Las personas con discapacidad intelectual toman la palabra: «Necesitamos que nos escuchen»

«Les hemos pedido que nos escuchen y les hemos dicho que las personas con discapacidad intelectual necesitamos que nuestras opiniones se tengan en cuenta», explicó tras el encuentro la calasparreña Ana Isabel Martínez, que el año pasado fue elegida por sus compañeros como presidenta del Comité de Representantes de Plena Inclusión de la Región para trasladar sus opiniones y participar activamente tanto en el seno de las propias entidades del tercer sector como en «todos los ámbitos de la sociedad».

«Somos un grupo de personas con discapacidad intelectual que hemos sido elegidos por nuestros compañeros para dar voz a nuestro colectivo», cuenta. «Esto es el resultado de mucho trabajo -asegura-. Primero fui votada por mis compañeros de APCOM en Calasparra; dentro de este comité me eligieron para representarles en el Comité de Personas con Discapacidad de la Región, de ahí pasé a representar al propio comité y, a día de hoy, también estoy en la plataforma estatal». El apoyo de sus compañeros y sus habilidades comunicativas han llevado a Ana Isabel a entrevistarse con diversos representantes de la Administración y personalidades, entre ellas la Reina Letizia, desde que fuera elegida como representante el pasado año.

El acto, celebrado en la sede del Gobierno regional, el palacio de San Esteban, supuso la puesta largo en la Comunidad de este comité, un hecho que Joaquín Barberá, presidente de Plena Inclusión, considera el inicio de «una revolución». «Algunas asociaciones como la nuestra, que tiene más de 50 años de historia, las formamos los familiares precisamente para reclamar los derechos de las personas con discapacidad, y ahora son ellos quienes se pueden representar a sí mismos, no solo ante los poderes políticos, sino también ante las propias asociaciones para hacer valer sus opiniones e influir en su funcionamiento», reconoce.

Ana Isabel detalló algunas de las principales peticiones que trasladaron al presidente y la consejera. «Más ayuda para hacer que todos los lugares sean accesibles para las personas con discapacidad intelectual y para poder vivir independientemente contando con los apoyos que necesitamos», señaló. El presidente de Plena Inclusión explicó tras la reunión que una de las reclamaciones claves que el colectivo planteó en el encuentro fue la necesidad de apostar por más opciones de alojamiento que sirvan como alternativa al modelo de las residencias. Otra de las peticiones, según contó Ana Isabel, fue «que se tenga en cuenta que el ocio también es muy importante para nosotros, que es algo que a veces se olvida». «No solo es ir a cenar o al cine -subrayó-. También tenemos derecho a ir de viaje y a tener otras alternativas que podamos disfrutar de forma independiente».

Barberá reconoció que en las asociaciones se toman «muchas decisiones por ellos», y que en ese proceso los afectados tienen «que ser oídos». «Es algo con lo que estamos de acuerdo, y la predisposición de la Administración también es buena».

Por su parte, López Miras recordó que ya está abierto el plazo para solicitar las ayudas individualizadas de entre 500 y 7.000 euros que el Gobierno regional ha lanzado para personas con una discapacidad al menos el 33 por ciento para la adquisición de equipamiento y ejecución de mejoras en materia de accesibilidad. Las solicitudes podrán realizarse hasta el próximo 18 de junio y beneficiarán, según los cálculos de la Consejería, a casi 1.500 personas. «Nuestro objetivo es avanzar en la autonomía de este colectivo», aseveró el presidente regional, que concedió que «cuando se toman decisiones, hay que contar con las personas, y eso es lo que hacemos al escuchar y dar participación a las organizaciones que representan a las personas con discapacidad».

La ayuda de la Comunidad variará según su destino. Por ejemplo, aportará hasta 500 euros para comprar unas gafas; la destinada a la adquisición de una cama eléctrica será de hasta 1.200 euros; para la ampliación de puertas o compra de audífonos se conceden hasta 2.000 euros; hasta 2.500 para el cambio de bañera a pie de ducha, o hasta 7.000 euros para la instalación de una plataforma elevadora salva-escaleras.

«Es verdad que ahora tenemos más ayudas, pero necesitamos más apoyo -afirmó la portavoz del comité-. No solo se trata de ayudas económicas. También son otras cosas, como tener más voluntarios para poder tener ocio».