El PSRM no quiere más 'castejones'

Viernes, 22 de enero 2021, 02:40

Esther Clavero se equivocó al aceptar que le pusieran la vacuna el 14 de enero, y volvió a errar ayer al no asumir su fallo ... y presentar la dimisión. La primera vez es hasta cierto punto comprensible: un voz sanitaria amiga la convence y le da la oportunidad y ella, influenciada por su enfermedad, cae. Da igual que no partiera de ella, que lo hiciera con cita previa y a la luz del día, se saltó el protocolo de vacunación y punto. La segunda es mucho más grave, porque, sabiendo ya que lo ha hecho mal y que la han pillado -que conste que el comunicado con su 'confesión' lo difundió tras informarle LA VERDAD de que iba a publicar la noticia-, insiste en su error. A veces, llega un momento en la carrera de un político en que debe escoger entre el poder institucional o la fuerza moral. Los cortos de miras eligen el poder, el pan para hoy y hambre para mañana. Eso es lo que hizo ayer Clavero, con el agravante de que arrastra con ella a su partido. El desgaste puede ser tremendo de ahora en adelante para el PSOE de Molina y para la alcaldesa, a la que le han pedido la dimisión todos los grupos municipales, excepto el suyo, incluido el concejal de Podemos que forma parte de su gobierno y hasta ahora le ha garantizado la mayoría absoluta. Si Podemos eleva el tono de sus exigencias o decide romper el pacto de gobierno con los socialistas, la segunda mitad de la legislatura puede ser insufrible para Clavero.

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En el PSRM-PSOE son mayoría los que piensan que la regidora no ha obrado bien, pero tras el escándalo con la alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón, al inicio de la legislatura, que terminó con ella y todos sus concejales expulsados por haber pactado con el PP a espaldas de la ejecutiva regional, han optado por la prudencia. Entonces perdieron la representación en la segunda corporación local más importante de la Región y aún tienen pendiente la reconstrucción del partido. Ahora no quieren que les pase igual en el cuarto municipio de la Región.

El secretario general socialista, Diego Conesa, anunció ayer en rueda de prensa la apertura de un expediente disciplinario y la suspensión cautelar de militancia de Esther Clavero, además del nombramiento de una gestora que, posiblemente, esté dirigida por el secretario de Organización. Es el procedimiento habitual, el que utilizó el partido con Castejón, el mismo que ha puesto en marcha Ximo Puig en la Comunidad Valenciana con otros tres alcaldes socialistas que también se vacunaron cuando no les tocaba. Conesa eludió ayer pedirle a la alcaldesa de Molina la dimisión y la entrega de su acta de concejal, una decisión que solo le corresponde a ella tomar, como cargo electo que es, pero tampoco se le oyeron palabras de apoyo y aliento.

Las perspectivas de Clavero no son halagüeñas, pero el partido ha optado por la prudencia para causar el menor daño en el grupo municipal

A juzgar por las opiniones oídas ayer de dirigentes del PSOE murciano, las perspectivas de la alcaldesa no son halagüeñas. Pero, si al final el expediente concluye con su expulsión, no quieren perder a todo el grupo municipal ni ceder demasiado terreno en un municipio en el que hacía décadas que no lograban unos resultados electorales tan satisfactorios. Clavero ha fortalecido y cohesionado el PSOE molinense y, si debe dar un paso atrás, la ejecutiva regional socialista quiere tener al relevo preparado.

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