El plan para la UMU y la UPCT blinda todo el coste de salarios y gastos hasta 2029
Los más de 1.300 millones del nuevo acuerdo plurianual de la Comunidad llevarán la paz financiera a las universidades públicas los próximos cinco años
Las dos universidades públicas de la Región disfrutarán de cinco años de paz financiera hasta 2029, sin sobresaltos ni tensiones por la incertidumbre de cuadrar ... sus cuentas cada ejercicio. La Universidad de Murcia (UMU), la Politécnica de Cartagena (UPCT) y el Gobierno regional firmarán la próxima semana su nuevo plan plurianual de financiación, que lleva el sosiego económico a los campus y, en principio, satisface las aspiraciones económicas de las dos universidades públicas de la Región.
Publicidad
Cuatro años de espera
-
El anterior plan de financiación plurianual firmado en septiembre de 2015 entre el entonces presidente de la Comunidad, Pedro Antonio Sánchez, y los rectores José Antonio Franco y José Orihuela, dotó a las dos universidades de asignaciones por valor de más de 910 millones de euros hasta 2020.
-
El plan venció en 2020 en plena pandemia, cuando las universidades y la Comunidad estaban volcadas en garantizar el funcionamiento de las instituciones, la docencia, exámenes, investigación... Las crisis energética y de precios fueron retrasando las nuevas negociaciones.
-
Las negociaciones del nuevo plan las retomó el entonces consejero Miguel Motas, pero la moción de censura al Gobierno regional y el nombramiento posterior de Valle Miguélez, ex de Ciudadanos, como consejera, supuso un parón. Miguélez retomó el proceso en 2021.
-
El papel del director general de Universidades Christian de la Fe dio un gran impulso a las negociaciones, que avanzaron con su gestión, pero la falta de unidad de acción con la consejera, Valle Miguélez, hizo embarrancar los progresos de De la Fe. Las reuniones con Miguélez estuvieron marcadas por la tensión y el desencuentro, hasta que se alcanzó un punto de ruptura que requirió la intermediación de San Esteban.
-
La toma de posesión de Juan María Vázquez el pasado 2023 como consejero de Universidades, quien se marcó el acuerdo como prioridad, encauzó las negociaciones, llevadas al terreno por el director de Universidades, Antonio Caballero, y que han culminado con el acuerdo en las últimas semanas.
El asunto mollar del nuevo plan de financiación, más que la asignación global, que rondará los 1.300 millones de euros para los próximos cinco años, se sustenta en lo que los representantes han dado en llamar la 'fórmula'. El acuerdo blinda la asignación por parte de la Comunidad del llamado 'capítulo 1', esto es, las nóminas del personal y los gastos corrientes, al 100%. Es decir, las dos universidades públicas tienen garantías de que dispondrán de fondos suficientes del Gobierno regional para pagar todos los meses a su personal y levantar la persiana de los campus con los gastos que acarrean hasta 2029, incluso en el caso de que la aprobación de cambios normativos implique subidas salariales. Las cantidades asignadas en el plan plurianual al 'capítulo 1' no tendrán que encajar pues variaciones derivadas de nuevas normas y legislaciones, como subidas salariales y modificaciones de las figuras docentes derivadas de la reforma universitaria LOSU. Además, la partida queda cubierta al 100%, no como ocurrió con el anterior plan (que venció en 2020). En aquel momento -y en una coyuntura económica compleja y tras años de recortes-, parte de la partida estaba vinculada a los remanentes de las dos universidades y a la posibilidad de ampliar el techo de gasto.
El diseño de otro proyecto separado del plan plurianual para dotar la asignación de infraestructuras y proyectos estratégicos es otra de las patas centrales del acuerdo. Las grandes necesidades, acumuladas durante más de una década con el capítulo de inversiones en cifras casi testimoniales, serán objeto de otro proyecto y encararán carencias como la puesta a punto y climatización de varios edificios de la UPCT y la remodelación de la antigua Facultad de Medicina en la UMU, por ejemplo. El incremento de la financiación media por estudiante, que permite un crecimiento exponencial, también es básico en la concepción de las cuentas.
El cumplimiento de objetivos alineados a los intereses estratégicos de la Región permitirá a las dos universidades públicas hacer crecer sus asignaciones. El plan delimita pues la financiación estructural de las universidades, es decir, las nóminas -apartado que debe encajar las subidas salariales y el coste de los cambios en las plantillas derivados de la aplicación de la LOSU- de los profesores, investigadores y personal técnico, de gestión y de administración y servicios, los incrementos retributivos de cualquier naturaleza y los gastos corrientes que permitan alcanzar el funcionamiento básico de la universidad, «incluyendo las particularidades de las infraestructuras». Y estructura otro apartado vinculado al cumplimiento de objetivos basados en indicadores propuestos por las universidades y por la Comunidad que repercutan en cuestiones estratégicas para la competitividad y el bienestar de la Región.
Publicidad
Las claves
-
Blindaje El plan garantiza el pago del 100% del 'capítulo 1', que son salarios del personal y gastos corrientes, con una cláusula de seguridad que establecerá que los cambios normativos estatales o regionales no se descontarán de esa cifra. Esa seguridad evitará tensiones e incertidumbres anuales.
-
Inversiones Al margen de la financiación consignada, se diseña otro plan de infraestructuras y proyectos estratégicos, que atenderá las necesidades pendientes desde hace años en las dos universidades relacionadas con el estado de los edificios.
-
Posibles ampliaciones La asignación del plan no está cerrada, ya que se vinculan cantidades adicionales a la consecución de objetivos relacionados con la excelencia y la internacionalización.
-
Aumento por estudiante La financiación promedio por estudiante aumenta, lo que implica un incremento exponencial del presupuesto.
La negociación de las nuevas cuentas, que superarán los 1.300 millones de euros, ha partido de una buena posición de salida: en los dos últimos ejercicios, la Comunidad ha incrementado cerca de un 20%, que se consolida ahora, su asignación a las universidades públicas. Las cifras de partida han mejorado, pero también el clima en el que se han desarrollado las relaciones entre las tres instituciones. Con la rúbrica del nuevo plan, los dos rectores, José Luján (UMU) y Beatriz Miguel (UPCT), dejarán atrás cuatro años de tensiones y desencuentros en los que la coyuntura, primero, y el desacuerdo, después, impidieron avanzar.
La urgencia de la pandemia frenó en seco los avances en 2020, cuando en teoría debía aprobarse el nuevo plan. La falta de entendimiento después, con Valle Miguélez al frente de la Consejería, cercenó cualquier avance del director de Universidades, que sentó las bases del plan. El nombramiento de Juan María Vázquez como consejero recondujo las conversaciones hasta el acuerdo, que debe llevar la estabilidad a las cuentas de las universidades los próximos cinco años, hasta 2029.
Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión