La pobreza muy severa se duplica por la pandemia y afecta ya a 115.000 murcianos
El último informe de la red EAPN en España alerta del riesgo de exclusión de casi un tercio de la población
La pandemia ha disparado la pobreza en la Región, más allá de su impacto sobre la salud. Y, especialmente, se refleja en la evolución de la llamada pobreza severa, que mide el grado más intenso de la escasez de recursos económicos. Según calcula el último informe de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES), unos 169.000 murcianos se encuentran en situación de pobreza severa, 19.000 más que el año anterior. Pero, además, otras 115.000 personas, 51.000 más que el año anterior, sufren privación material severa (PMS), un indicador que señala la población que no puede acceder a productos concretos como comer carne, mantener la temperatura adecuada en la vivienda, estar al día en pagos y afrontar gastos imprevistos.
Así se extrae de este último informe sobre 'El estado de la pobreza en España', presentado ayer por la red EAPN-ES. Y es que, tras la importante reducción de la pobreza muy severa que se venía registrando desde 2016, en 2020 volvió a aumentar 3,3 puntos porcentuales, hasta situarse en el 7,6% del conjunto de la población de la Región. Un incremento «elevado», ya que implica que la cifra de hogares cuyos ingresos por unidad de consumo son inferiores al 40% de la mediana de la renta regional es un 77% superior a la de 2019. Además, está seis décimas por encima de la media nacional y es la quinta cifra más elevada del país, tan solo superada por Comunidad Valenciana, Canarias, Andalucía y Extremadura.
Con todo, a pesar de este aumento, la privación severa mejora un 16% con respecto a 2015 (objetivos Agenda 2030 y ODS), lo que, combinado con el aumento de población, supone que hay 16.000 personas menos en privación material severa con respecto a ese año.
281 euros al mes por persona
Por su parte, las familias que se considera que viven en pobreza severa son las que no superan los 6.417 euros por unidad de consumo al año; o, lo que es lo mismo, donde cada persona debe sobrevivir con menos de 281 euros mensuales (en el caso de un núcleo con dos adultos y dos menores). En este sentido, la tasa murciana de pobreza severa del pasado año fue del 11,2%, 1,2 puntos porcentuales más que en 2019.
Asimismo, casi un tercio de la población de la Región, exactamente el 29,7%, está en riesgo de pobreza y exclusión social, más allá de la mejora experimentada en los últimos tiempos y de que en 2020 se constató una evolución positiva al respecto, pese al lastre de la crisis de la Covid.
En detalle
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Empleo: El 9% vive en hogares de baja actividad laboral El indicador BITH se refiere a las personas entre 0 y 60 años que viven en hogares en los cuales se trabaja menos del 20% de su potencial total de empleo. El 9,2% de la población menor de 60 años residente en la Región lo hace en este tipo de hogares con baja intensidad. La tasa es la misma que en 2019, y viene de un período de reducciones consecutivas de cinco años. A pesar de esto, se está lejos de volver a las cifras del inicio de 2008.
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Renta: 3.195 euros menos por persona que la media La renta media por unidad de consumo de la Región es de 14.921 euros (9.849 euros por persona). La cifra es 3.195 euros inferior a la media nacional y mantiene la Región como la segunda con la renta media más baja del país, tanto por persona como por unidades de consumo, y solo superior a Extremadura. En este último año, la renta media por unidad de consumo se incrementó en el 9,4%, es decir, más que la media nacional.
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Pensiones: Casi la mitad están por debajo del umbral En la Región, 119.675 personas -unas 24.000 más que el año anterior- reciben una pensión cuyo importe es inferior al mínimo considerado para no ser pobre. Es decir, casi la mitad, el 47,7% de todas las pensiones percibidas por los ciudadanos de la Región de Murcia están por debajo del umbral de pobreza, que se sitúa en el año 2020 en 688 euros al mes. Si se consideran solo las pensiones de viudedad, el índice sube hasta el 61,6%.
