Los psicólogos alertan de maltratos a mayores que pasan «inadvertidos»

El Grupo de Trabajo de Envejecimiento del Colegio Oficial de Psicólogos de Murcia ha alertado de que existen muchos tipos de maltrato a personas mayores que son «sutiles» y pasan «inadvertidos» como, por ejemplo, la administración abusiva de medicamentos, el aprovechamiento de sus recursos económicos, o quitarles derechos al tratarles como si fueran niños pequeños.

Así lo subrayó ayer Sonia Gayoso Requejo, miembro de este Grupo de Trabajo, coordinadora del Grupo de Neurociencia y psicóloga de la Asociación de Familiares y Enfermos de Alzhéimer y otras demencias neurodegenerativas (AFAL), con motivo del Día Internacional de Toma de Conciencia del Abuso y el Maltrato en la Vejez, que se conmemora hoy, 15 de junio.

El Grupo de Trabajo de Envejecimiento se ha sumado al manifiesto elaborado por el Consejo de Colegios Oficiales de Psicología de España con motivo de esta conmemoración. Los profesionales advierten de situaciones de maltrato «que pasan desapercibidas», y que pasan por quitar derechos a los ancianos. Gayoso destacó que, hasta hace un tiempo, los propios profesionales que trabajan en el ámbito del envejecimiento solo hablaban del maltrato físico y psicológico. Sin embargo, se han dado cuenta en los últimos años de que el maltrato aborda «algo más», y hay muchos tipos.

«Yo misma me asombro y cada día descubro algún tipo de maltrato nuevo», confesó Gayoso. El maltrato no es solo lo que se puede percibir desde fuera, sino que incluye todo lo que hace sentir mal a la víctima. La psicóloga pone como ejemplo el maltrato «farmacológico», que consiste en usar la medicación de los ancianos, a veces, de forma «abusiva» para tener controlada a una persona, para que no se mueva tanto, para que no sea tan hiperactiva o, al contrario, para estimularla porque está muy dormida. En estos casos, se usa la farmacología de forma «no adecuada». La mayoría de los mayores están «polimedicados».

A veces, es la propia familia la que induce al personal médico a prescribir medicamentos que no son necesarios. «En ocasiones, refieren que el anciano está muy agitado, que no duerme o que necesita un control constante», detalló Gayoso. Esas personas mayores, «a lo mejor, han sido toda su vida así, inquietos o con mucha actividad», lo que implica estar más pendientes de ellos pero no que sea una patología.