Dos heridos en una pelea multitudinaria entre grupos de jóvenes en las fiestas de Beniel
Uno de los implicados mordió en un brazo a un policía local cuando estaba siendo identificado por los agentes tras la reyerta
Fracturas de tabique y de un pómulo, y hemorragia en un ojo. Tres piezas dentales partidas y el rostro amoratado por varios hematomas. Este es el parte médico de dos jóvenes que estuvieron implicados en una pelea tumultuaria la pasada noche del jueves durante la celebración de las fiestas de La Candelaria, en Beniel. Los atacantes, cinco chicos de origen magrebí de entre 20 y 25 años, según fuentes cercanas al caso, se abalanzaron sobre un grupo de jóvenes sin mediar palabra y comenzaron a golpearles. La lluvia de patadas y puñetazos fue presenciada por numerosos asistentes que se encontraban en la calle Nicolás de las Peñas, que había sido cortada y habilitada para los festejos.
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Al parecer, la reyerta se produjo porque minutos antes, miembros del grupo de origen magrebí robaron un móvil a un vecino de 50 años en la zona de bares. Testigos de lo ocurrido indicaron a los agentes de la Policía Local la identidad de los responsables del hurto. Cuando los supuestos ladrones supieron que les habían acusado, varios de ellos fueron a buscarles y empezó una pelea multitudinaria en mitad de la calle, que fue grabada por varias personas con sus teléfonos móviles.
Dos de los agredidos sufrieron graves heridas por los golpes que recibieron y fueron atendidos en el centro de salud del municipio. Uno de ellos presenta fracturas de tabique y de un pómulo, y el otro afectado tiene graves lesiones en un ojo y la pérdida de tres piezas dentales.
Con antecedentes por delitos graves
Por su parte, la Policía Local localizó a los supuestos agresores. Durante la identificación de los sospechosos, uno de ellos mordió en un brazo a un agente, al tiempo que lanzó una patada a otro. El joven fue detenido y trasladado al cuartel de la Guardia Civil acusado de un delito de lesiones y otro de atentado a la autoridad.
Los identificados, algunos de ellos con antecedentes policiales por delitos graves, residen en un ‘piso patera’, ubicado en la calle Doctor Marañón y, según fuentes cercanas al caso, esa vivienda se ha convertido en un punto de gran conflictividad.
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