Prácticas universitarias en pueblos de menos de 5.000 habitantes
«Aprendí más en tres meses en la residencia para personas con enfermedad mental de Abanilla que en toda la carrera»
Sobre el papel, no parecía la oferta de prácticas universitarias de verano más sugerente, pero Laura López, ya graduada en Psicología por la Universidad ... de Murcia, lo vio claro. La joven se apuntó el pasado verano al programa Campus Rural, que ofrece prácticas remuneradas con mil euros al mes a los estudiantes universitarios dispuestos a realizarlas en localidades de menos de 5.000 habitantes. «Aprendí más en tres meses que en toda la carrera, incluso estuve al cargo de terapias grupales. Repetiría sin dudar», valora hoy, satisfecha además de contar en su currículo con una experiencia muy valorada en su campo. Laura López pasó el verano trabajando en la residencia para personas con enfermedad mental Santa Ana de Abanilla, donde se sintió cómoda desde el primer día.
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El Programa Campus Rural es una iniciativa desarrollada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en colaboración con el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y la Conferencia de Rectores y Rectoras de las Universidades Españolas (CRUE), que permite a los universitarios de cualquier titulación oficial realizar prácticas formativas en entornos rurales. La iniciativa apuesta «por las potencialidades del territorio, la promoción del empleo joven y el impulso del talento local, fomentando la vinculación de la población de diferentes zonas con los espacios rurales y generando nuevas formas de arraigo y vínculo que impulsen la actividad y creen oportunidades de empleo en el territorio».
Alumna de Derecho también en la UMU, Ángela Botía hizo sus prácticas en el Ayuntamiento de Librilla, una experiencia que cambió sus planes profesionales y que le descubrió otra vida a apenas veinte kilómetros de su casa. «Es otro mundo, me he pasado la vida por el centro de Murcia, en los centros comerciales, y fue un descubrimiento. Conocí a mucha gente, y hasta me invitaron a las fiestas de las pitanzas», recuerda la joven, que prepara la oposición a secretaria de intervención, una función que conoció durante sus prácticas en el Ayuntamiento de Librilla.
La Universidad Politécnica de Cartagena también participa en el programa. La estudiante de Arquitectura Ana Belén López Alcaraz hizo el pasado verano dos meses de prácticas en la Oficina Técnica del Ayuntamiento de Pliego, un municipio próximo a su localidad natal, por lo que no necesitó alojamiento. «Fue muy interesante para conocer cómo es el trabajo urbanístico, una de las salidas laborales de la Arquitectura», explica la estudiante de la UPCT, que está terminando el grado en Fundamentos de Arquitectura e iniciando el máster habilitante para ejercer la profesión. El programa, que busca contribuir al reequilibrio territorial incentivando la llegada de capital humano a los espacios más despoblados para dinamizar su tejido productivo, social e institucional, se repetirá este verano en todas las universidades españolas adscritas.
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