«Es necesaria una inmediata planificación antes de que los productores abandonen las tierras»

Ramírez, de la gestora de Coag, alerta de que esta fauna silvestre «está provocando un aumento muy acusado de parásitos como garrapatas y pulgas que trasmiten, incluso a las personas, fiebres víricas que ya prácticamente ya no se daban y que de nuevo están reapareciendo».

Y es que la prolongada sequía que está sufriendo la Región está haciendo que estos animales no encuentren comida en los montes en los que habitan, por lo que acuden a tierras próximas para conseguir alimentos. «No solo se comen los frutos, también las hojas e incluso en ocasiones la madera más tierna de los árboles, lo que ocasiona gravísimos daños», explicó Pilar Gómez, una agricultora de Cieza que tiene sus tierras en el paraje de Las Ánimas, cerca de las sierras del Oro y Almorchón. Andrés López es otro de los cosecheros afectados, quien augura un «futuro muy incierto y una España aún más vaciada de lo que ya está». López, propietario de 60 hectáreas en La Herrada plantadas con almendros y olivos, aseguró que las monterías que organizan desde las administraciones «no sirven de nada», por lo que «es preciso una nueva planificación de aquellas zonas donde puedan extenderse estos animales sin perjudicar a nadie».