Jumilla y Yecla extreman las medidas para evitar contagios en la vendimia
Los dos municipios esperan una campaña de «calidad» con una subida en la producción de más del 10%
G. LÓPEZ y A. ALONSO
JUMILLA
Lunes, 14 de septiembre 2020, 08:05
«La uva está llegando a las bodegas en estos primeros días de vendimia con una calidad muy buena, ya que ha sido un año hidrológico muy completo; durante estas semanas previas no ha habido inclemencias y además hemos tenido ausencia de enfermedades». La frase, pronunciada por el presidente del Consejo Regulador de la DOP Jumilla, Silvano García, es esperanzadora. La campaña va a experimentar una subida del 10%. Si el año pasado se certificaron 77 millones de kilos de uva, ahora se llegará a los 85 millones de kilos, según las previsiones. El aumento también será similar en Yecla, donde se espera alcanzar los doce millones de kilos, más de un 10% que en 2019.
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Pero sin duda, además de la calidad y la cantidad, lo que va a marcar la vendimia es la pandemia del coronavirus. A este respecto, el presidente del ente vinatero sostiene que «tanto en las bodegas como en el campo se están llevando a cabo todas las medidas exigidas; se cumplen a rajatabla. Además, después de la reunión celebrada hace unos días con el Servicio Murciano de Salud y la alcaldesa, Juana Guardiola, se están extremando más».
En cuanto al tema de los traslados de los jornaleros hasta las fincas, «se están controlando las zonas comunes en los espacios de trabajo, como los vestuarios y donde se realizan los almuerzos. Se mantienen las distancias de seguridad, creando entornos seguros y que, en caso de positivos, los contactos estrechos sean el menor número posible», explica García. Añade que «se controlan los síntomas, se mantienen las mismas cuadrillas, los turnos de trabajo y una persona por hilo».
Sobre la vuelta a la fase 1 en Jumilla, García considera que «no debe afectar al normal desarrollo de la vendimia, ya que hay mucho control y los trabajos en el campo se pueden realizar siempre dentro de las normas». Algo que corrobora Elena Pacheco, gerente de Bodegas Viña Elena, que se encuentra ubicada en el paraje del Estrecho de Marín. «Al igual que pasó en marzo y abril, considero que laboralmente no nos va a afectar a la actividad de la bodega un nuevo confinamiento», apunta. «Estamos prestando una especial atención a que todos los empleados cumplan con las medidas impuestas. Entendemos que vendimiar con mascarilla es muy incómodo, pero es una medida que hay que cumplir». Añade que «las distancias también se controlan, tanto en la jornada laboral como en los descansos».
«Estamos asustados»
«Estamos asustados», señala el secretario de la DO Yecla y bodeguero, Antonio Candela, que se muestra preocupado por la situación que están viviendo en esta primera parte de la campaña de la vendimia ante el aumento de los casos de contagios entre los temporeros que recogen la uva. Las bodegas han pedido a los proveedores que tomen medidas extraordinarias, como que solo trabaje una persona por hilo de cepas, y que lo hagan por hilos alternos. Que no intercambien utensilios propios de la recogida de la uva como las tijeras o los cubos. Además, que desinfecten regularmente todo el material que utilicen. «Sabemos que es muy complicado mantener unas medidas higiénicas como las que se necesitan ahora mismo en el campo», comenta Candela.
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En su bodega no permiten la entrada de ningún agricultor que llega para entregar la uva. «Se les atiende sin que bajen del tractor. Se les ha colocado un lavadero en el exterior. Allí se pueden limpiar y rellenar las botellas de agua», relata. «Si entra el virus en una bodega y nos obligan a cerrar, se fastidia la campaña. Hacemos varios controles de temperatura diaria a los empleados y hemos restringido cualquier acceso», comenta este bodeguero, que diariamente recibe a numerosos agricultores pero en unas semanas esas visitas se multiplicarán con la llegada de la uva monastrell, la variedad autóctona, que es la que llena las reservas de las bodegas.
Buenos precios
En cuanto al precio de la uva para esta campaña, que es otro de los problemas que suele ir aparejado a cada época de vendimia, la pasada semana se reunieron las organizaciones Asaja, Coag y UPA con la Asociación de Empresarios del Vino de la Región (Asevin). El presidente de Asevin, Lorenzo Abellán, afirmó que «hay que tener en cuenta la difícil situación que atraviesan las bodegas, dada la crisis que vivimos». No obstante, aseguró que, «independientemente de las dificultades del mercado, las bodegas van a realizar un esfuerzo para que las uvas de calidad destinadas a embotellado mantengan buenos precios». Añadió que «será diferente en el caso de las uvas que vayan destinadas a elaborar vinos a granel o de mesa, donde este producto está a la baja y las empresas que compren uvas tendrán que pagarlas acorde a los precios del mercado».
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Lorenzo Abellán recuerda que «la ley de transparencia de la cadena alimentaria establece que debe haber obligatoriamente contratos de compraventa de la uva entre bodegueros y viticultores previo a la entrada del producto en las bodegas, y que los precios pagados deben garantizar que se cubre el coste de producción del agricultor». Explica, asimismo, que «establece que el Ministerio de Agricultura publicará los precios de coste, pero el Gobierno central no ha publicado nada, por lo que se hace imposible cumplir con el Real Decreto y ello produce una situación anómala y compleja».
Preocupación por los bajos precios
Las organizaciones agrarias han expresado este lunes su preocupación por la situación de la campaña vitivinícola al no cubrir los precios de referencia de la uva los costes de producción, siendo solamente rentables las explotaciones que se basan en un modelo de volumen y no de calidad, lo que contradice el trabajo que se está realizando dentro de las DOPs.
Se da la paradoja de que las producciones de secano son de muy bajos rendimientos y están desapareciendo a razón de mil hectáreas por año, lo cual puede provocar a cinco años vista la desaparición del modelo de viñedos y por ende de vinos de calidad.
Piden por ello al ministerio de Agricutura que haga públicos los precios de coste de producción, que tanto la Interprofesional del Vino como las distintas Comunidades Autónomas han puesto a su disposición, ya que mientras tanto se está obligando a los viticultores a vender por debajo de su coste de producción para poder salvar algo de sus cosechas.
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