La Región de Murcia encabeza la caída de la industria por la incertidumbre económica y política

Este descenso, en un contexto de incertidumbre económica, es el más pronunciado del país y triplica ampliamente la media nacional (-7%), que marca números rojos en 12 comunidades.

Un retroceso como el experimentado por la Región sólo se ha registrado en términos similares en Asturias (-24,9%) y Galicia (-17,7%). El resto de autonomías en las que ha decrecido se quedan cerca del -10% o por debajo.

Detrás de estas cifras está la inestabilidad política y económica nacional y regional, señalan los expertos Salvador Marín e Isabel Martínez Conesa, de la UMU.

Influye además el enfriamiento de la economía en Alemania y China, que está arrastrando al sector industrial europeo y la caída de la demanda de los hogares españoles, que han priorizado los gastos en experiencias, más que en bienes, como reacción a la inflación y a la subida de los tipos de interés hasta el 4,25% en julio, que afecta a los hipotecados.

Desde CC OO, Santiago Navarro, secretario general, apunta a la deuda histórica de la Región en materia de transporte que nos ha llevado a dar pasos importantes en carreteras, ferrocarril y aeropuertos con 10 años de retraso, algo que, a su juicio, nos coloca a la cola porque llegamos tarde.

«Ahora lo tenemos imposible para competir con el aeropuerto de Alicante, que se ha convertido en el aeropuerto del sureste de España y nos ha quitado hasta lo poco que teníamos con el turismo en San Javier», dice.

Navarro pone el acento en que el problema no son los datos coyunturales de junio, sino el hecho de que «la Región jamás ha tenido una verdadera planificación para su desarrollo, un Plan Industrial que siempre ha estado en fase de desarrollo».

En esa línea se pronuncian desde la Confederación Regional de Organizaciones Empresariales (Croem), que reiteran que «es muy necesario elaborar un plan integral dedicado a la industria para que se convierta en un motor real de creación de riqueza y empleo». Si ese paso no se da, avisan de que «seguiremos viendo cómo bajan esos porcentajes», dicen en alusión a la industria.

Le quita hierro al asunto, la Consejería de Empresa, que señala entre los factores que más han influido en la caída de la tasa interanual del Índice de Precios Industriales (IPI) el suministro de energía eléctrica, gas, vapor y refino de petróleo. «Es algo relativamente habitual, el peso del sector energético en la Región es muy grande (Valle de Escombreras). En el verano la demanda de combustibles es menor, hay menos actividad industrial y comercial (logística)», dicen con el convencimiento de que esta tendencia se invertirá de cara al invierno.

Señalan, además, que el descenso del precio de la energía ha tirado a la baja ese IPI interanual «dado el importante peso del sector energético en la Región».

Por su parte Francisco Fuentes Campuzano, secretario del Colegio de Economistas, destaca que el sector industrial lleva tres meses con tasas negativas, después de dos años de recuperación tras la pandemia y crecimiento, por encima de los datos precovid.

«Es normal que, ante muchos meses de tasas positivas y altas, le sigan tasas al contrario, negativas, pero no tan elevadas como las positivas», explica.

Sin embargo, cree que hay que tener en cuenta otro factor «menos simplista» que es «la incertidumbre del ciclo económico actual». En este contexto, habla de «comportamientos preocupantes», en referencia a que «las empresas están paralizando decisiones de inversión» por esa «incertidumbre o por agotamiento».

Y eso «es un mal indicador». De hecho, lo que más le preocupa es «que la situación se traslade al empleo», que hasta ahora se ha mantenido e incluso crecido «pese a la inflación y tipos de interés». «Si las empresas, por la razón que sea, dejan de invertir, se notará en la cifra de negocios de la industria (ya se está notando) y esto puede llevar a una destrucción de empleo, que es lo peor que podría pasarnos, porque entraríamos en una espiral negativa», insiste.

Ahora toca ver cómo se comportan el sector y el índice de cifra de negocios de la industria a la vuelta de vacaciones.

