Más de 2.000 regantes están pendientes de acreditar que no contaminan el acuífero del Mar Menor
Otros quinientos, que representan el 28% del Campo de Cartagena, han certificado hasta ahora que no dañan el Cuaternario, a quince días de cumplirse el plazo
Quinientos regantes del Campo de Cartagena han presentado hasta ahora los informes técnicos para acreditar que no contaminan el acuífero Cuaternario vinculado al Mar Menor. ... Representan el 28% de la superficie total de riego afectada por las medidas cautelares dictadas por la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), según informa la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, entidad encargada remitir los expedientes al organismo de cuenca. Sus responsables temen que se produzca un colapso en las dos semanas que quedan para poder cumplir con el plazo marcado por la CHS, que autorizó una prórroga de un mes, que vence el 8 de septiembre.
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Los 500 informes presentados, más otros 50 que se ultiman, están todavía lejos de los 3.000 expedientes aproximados que habrá que tramitar de los propietarios y arrendatarios de las explotaciones del Campo de Cartagena sujetas a esta medida. por ello, temen que la comunidad y todos sus comuneros no puedan hacer frente a los numerosos requisitos y documentación para acreditar que cumplen las medidas para preservar el acuífero, principalmente las relacionadas con la limitación en el uso de fertilizantes.
La implantación de sondas multiparamétricas, que miden la humedad y otros factores del suelo, es obligatoria para todas las parcelas con una superficie mayor de 10 hectáreas y para todas las situadas en la Zona 0, aún siendo inferiores. El objetivo es garantizar que a esa profundidad no percola agua al acuífero, indicó la Confederación.
Los datos
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35.000 hectáreas de riego hay en el Campo de Cartagena sobre un total de 42.000 regables.
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24.000 parcelas deben acreditar que cumplen las medidas.
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3.000 regantes afectados, sobre un total de 10.000 comuneros.
Los expedientes deben ir acompañados por los informes técnicos realizados por ingenieros agrónomos, con su visado.
La CHS señaló en junio, cuando comunicó el primer plazo de dos meses, que no existen excepciones para cumplir la orden de protección del acuífero, por lo que es obligatoria para todas las explotaciones agrícolas. Dicha obligatoriedad afecta a pequeños huertos sin casi actividad, cuyos dueños tratan de explicar su singularidad.
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Numerosas consultas
La CHS advirtió de que cortará el suministro de agua a las explotaciones que no acrediten que cumplen las medidas de protección, cualquiera que sea la procedencia de los caudales, lo cual incluye las dotaciones del Trasvase Tajo-Segura. De hecho, la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena tiene suspendidos 20 hectómetros de la desaladora de Torrevieja y de una pequeña dotación del río Segura.
El presidente de la Comunidad de Regantes, Manuel Martínez, reiteró el compromiso para acreditar el cumplimiento de las medidas y señaló que su organización está colaborando y trabajando al «máximo ritmo» para ayudar a los comuneros a cumplimentar la compleja documentación. En la sede de Cartagena, se registra una gran actividad de regantes que solicitan certificados y datos sobre sus parcelas. Dado que se trata de un número muy elevado de afectados, no se sabe si todos llegarán a tiempo para presentar los expedientes antes del 8 de septiembre, ya que deben ir acompañados de los informes de ingenieros y técnicos agrónomos. La comunidad precisó que hay 6.000 hectáreas del Campo de Cartagena que no están afectadas por las medidas cautelares.
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Los expedientes presentados a la CHS serán remitidos a la Consejería de Agricultura para que los revise y certifique si las fincas cumplen o no los requisitos sobre el uso de fertilizantes, entre otras muchas medidas, tras lo cual los devolverá a la Confederación, que será la que conceda finalmente el permiso de agua.
Esperan que la CHS autorice el agua desalada de Torrevieja
La Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena espera que antes del 1 de octubre se despejen las incertidumbres sobre los caudales que necesita para regar el próximo año hidrológico. Con las aportaciones del Trasvase bajo mínimos, debido a la situación de excepcionalidad hidrológica en la cabecera del Tajo, a lo cual se suman las limitaciones del Ministerio reduciendo el envío máximo de agua, los regantes confían en que la Confederación Hidrográfica del Segura vaya levantando la suspensión del suministro de la desaladora de Torrevieja, conforme certifique que se cumplen las medidas cautelares para preservar el acuífero.
La entrega de los recursos hídricos de este año está paralizada, aunque la Comunidad de Regantes los ha adquirido a Acuamed, que está produciendo los volúmenes comprometidos y los almacena en el embalse de La Pedrera. La suspensión también afecta a la desaladora de Escombreras desde el pasado mes de octubre. Varios clientes que han acreditado las medidas están recibiendo agua.
Unido a esto, los regantes han dejado de utilizar el agua de la depuradora de Torre Pacheco, debido a la alta salinidad, que supera con creces el máximo permitido (una conductividad de 4.800 microsiemens sobre los 3.000 tolerables). La depuradora regenera las aguas residuales urbanas, pero no elimina la sal. La alta salinidad se debe al ascenso del nivel freático del acuífero, que se incrusta en la red de alcantarillado.
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