Los recortes de agua por la sequía alcanzan a la ganadería regional

Sin embargo, hay una 'víctima' de esas limitaciones hasta ahora desconocida. Ganaderos de la comarca del Noroeste y del norte de Lorca han recibido en las últimas semanas dos notificaciones de la Confederación Hidrográfica del Segura, donde se les ha informado de una reducción anual de los volúmenes de agua a los que tienen derecho y con los que dan de beber al ganado. El recorte nace de sendos acuerdos de la Comisión Permanente de la Sequía, donde se estableció que todos los aprovechamientos de aguas superficiales y subterráneas (menos el abastecimiento urbano) que se ubiquen en la margen derecha del río Segura tendrían un 25% menos de cantidad al año.

Esta área afecta a gran parte del Noroeste (Moratalla, Cehegín, Caravaca y parte de Calasparra), el norte del municipio de Lorca y parte de Almería. En concreto, las granjas afectadas son aquellas que tienen permiso para suministrarse de los recursos de los ríos Moratalla, Argos, Quípar, Guadalentín y aguas arriba del embalse de Puentes, además de los acuíferos de Anticlinal de Socovos, Caravaca, Alto Quípar, Bajo Quípar, Detrítico de Chirivel, Vélez Blanco-María, Valdeinfierno y Sierra de la Zarza.

La organización agraria Coag Murcia ha enviado un requerimiento a la CHS donde exige que se exima a estas explotaciones ganaderas de los recortes de las restricciones hídricas o, en su caso, que se desarrollen una serie de medidas que flexibilicen los recortes para poder «garantizar la supervivencia del ganado».

José Miguel Marín, presidente de la coordinadora agraria en la Región, asegura que nadie de la Comisión advirtió a los ganaderos de la margen derecha del Segura de que estas limitaciones también les afectaba: «Nos parece improcedente el pretender aplicar esa reducción de concesiones a las granjas, primero porque se incumplen multitud de normativas de bienestar animal, pero también de reglamentos europeos».

Los restricciones más gruesas se las han llevado hasta ahora los regadíos tradicionales y no tradicionales de las vegas del Segura, pero dada la situación de escasez de recursos al oeste de la Región, tras el verano se aplicaron recortes del 12,5%, y el último del 25%. «Esto puede suponer un impacto demoledor, millonario diría, si se aplican dichas limitaciones», lamenta Marín, porque «estamos hablando de animales, es un disparate la notificación que han enviado».

Las granjas más afectadas son aquellas que tienen un modelo intensivo, en concreto las explotaciones de porcino y de caprino para leche. «No debemos olvidar que solo un porcentaje pequeño del agua va destinada al consumo animal y, por tanto, su impacto en la sequía no es relevante. Un recorte sustancial en su consumo de agua implicará, de forma inexorable, la perdida de muchos animales», advierte Coag.