de rescate del 'Mazarrón II' también sirvió ayer para dar cuenta de la sintonía que mantienen la Comunidad y el Ministerio de Cultura. Desde hace años, trabajan de la mano para asegurar la salvaguarda de esta joya de la arquitectura naval antigua. En 2021, propiciaron un encuentro internacional de expertos en el que se tomó la decisión de extraer el pecio como la mejor garantía para su conservación.

Tanto la Consejería como el Ministerio son conscientes de que la comunidad científica está pendiente de la misión, que marcará un hito de cara a futuras intervenciones en este campo. De hecho, la consejera Carmen Conesa recordó ayer que «la Unesco incluyó en su registro de buenas prácticas el proyecto del 'Mazarrón II'». Destacó «que se trata de un bien único de incalculable valor» y que su rescate supondrá «abrir una nueva puerta para investigar la presencia fenicia en el Sureste. Nos ayudará a conocer mejor nuestra historia, de la que nos sentimos orgullosos».

En el acto también intervino, por videoconferencia desde Madrid, el director general de Patrimonio Cultural y Bellas Artes del Ministerio. Isaac Sastre quiso «poner en valor el resultado de una colaboración permanente entre ambas administraciones. Este proyecto es un buen ejemplo del saber hacer en patrimonio subacuático». Aseguró que los laboratorios del Arqua se «han actualizado» y están preparados para acometer el tratamiento del pecio. Allí se procederá a su limpieza y desalación. A continuación se aplicará una resina especial para después secar la madera mediante el proceso de liofilización. Eso sí, ni Conesa ni Sastre aclararon dónde se mostrará el pecio al público. «Es el punto final al que aún no hemos llegado», dijo Sastre. Conesa expresó «nuestra disposición a que su exposición se lleve a cabo donde se considere adecuado, atendiendo siempre a que se cumplan todas las condiciones y garantías de preservación». El Arqua es una de las opciones, y Mazarrón reclama el barco para que ocupe un museo de nueva construcción.