La 'Iluminada de la Algaida' ya goza de su propio monumento funerario

Han pasado casi cien años desde que la archenera Francisca Guillén Ortega (1886-1932), conocida como 'la Tía Quica' o como la 'Iluminada de la Algaida', dejara este mundo. Sin embargo, el paso del tiempo no ha borrado de la memoria de varias generaciones una historia que sitúa a Francisca como una mujer que veía y sentía más que cualquier otro mortal.

A ella se le atribuye el anuncio hace 120 años de algunos acontecimientos que luego sucedieron. Fue además una mujer muy crítica con los poderes de aquel momento de la historia, lo que le sirvió para ser perseguida, humillada y amenazada en varias ocasiones. De hecho, su muerte llegó cuando aún no tenía 50 años y en extrañas circunstancias, lo que pudo precipitar su enterramiento.

Por ello, y a modo de homenaje, el Ayuntamiento de Archena, en coordinación con sus descendientes, organizó este sábado una exhumación del nicho donde Francisca Guillén estaba enterrada y su posterior sepelio en otro lugar preferencial del cementerio de Archena, donde en las últimas semanas se ha construido un monumento funerario. El acto, presidido por la alcaldesa de Archena, Patricia Fernández, despertó el interés de diferentes investigadores como del murciano Joaquín Abenza, que se desplazó hasta el lugar con sendos equipos del programa radiofónico 'El último peldaño' y del televisivo 'Cuarto milenio'.

El periodista archenero Tomás Guillén cuenta en el libro 'La Iluminada de la Algaida' que los seguidores de Francisca Guillén «se contaban por miles y procedentes de muchos lugares de la Región y provincias limítrofes, lo que provocó en más de una ocasión que fuera perseguida y vilipendiada por las autoridades políticas y eclesiásticas».

Según el periodista, esta vidente, santera, milagrera y visionaria, 120 años después de aquellas predicciones «aún sigue siendo comentada, admirada y referenciada por muchos habitantes de La Algaida, Archena y Lorquí, cuatro generaciones después de sus coetáneos».

'La Iluminada', según Guillén, predijo en el año 1900 «cinco acontecimientos nacionales y locales, de los que ya se han cumplido cuatro de ellos con exactitud». Pronosticó, en el siglo XIX, que el mundo estallaría en una guerra por el cielo (en referencia a la Segunda Guerra Mundial) y que después habría otra guerra entre hermanos (la Guerra Civil española). Dijo además que llegaría el día en el que la mujer llegaría a tener los mismos derechos que el hombre y vio la gran explosión del polvorín de Archena más de 50 años antes de que sucediera.

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