«No tenemos el escenario muy claro y la famosa incertidumbre, parece que irá desapareciendo, pudiendo componer un panorama bastante más claro, tanto en positivo como en negativo», señala el secretario del Colegio de Economistas, que ve nubarrones en camino. «Veremos a ver cuánto aguanta el empleo», dice.

En cambio, el economista, exconsejero y profesor de la UMU, Salvador Marín, defiende que «acabaremos el año prácticamente igual que el año anterior».

Él señala la inestabilidad política como otro factor que influye en el pinchazo de la industria. «Todo el mundo espera que se clarifiquen las situaciones políticas tanto a nivel nacional como regional y eso hace que tenga ciertos efectos en las decisiones empresariales».

Según explica, el peso que tiene la industria del petróleo, la energía, la farmacéutica y química en la Región, con una menor demanda, explica esta caída del 26% en las cifras de negocio.

Personalmente no le gusta hacer un seguimiento de un solo mes en un sector tan importante que aporta más del 13% del empleo (en este caso «productivo, estable, con gran proporción de contratos indefinidos»).

En su opinión hay que relativizar y ser conscientes de que tener industrias es bueno, pero hay que entender que las subidas y bajadas en el sector también nos van a afectar.

Algo menos optimista es la profesora de la UMU Isabel Martínez Conesa, que vaticina que este decrecimiento en el sector industria se notará en el empleo.

«Muy probable que impacte en el empleo. El incremento del coste de la cesta de la compra y de los tipos de interés de las hipotecas tensiona las economías familiares. Han crecido las quiebras de empresas, caerá el empleo y podría provocarse deterioros en cadena», avisa.

También señala hacia la formación de Gobierno porque de ahí depende si las políticas económicas que se proponen «son las mismas o podemos esperar un cambio. Daría confianza».

En estos momentos «la inseguridad política y jurídica» mina «la confianza para emprender nuevas inversiones en España» tras una subida del IPC en julio del 10,8% en un sector que sufre el incremento del precio de la energía, las materias primas, los tipos de interés, el fin de los préstamos ICO y el cierre de la financiación bancaria a determinados sectores, concluye.

Desde la Subdirección General de Estudios, Análisis y Planes de Actuación del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo explican a LA VERDAD que «ven recomendable la prudencia» ante la evolución de los datos del sector industria en la Región para los próximos meses tras la caída interanual del 26% en el índice de cifras de negocios de junio pasado. Y lo hacen basándose en el comportamiento de la industria regional con una tendencia decreciente desde junio de 2022, cuando «marcó el mayor valor de todas las comunidades ese año, con un valor de 237,5».

«En los 5 meses consecutivos que transcurrieron entre abril y agosto de 2022, la Región de Murcia experimentó crecimientos interanuales de más del 50%. En mayo de 2022 el crecimiento fue del 67% y en junio del 63,5%». Y estos números hacen que, comparativamente, los descensos que se están produciendo estos meses sean mucho más acusados para las comunidades que experimentaron fuertes crecimientos el año pasado. «Si observamos el valor del índice, el último dato de 175,1 (junio de 2023) continúa siendo superior a la media nacional (148,6) y se sitúa en niveles de diciembre de 2022».

El Metal registró números positivos en el primer trimestre del año, con un crecimiento interanual del 6,3% pese a que, según la Fremm, necesitan 3.000 trabajadores. Para encontrar mano de obra cualificada, grandes industrias como Sabic, Ilboc, Repsol o Navantia y de empresas auxiliares de la Asociación de Mantenimiento Industrial y Naval, integrante de Fremm, han buscado esos perfiles en otras comunidades: aquí no los hay. De ahí que en junio la sociedad civil de Cartagena pidiera un esfuerzo para abrir un centro de formación industrial y naval por el que apuesta Fremm. En el sector, el empleo alcanzó los 58.130 cotizantes, un 3,1% más que en 2022. Creció en todos los subsectores, a excepción de comercio y otras reparaciones del Metal. Fremm espera que esta tendencia se consolide este año.