Pedro Sánchez pilotará el reparto de los fondos europeos a las autonomías
El PP rechaza que para la distribución del dinero de la UE se dé prioridad a los proyectos sobre criterios de población o impacto económico
Ramón Gorriarán
Madrid
Sábado, 1 de agosto 2020, 09:24
Los 16 presidentes autonómicos que ayer acudieron a la llamada de Pedro Sánchez en San Millán de la Cogolla (La Rioja) -entre ellos el murciano Fernando López Miras- abandonaron el monasterio de Yuso con más dudas que seguridades sobre el reparto del fondo de ayuda que la Unión Europea destinará a España para la reactivación de la economía.
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La decisión de que esta caja quede exclusivamente en manos del presidente del Gobierno no fue bien acogida por los líderes territoriales, principalmente los del PP, que temen que las decisiones de reparto lleguen ya cocinadas a las futuras conferencias de presidentes que se vuelvan a celebrar después del verano. Y es que se conoció -y causó inquietud, sobre todo entre los barones populares- que con el dinero europeo se financiarán los proyectos concretos que presenten las autonomías (en una primera tanda, centrados en digitalización, transición ecológica, igualdad de género y cohesión social y territorial) y no se seguirán criterios más objetivos de población, envejecimiento o impacto económico del virus. A juicio de los más críticos, esta circunstancia deja en el aire que haya una distribución más o menos proporcional entre las regiones.
Comisión interministerial
El plan que esbozó Pedro Sánchez ante los dirigentes regionales pasa por constituir una comisión interministerial que presidirá él mismo, así como una unidad de seguimiento del fondo de reconstrucción. Esta última se dejará en manos de su jefe de Gabinete, Iván Redondo. La intención, según explicaron desde el Ejecutivo central, es promover la colaboración público-privada a través de un grupo de alto nivel a fin de amplificar el efecto de los proyectos que se pongan en marcha. A este esquema se añadirá una colaboración «multinivel» con las autonomías, que se concretará en una conferencia sectorial encabezada por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
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La Conferencia de Presidentes celebrada ayer en el monasterio riojano de Yuso en San Millán de la Cogolla logró casi un pleno de asistencia, con la inesperada participación del lehendakari vasco Iñigo Urkullu, y con la única ausencia del president de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra. Antes de la reunión, el presidente del Gobierno defendió la homogeneización autonómica, un viejo debate que hunde sus raíces en los años de la Transición, cuando se diferenciaron las comunidades históricas de las de nuevo cuño, las de vía rápida y de las de vía lenta. Pedro Sánchez lo planteó a propósito de la estrategia de reconstrucción nacional por la pandemia de la Covid-19, pero el mensaje era general. Las autonomías, dijo, «tienen que estar todas al mismo nivel, con las mismas oportunidades».
El encuentro se ciñó al guion de las veinte celebradas desde 2004, siete presenciales en 16 años y 14 por videoconferencia durante los tres meses del estado de alarma. Todos los gobernantes acudieron con su pliego de demandas domésticas bajo el brazo, los presidentes que compartían color político con el Gobierno de turno, en este caso los socialistas, salieron satisfechos, y los de la oposición, los populares, pusieron el acento en las carencias. Para el Gobierno la cita fue «un éxito», en palabras de la ministra de Política Territorial, Carolina Darias. «Salimos como entramos» porque fue casi «un monólogo» de Sánchez, fue la queja de los del PP, en palabras del andaluz Juan Manuel Moreno Bonilla. Nada nuevo.
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Falta de preparación
Hubo, sin embargo, un reproche bastante transversal, el de la falta de preparación de la conferencia. En esta ocasión, casi no hubo orden del día, se limitó al análisis de los rebrotes de la pandemia y a los mecanismos para combatirlos, y al estudio de los criterios de reparto de los fondos europeos de reconstrucción. Pero ambos asuntos no estuvieron precedidos por un borrador de trabajo o de un intercambio de documentos entre los gobiernos, como ocurrió en anteriores citas.
Pedro Sánchez, pese a todo, está resuelto a explotar la veta del acuerdo a través de las cumbres autonómicas. Ha decidido que pasen de ser anuales o bianuales a que sean mensuales, porque ve más factible trenzar acuerdos con los gobernantes territoriales que con los grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados.
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Una de las dirigentes territoriales más críticas con el Ejecutivo de España fue la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. «Esta misma mañana, este fondo europeo ya estaba repartido, lo que nos da muy poco margen para ayudar, aportar y mejorar», declaró.
Otra actitud diferente mostró Alberto Núñez-Feijóo, presidente en funciones de Galicia. El barón popular, que representa el ala más moderada del PP, se comprometió a presentar «proyectos tractores» que dinamicen la economía, felicitando al Gobierno central por haber conseguido unos fondos europeos «que, si se invierten bien, serán muy buenos para España».
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En cuanto a los barones socialistas, el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, reclamó un reparto equitativo, pero hizo una llamada al diálogo al subrayar que «todos tenemos que hacer un esfuerzo para armonizar posiciones diferentes».
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