Martínez-Almeida: «Los políticos deberíamos preocuparnos de reconectar especialmente con los jóvenes»

–Recientes encuestas confirman la desafección de los menores de 30 años por la política y revelan que sus prioridades no se corresponden con los asuntos que marcan a diario la agenda de los grandes partidos. ¿Le preocupa?

–Por supuesto que es preocupante. Yo creo que la desafección es a los políticos y no a la política. Tenemos que hacer autocrítica. A los jóvenes sí les interesa la política, porque al final la toma de decisiones sobre la situación del mercado de trabajo, el acceso a la vivienda o la generación de mejores oportunidades educativas les interesa. Y eso es política. Los que les hemos generado la desafección somos los políticos y cuando estamos atravesando una crisis tan fuerte y no nos habíamos recuperado todavía de la de 2008. Entonces hubo generaciones de jóvenes que perdieron el ascensor social y esto es lo que va a pasar ahora también. Deberíamos preocuparnos especialmente de reconectar con los jóvenes. Si no, puede haber generaciones perdidas de españoles.

–Además de autocrítica, ¿qué más van a hacer los políticos para remediarlo?

–Los políticos tendríamos que hablar el lenguaje que se habla en la calle. Así de claro. Tú te puedes identificar con unas ideas o con otras, pero lo que sí puedes identificar es cuando un político, piense o no como tú, habla con el lenguaje que tú utilizas. Usamos un lenguaje con el que no se nos identifica y generamos debates que no son precisamente los que están en la calle. A los jóvenes hay que reengancharlos desde la importancia que tiene la política, hablando su lenguaje y con debates que de verdad les interesen.

–¿A esa desafección contribuyen episodios como el de la moción de censura de la Región de Murcia y su efecto dominó?

–Sin duda. En general, la sociedad asistió atónita a una moción de censura en medio de un pandemia y escasamente justificada. No nos conseguían explicar por qué había que presentar una moción de censura en la Región de Murcia y vimos que había un reparto: una iba de presidenta [de la Comunidad] y otro de alcalde de Murcia. Pero nadie nos explicó qué motivos había para impulsar la moción en medio de una pandemia. Yo creo que la gente se extrañó y también creo que reaccionó. En Madrid, Isabel Díaz Ayuso pasó de 30 a 65 escaños, sumando más que toda la izquierda, y eso es fiel reflejo de lo que gran parte de la sociedad presenció con estupor, el intento de desestabilización de gobiernos autonómicos, porque no hay nadie que crea que el Partido Socialista iba a parar en Murcia.

–¿Entiende que se le pongan reparos éticos al pacto de López Miras con tránsfugas y expulsados de Vox para mantener el poder?

–Si nos hubieran explicado qué es lo que no se estaba cumpliendo del programa de investidura que Ciudadanos pactó con López Miras, podría aceptar lo que usted me dice. Pero cuando se estaba cumpliendo el pacto, no hubo denuncia alguna al respecto y había un gobierno funcionando en medio de una pandemia, convendría que en vez de hablar de tránsfugas pensáramos quiénes fueron los que traicionaron la voluntad de sus votantes y quiénes fueron los que se mantuvieron leales a sus votantes.

–¿Y por ello está justificada la salida del PP del pacto antitransfuguismo?

–Es que, si tenemos en cuenta que en el pacto antritransfuguismo había una persona muy significada con Izquierda Unida y vinculada a un miembro del Gobierno, la ministra Montoro, pues tenemos que dudar de la neutralidad del pacto. Lo que no vamos a hacer es formar parte de algo que, siendo necesario, se utiliza políticamente cuando les interesa y cuando no, no se pone en marcha.

–Pablo Casado insiste en que, de haber elecciones ahora, gobernaría España. La última encuesta del CIS, sin embargo, amplía la ventaja del PSOE sobre el PP. ¿Cómo lo ve tan claro Casado?

–Desde hace dos meses, todas las encuestas publicadas nos dan una ventaja que nos sitúan en torno a 130 escaños. Casi nadie duda de que el profesor José Félix Tezanos es un miembro activo del PSOE que ha convertido el CIS en una plataforma de utilización partidista. Ya dijo que en las elecciones de Madrid la izquierda estaba técnicamente empatada y superaba al bloque de centroderecha. Cuando el PP sacó siete escaños más que toda la izquierda, Tezanos debió plantearse si está en condiciones de seguir dirigiendo el CIS. Y otro dato: si las encuestas dicen que le va tan bien a Pedro Sánchez, ¿por qué hace esa crisis de gobierno? Hay una máxima: lo que va bien no se toca.

–Las encuestas que les dan ganadores también señalan que necesitarían el apoyo de Vox para gobernar. ¿Estarían cómodos?

–Nosotros aspiramos a tener el resultado más amplio posible para gobernar. No renunciamos a una mayoría amplia. Por mi experiencia, yo tengo un pacto de investidura con Vox y todavía nadie desde las filas de la izquierda ha sido capaz de decirme qué parte de ese pacto no es compatible con nuestro modelo de convivencia y con nuestro ordenamiento jurídico. Cuando uno gobierna con Podemos y pacta con Bildu, PDeCat y Esquerra Republicana ya no está para preguntarle a nadie con quién va a pactar.

–Critican sin piedad al Gobierno por no frenar la subida del recibo de la luz. ¿Qué haría el PP en la actual situación?

–Gran parte del problema viene de la política de incentivo y fomento de las energías renovables que puso Rodríguez Zapatero, cuyas primas seguimos pagando los españoles a través de la factura de la luz. Haríamos una reforma energética en la que trabajaríamos desde el punto de vista fiscal y tributario y abaratar los costes de la luz. Es posible. Lo que parece asombroso es tocar el techo histórico tres veces en menos de un mes.