Ocho de cada diez adultos en riesgo de exclusión se criaron en la pobreza

Ocho de cada diez adultos en riesgo de exclusión sufrieron la pobreza cuando eran niños. Así lo advirtió ayer el responsable de la sección infantojuvenil de Cáritas, Juan Antonio Illán, durante su comparecencia ante la Comisión especial de Infancia y Adolescencia de la Asamblea Regional. Illán propuso como solución reforzar la educación de los menores y acompañarlos mientras sus padres trabajan o abrir comedores en los institutos para que los jóvenes se alimenten mejor y realicen actividades en el centro educativo.

El responsable de Infancia de Cáritas se mostró «preocupado» ante el hecho de que la pobreza «se herede». Illán matizó que la situación es más compleja y tiene un mayor impacto en los hogares donde hay niños, «conforme crece el número de niños en el hogar, se multiplica la pobreza. Hay que buscar apoyos a esta situación y favorecer que los padres tengan un empleo».

Entre los ejemplos que planteó en la comisión, destaca una guardería en Jumilla que abre a las 6.00 y cierra a las 20.00 horas para «intentar conciliar también las necesidades laborales que tienen las familias que acompañamos, que alguna de ellas está trabajando en el ámbito agrario y necesitan apoyos para poder acceder al mercado laboral».

Según dijo, si no se posibilita el acceso al mercado laboral de estas personas «lo que puede estar ocurriendo es ese fenómeno de los niños llave que se tienen que responsabilizar de abrir y cerrar ellos el hogar con 8, 7, 9 o 10 años». Asimismo advirtió de que un 25% de la población sufre situación de pobreza y exclusión social «y mantienen una situación continua». En este sentido, subrayó que las familias con «menos recursos y recursos sociales de apoyo viven peor las crisis y las viven con mayor debilidad».

Según señaló, «si no ayudamos a las personas que viven esta situación, la espiral puede ser muy negativa y puede ir agravándose la situación de las familias».

Durante su intervención, Illán aludió al informe Foessa, del que destacó las brechas de la composición familiar y por edad. «Si la media es un 25,4% de población en exclusión en la Región, cuando ponemos el foco en los menores de 18 años la tasa crece al 42%. Cuando estamos en el grupo de 18 a 22 años observamos una tasa del 30%», manifestó.

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