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Manutención familiar: Las dificultades se disparan frente a 2008 Las personas que no pueden permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada dos días representan un 50% más que las que existían en 2008, aunque no forme parte de la medición del índice. No obstante, entre los valores que aumentan a la hora de medir la privación material severa, debe destacarse a aquellas personas que no pueden permitirse comer proteínas dos veces por semana, cuyos valores se triplican y crecen hasta el 8,1%.
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Tecnología y equipamientos: Hasta el 56% carecen de un ordenador La cifra de quienes no pueden disponer de un ordenador propio representa un 56,6% más en la Región que la media nacional. El resto de los ítems de medición, a excepción del de las personas que no pueden permitirse un automóvil, son superiores al resto del país en valores de entre un 15% y un 31%. También se duplican holgadamente las personas que no pueden mantener la casa a una temperatura adecuada y crecen hasta el 13,4%.
A partir del indicador Arope, que analiza ingresos, empleo y condiciones de vida para establecer el umbral de riesgo, se estima que unas 447.000 personas residentes en el territorio regional están en una situación de riesgo de pobreza, lo que supone hasta 26.000 menos que las contabilizadas el año anterior. Sin embargo, tampoco se puede obviar que todavía no se llega a los valores anteriores a la primera crisis financiera.
La comparación con el año 2008 arroja un incremento de 2,2 puntos porcentuales, lo que supone un aumento del 8% en el conjunto del período. No obstante, es una tasa inferior a la registrada en el conjunto del territorio nacional.
En su análisis, la red EAPN, integrada por diferentes organizaciones de carácter no lucrativo –presidida en la Región por Rosa Cano–, revela que los datos de pobreza de este año avalan cierta evolución favorable, en particular respecto a 2015, designado año de control de la Agenda 2030 y en el que la tasa Arope alcanzó el 44,9%, el peor de toda su serie histórica. Por ello, el índice de riesgo disminuyó en 9,1 puntos porcentuales y 120.000 personas menos. Sin duda, un aspecto positivo en el contexto del incremento que se ha producido a nivel nacional.
Además, a pesar del incremento de este último año, los datos mejoran también con respecto a 2015. Así, la tasa Arope se reduce 1,6 puntos porcentuales, lo que supuso la salida de unas 71.000 personas de la pobreza severa. Claro que las cifras siguen, todavía, muy por encima de las registradas antes de la crisis, al afectar al 8,2% de la población, que suponen 52.000 personas más en pobreza severa.
La quinta por la cola
Sobre el riesgo de pobreza y exclusión, el descenso de 2,2 puntos sobre el ejercicio pasado sitúa la Región como la segunda autonomía que más ha reducido esta tasa porcentualmente (6,9%). No obstante, la tasa regional es un 12% más elevada que la media y es la quinta región con el índice Arope más alto, solo por detrás de Extremadura, Canarias, Andalucía y Castilla-La Mancha.
Por su parte, la tasa de pobreza global de la Región se reduce este año y pasa a ser del 25%, el segundo dato más bajo de toda la serie. Aunque supone el quinto más alto de todas las regiones, solo inferior al de estas últimas autonomías.
Hasta 376.000 pobres en la Región; y más mujeres que hombres
Existen 376.000 murcianos pobres, de los cuales 194.000 son mujeres y 182.000 son hombres. Con todo, debido al descenso en la tasa de pobreza, se recorta la diferencia con la media nacional, que pasa a ser de 4 puntos porcentuales. Hay que tener en cuenta que Murcia fue una de las comunidades autónomas que sufrió con mayor intensidad las consecuencias de la crisis que empezó en 2008. De hecho, un impacto directo de todo este periodo es la existencia de 57.000 personas más en riesgo de pobreza y exclusión social. Incluso, desde entonces, los registros Arope, de pobreza, de pobreza severa y Privación Material Severa (PMS) son superiores a la media nacional en porcentajes que oscilan entre el 8,6% y el 19%. Aunque, con respecto a 2015, la tasa de pobreza como tal se ha reducido en 6,8 puntos (21,4% menos), lo que supone que 9.000 personas han salido de la pobreza en ese periodo. Y, con respecto a 2008, la diferencia se recorta medio punto. Aun así, debido al incremento poblacional, hay 28.000 personas más en pobreza de las que había hace ya trece años.