Paseos para una vejez saludable
Acción Solidaria - Obra Social 'La Caixa' ·
Cruz Roja desarrolla en Yecla un programa que busca incentivar la actividad física entre las personas mayores como método para mantener la salud y evitar la soledadBEA MARTÍNEZ
Lunes, 8 de febrero 2021, 07:41
Muchas personas celebran con entusiasmo la llegada de los 65 años. Tras una vida de esfuerzo y sacrificio, la jubilación es una etapa en la que las prisas y el estrés del trabajo son sustituidos por tranquilidad y tiempo de sobra para cuidarse a uno mismo y disfrutar de aquellas pasiones que se pensaban olvidadas.
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Una de las aficiones que más queda en saco roto ante las obligaciones diarias es el deporte. La actividad física, fundamental para mantener a raya cualquier patología y estar sano, suele ser uno de esos entretenimientos que vuelven con más fuerza que nunca con la jubilación. Precisamente de disfrutar con el deporte a una edad avanzada saben mucho en Yecla, un municipio en el que sus vecinos llevan desde marzo de 2017 acogiendo con interés el programa Promoción del Envejecimiento Activo, una iniciativa de Cruz Roja que tiene como objetivo reducir el impacto negativo del deterioro físico que se produce con el aumento de la edad. «Intentamos mejorar su calidad de vida desde un enfoque psicosocial en el que se interviene de forma grupal. La idea es mejorar sus hábitos saludables y su calidad de vida, centrándonos en la prevención de la dependencia», explica la coordinadora del programa en Yecla, Caridad Torres.
Para evitar esa dependencia o retrasarla el mayor tiempo posible, el programa plantea lo que se conoce como 'paseos saludables', una actividad que reúne una hora a la semana, normalmente los jueves, a un nutrido grupo de en torno a 35 personas mayores de 65 años. Ataviados con sus mejores prendas deportivas, disfrutan de un tiempo al aire libre que Conchi Muñoz, que participa desde que se jubiló, valora como «estupendo»; una opinión que comparte también Juana Lorenzo: «Apuntarme fue de lo mejor que pude hacer. Pasamos ratos muy buenos».
Caridad Torres: «Intentamos mejorar sus hábitos para prevenir la dependencia»
Aunque es frecuente que la actividad se realice dentro del núcleo urbano de Yecla, el programa también de forma periódica incluye rutas senderistas en zonas interurbanas y rurales, además de actividades de carácter cultural, sesiones informativas, talleres de competencias técnicas en aspectos como el etiquetado de alimentos y actividades de movilidad más específica o competencias personales, todas con el objetivo de «empoderar a la persona para que pueda y se vea capaz de hacer todas estas actividades», resume Torres.
«Necesitan relacionarse»
El programa Promoción del Envejecimiento Activo ha sido una actividad que con los años ha ganado más seguidores. Torres, que recuerda con cariño los inicios, «cuando empezamos los paseos con dos o tres personas», valora muy positivamente la evolución de una actividad que para muchos de estos mayores ya es todo un evento semanal: «Además del ejercicio físico, ellos lo ven como algo más de ocio. Esto es lo que la diferencia de otras actividades que se ofertan». En este aspecto, Manuela Fernández, voluntaria encargada de dirigir los paseos en grupo en las salidas semanales, señala lo contentas que están «las personas que van a andar con las que hablo. Muchas veces incluso más que andar necesitan hablar y relacionarse».
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En este sentido, andar durante una hora no solo se ha convertido en un modo de incentivar el deporte en la población mayor, sino que también es un remedio contra la soledad que suelen padecer las personas de esta edad. Precisamente este carácter social es uno de los detalles que más valora Conchi Muñoz, que dice haber aprendido a «estar con compañeros y relacionarme», tras una vida en la que, debido a su trabajo como aparadora, «he estado en mi casa y he salido poco. La convivencia con los compañeros nos ha beneficiado mucho porque te relacionas con otras personas y nos conocemos todos. Parecemos una familia», resalta.
Una experiencia semejante tiene Juana Lorenzo, a la que esta hora de deporte le ha permitido recuperar viejas amistades que hizo en su juventud: «Tenía amigas a las que conocía desde pequeña y en Cruz Roja nos hemos vuelto a encontrar. Tras casarnos, cada una hizo su vida y ahora hablamos de las cosas de antes, de nuestros padres... Lo pasamos muy bien. Si no fuese por una cosa así no sales», subraya.
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Por otro lado, aunque la actividad está enfocada en las personas mayores, Manuela Fernández considera que ella también ha salido beneficiada de estos paseos. «Soy voluntaria y se supone que voy a prestar un servicio, pero en realidad me he dado cuenta de que el servicio me lo hacen ellos a mí, porque yo también estoy integrada en el grupo y soy una más. En el fondo lo estoy disfrutando igual que ellos».
Adaptarse a la situación
Este disfrute del que habla la voluntaria de Cruz Roja se ha visto reducido por la pandemia del coronavirus, que ha obligado a suspender estos paseos en algunos momentos y, en otros, a dividir la actividad en grupos más reducidos, rompiendo por precaución en algunos casos con esa dinámica social que para algunos mayores es fundamental: «Al final son los más vulnerables ante esta situación. No es que ahora haya más soledad, sino que por motivos de la Covid-19 se ha visto más reflejada», apostilla la coordinadora.
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En este aspecto, tanto Conchi Muñoz como Juana Lorenzo, que dejaron de realizarla por miedo al contagio, esperan con ahínco volver pronto a una actividad que Muñoz dice «echar mucho de menos», algo que Lorenzo también confirma: «Estoy deseando que esto se pase para volver».
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