Las multas por el uso del móvil al volante triplican ya a las de consumo de alcohol en la Región de Murcia
El fiscal de tráfico señala que restar seis puntos del permiso a quien coja el teléfono puede vulnerar el principio de proporcionalidad
Desde que los llamados 'smartphones' irrumpieron en nuestras vidas -posiblemente con más fuerza e intensidad de las que serían deseables-, los bandazos de los vehículos ... en las carreteras españolas se deben ya no tanto al consumo excesivo de alcohol como a las distracciones provocadas por el uso inadecuado de estos dispositivos. Tanto es así que la Dirección General de Tráfico (DGT) alerta de que la falta de atención a la conducción provocada por ir hablando por el móvil, cuando no consultando las redes sociales, haciendo uso de algunas aplicaciones y hasta grabando vídeos o haciéndose selfis en plena marcha, es ya la principal causa de siniestralidad vial y la responsable de al menos cuatro de cada diez accidentes mortales que se registran en la Región.
La preocupación de las autoridades por la creciente incidencia de estas prácticas de riesgo al volante es tal que el Consejo de Ministros aprobó en marzo una reforma legal del carné por puntos que significará la detracción de seis puntos -frente a los tres que se restaban anteriormente- a quienes sean sorprendidos usando estos dispositivos tecnológicos mientras conducen. El nuevo castigo previsto equipara estas prácticas con algunas de las infracciones viales más graves, como circular en sentido contrario o bajo los efectos del alcohol y las drogas.
En 2020 se impusieron 168.256 sanciones en la Región, de las que 118.392 se debieron al exceso de velocidad
Hubo 1.085 conductores que dieron positivo en la prueba de alcohol y otros 3.400 multados por no llevar el cinturón
La promesa de mano dura y las advertencias sobre los riesgos que entraña el uso de los 'smartphones' al volante no parecen haber hecho mella alguna, sin embargo, en muchos conductores, a juzgar por los registros de sanciones que ofrece la DGT. Solo el año pasado, la Guardia Civil y las distintas policiales locales impusieron en la Región 3.233 sanciones por el uso indebido de los teléfonos móviles durante la conducción, lo que convierte ya este tipo de infracciones en una de las más frecuentes en las carreteras murcianas. Baste señalar que en el balance del 2020 llegaron a triplicar las multas relacionadas con el consumo de alcohol (1.085) y a igualar prácticamente las motivadas por no usar el cinturón de seguridad (3.400), que se cuentan desde hace décadas entre las infracciones más clásicas y repetidas del panorama viario nacional.
También estrechamente vinculadas al uso de las tecnologías están las multas por el uso de auriculares mientras se conduce, que motivaron que 316 automovilistas fueran castigados el año pasado por ese motivo.
Dudosa constitucionalidad
Pablo Lanzarote, fiscal delegado de Tráfico en la Región, admite la creciente incidencia en la siniestralidad que tiene el uso inadecuado de los teléfonos móviles en los coches, lo que lógicamente obliga a prevenir y perseguir esas prácticas, pero advierte de una posible desproporción en las sanciones. «Desde luego que supone un riesgo retirar una de las manos del volante y apartar la vista de la carretera, aunque sea por un segundo. Pero castigar a alguien con una pérdida de seis puntos del permiso de conducir por usar el móvil supone equiparar esa infracción con otras de enorme gravedad, como los mayores excesos de velocidad, circular en sentido contrario y conducir bajo los efectos del alcohol y/o las drogas», reflexiona. En esa línea recuerda que «tanto en las sanciones penales como en las administrativas se debe atender al principio constitucional de la proporcionalidad con la infracción cometida, y no sé si en este caso se cumple».
Lanzarote indica que existen otras prácticas muy habituales entre los conductores, como podría ser ir pendiente de la radio del coche o incluso ir bebiendo o comiéndose un bocadillo, «que comportan un riesgo similar al de consultar el teléfono móvil, y sin embargo no se contempla la misma sanción para ellas».
La Guardia Civil pilló a más de 5.000 personas circulando sin carné
Parece increíble, pero no por ello es menos cierto. Un total de 5.212 conductores fueron sorprendidos el año pasado circulando sin tener permiso de conducir o teniéndolo retirado. Un auténtico disparate, como también lo es el hecho de salir a la carretera con el seguro caducado o, directamente, sin haberlo contratado nunca, que es una imprudencia en la que incurrieron otras 5.144 personas en la Región. Estos comportamientos se sitúan entre las infracciones más graves en las que puede incurrir cualquier conductor, aunque desde luego no les van a la zaga los que el año pasado cogieron el volante tras haber consumido sustancias estupefacientes (792), quienes fueron sorprendidos circulando en sentido contrario o realizando otras maniobras temerarias (236) y los motoristas que iban sin casco (333).
Diez mil puntos arrebatados
Sea como fuere, lo cierto es que el año pasado los conductores que circularon por la Región perdieron casi 10.000 puntos de sus carnés por esa causa y, de seguir adelante los planes del Gobierno de la nación, el número podría doblarse si esa conducta al volante no empieza a ser desterrada.
Pero no es esta, al menos de momento, la infracción que mayores disgustos provoca entre los conductores, que el año pasado sumaban 897.473 en la Región. El exceso de velocidad sigue siendo, con muchísima diferencia, la principal causa de sanciones, con 118.392 'papeletas' (69.411 por los radares fijos y 48.981 por los cinemómetros móviles) cursadas por la Guardia Civil y, en mucha menor medida, por las policías locales. En toda España, la cifra global de conductores 'cazados' con exceso de velocidad ascendió en 2020 a 2.431.179 (1.771.655 por radares fijos y 659.524 por los móviles).
Las infracciones detectadas en la Región el año pasado sumaron 168.256, lo que supone prácticamente una media de uno de cada cinco conductores sancionados.
El radar de la vía rápida del Mar Menor se convierte en el 'coco' de los conductores
El 'coco' de los conductores murcianos tiene forma de cajón alargado, es de color gris y muestra un par de agujeros en su parte frontal que se asemejan a una boca y al ojo único de un cíclope. Este radar fijo, situado en el kilómetro 17 de la RM-19, la vía rápida que enlaza Murcia con el Mar Menor, es el responsable de 30.619 sanciones que se impusieron el año pasado por exceso de velocidad. Esta cifra sitúa este cinemómetro de la Dirección General de Tráfico (DGT) entre los 50 dispositivos de esas características -en concreto, está en el puesto sexto- que más conductores pillan rebasando los límites de velocidad, que en este punto concreto están en 100 km/h.
El hecho de que esta carretera tenga precisamente una limitación a 100 kilómetros por hora, pese a tener la apariencia de las autovías -en las que la velocidad está limitada a 120 km/h- es sin duda una de las razones por las que muchos conductores se despistan y acaban siendo multados por este radar.
También entre los cincuenta dispositivos más 'multones' se encuentra el que está situado en la autovía del Noroeste, la RM-15, en el kilómetro 17, en un tramo con la velocidad limitada igualmente a 100 km/h. Este cinemómetro fue responsable el año pasado de otras 10.758 sanciones.
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