El regadío junto a la laguna ha crecido un 31% desde 1990
El Colegio de Geógrafos achaca a una errónea ordenación territorial en la Comunidad el desastre ecológico y aboga por crear el Parque Regional del Mar Menor
Detrás de la grave crisis ambiental que atraviesa el Mar Menor se encuentran las «malas prácticas» y el «descontrol» en materia de ordenación territorial que han reinado en la Comunidad en las últimas tres décadas. Así lo estima el Colegio de Geógrafos de la Región de Murcia en un comunicado difundido este viernes donde solicita «medidas valientes» a los partidos políticos para «solucionar o minimizar el problema» de la laguna. Este lo achaca, fundamentalmente, a la multiplicación del terreno destinado al regadío en las comarcas del Campo de Cartagena y el Mar Menor, que ha experimentado un crecimiento de más del 31% desde 1990, según los cálculos del colegio, que estima que más de 10.000 hectáreas se han convertido a la agricultura intensiva en la zona, al pasar de 32.400 a 42.580 en ese periodo. También señala a la «ocupación desordenada» del litoral por el auge del desarrollo urbano.
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Recuerda el Colegio que la multiplicación de la superficie de regadío se ha disparado desde la llegada de las aguas del trasvase Tajo-Segura, en la década de 1980, mientras que, paralelamente, se ocupaba la zona de costa con nuevas construcciones en todo el entorno del Mar Menor, invadiendo «numerosas zonas inundables», sobre todo en los municipios de San Javier y Los Alcázares.
Para el órgano colegial, esas son las dos causas principales que provocan las aportaciones de agua contaminada a la laguna, que proceden de una combinación «de aguas superficiales, aguas subterráneas y del Mar Mediterráneo». Por una parte, se encuentra la alta carga de nitratos de los acuíferos, que «desembocan directamente en el mar o indirectamente en las ramblas que vierten en él», y las escorrentías que las lluvias torrenciales en la zona, que los arrastran junto a los sedimentos.
Según una cartografía realizada por el colegio, que permite el análisis de los usos de suelo, en las zonas con proximidad a la laguna del Mar Menor, concretamente Cartagena, La Unión, Fuente Álamo, Torre Pacheco, San Javier, Los Alcázares y San Pedro del Pinatar, la superficie destinada a uso artificial del suelo, es decir, urbano, pasó de ocupar 71,2 kilómetros cuadrados en 1990 a 133,5 en 2018, lo que supone un incremento de más del 87%.
Soluciones y propuestas
El Colegio señala que, «tras años de políticas y proyectos nefastos e ineficaces», espera «que a partir de este momento se produzca un punto de inflexión donde se empiecen a tomar medidas efectivas que tiendan a revertir la situación crítica en la que se encuentra este espacio natural».
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Entre estas medidas señala como prioritarias la «reordenación de las distintas actividades» cerca de la laguna, comenzando por la «drástica reducción de la superficie de regadíos» y, continuando por «un desarrollo urbano sostenible». «Todo ello –matiza– de una manera adecuada y progresiva, afectando de la menor manera posible a la población de la zona».
Además, considera que otra medida que sería adecuada para salvar el ecosistema de la laguna sería la creación del Parque Regional del Mar Menor para «otorgar una mayor seguridad y protección a este espacio natural tan singular», por lo que pide que la posibilidad sea sometida a estudio.
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Por último, el Colegio de Geógrafos tiende la mano a las distintas administraciones competentes para aportar su visión y soluciones apoyadas en la ciencia al problema del Mar Menor, donde «interfieren diversos factores que deben ser tratados de manera integral dentro de un ecosistema muy complejo». Por ello, recuerda que «el geógrafo es uno de los profesionales más competentes» a la hora de solucionar este tipo de problemas, «siempre teniendo en cuenta la visión del desarrollo sostenible».
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